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Dejando ir su cabeza hacia atrás con los ojos firmemente cerrados. Un vaso vacío descansaba en su mano derecha mientras que por otro lado la fuerte música traspasaba sus oídos como si estos fueran dos delgadas paredes.

3:56 a.m

Sus ojos habían comenzado a pesar y doler. Ya era hora de marcharse, por primera vez en muchos años de fiesta había decidido marcharse relativamente "temprano". Sí, aunque no eran lo suyo, cada vez que asistía a una su estadía siempre era prolongada.

Se levantó del sofá con algo de dificultad gracias a su estado actual, había bebido demasiado y gracias a eso su cuerpo no le respondía como siempre, su vista era borrosa, sus piernas estaban entumecidas y ni hablar de su mente, estaba en otro lugar.

—¡Hey! ¿Ya te vas? —Kiba había llegado a su lado tomado de la mano con una chica rubia que al parecer no sabía que hacía ahí, pero de igual forma bailaba y tomaba como si no hubiese un mañana.

—Sí, no me siento bien —Despeinó algo su rubio cabello tomando su chaqueta.—
Nos vemos —Salió de la casa de Ino sin saber mucho dónde quedaba su propia casa, lo único que sabía era que estaba a un par de minutos de la suya por ende no era tan alejado como para perderse.

Entre tambaleos y groserías al aire por las casi caídas que tuvo, logró llegar a casa, al menos con vida y en una sola pieza.

Se afirmó sobre la reja de su casa unos minutos para mantener el equilibrio por lo menos unos minutos más antes de entrar.

Volteó la cabeza algo aturdido al sentir un extraño ruido a su costado, sollozos provenientes de algún lugar cerca de él.

—¿Estoy soñando o algo así? —Pensó mientras levantaba la cabeza. Intentó enfocar su vista en un punto fijo pero todo era extremadamente borroso, por un momento llegó a pensar que todo lo que había tomado había sido demasiado como para hacerle alucinar, pero, cuando divisó una silueta a lo lejos, la cual cada vez se volvía más y más visible, supo que no estaba alucinando.

Los sollozos eran cada vez más fuertes, tanto que llegaban a sacarlo de quicio. ¿Cómo alguien se encontraba llorando a esa hora de la madrugada y nadie hacía absolutamente nada?

Tomó su cabeza en ambas manos, quizá el alcohol era demasiado fuerte, tal vez solo sus oídos y visión borrosa le jugaban una mala pasada creando a una chica en la mitad de la madrugada con los ojos hinchados y las manos temblorosas.

—¡No te acerques!

Aunque se encontraba un 90% fuera de sí, pudo reconocer esa voz sin hacer el menor esfuerzo.

—¡No e-espera, oy...e! —Estiró su brazo con el intento de alcanzar a la chica que su mente lograba reconocer con facilidad, quien a esas alturas ya había cerrado la puerta en su cara.

Tocó su frente con dolor, había sido golpeado con la reja.

Pero... ¿Qué había sido todo eso?

Intrigue┊NaruhinaWhere stories live. Discover now