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Tengo que ser sincero, realmente pensé que la hermana de Hinata sería alguien aterradora, bueno, su mirada tenía algo de frialdad, pero después de todo hay que recalcar que sigue siendo una niña, una niña bastante dulce.

—¿Qué viste en mi hermana? —pregunta luego de que Hinata nos avisara que iría por algo de comida.

Esa era una gran pregunta.

—Ví demasiadas cosas en ella por lo que no puedo enumerarlas, pero puedo nombrar muchas. Cuando la conocí ella literalmente era cerrada, ante mí y ante todos. Bueno, la verdad es que no sé en qué momento surgió todo, pero... Hubo un día... Un día donde deje todo mi temor de lado, porque sí, he de admitir que Hinata me aterraba... —Hanabi rió mientras se acomodaba en la cama.—Un día la ví llorando en medio de la calle, estaba fuera de su casa, la ví de lejos y no pude aguantar las ganas de querer cuidarla desde ese momento. No hubo necesidad de que me contara nada de su vida durante los primeros meses que habíamos comenzando a hablar, para mí era suficiente con hacerla sonreír, para mí era importante hacerla sentir feliz o tranquila mientras estuviera conmigo. Por esa misma razón a veces le hablaba desde mi ventana, somos vecinos, por si las dudas.

—Eres tan tierno —susurró limpiando la lágrimas falsa que "corría" por su rostro.—Mi hermana ha cambiado demasiado, física como mentalmente... No tienen que contarme las cosas que han pasado en todo este tiempo, pero sé que ha sido algo demasiado duro... Por eso estoy muy feliz de que Hinata tengo a alguien como tú a su lado, siempre dije que yo la cuidaría aunque fuese menor que ella y al estar así... En esta condición se me hizo imposible, obviamente... La quieres tanto como la puedo querer... No sabes cuanto te agradezco esto, porque por ti mi hermana no está hundida en nada de soledad ni miseria...

—Ambos, Hanabi. Gracias a ti también. Tú eres el motor de Hinata, una de las razones más grandes que tienen para salir adelante, eres su vida también. No me agradezcas a mí, tú tienes mucho que ver aquí.

Mientras ambos sonreían, se notaba que se había formado un gran lazo, mientras que al otro lado de la puerta, una Hinata con los ojos empañados en lágrimas y una sonrisa brillante se encontraba con el corazón latiendo de felicidad, mucha felicidad.

Intrigue┊NaruhinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora