XI. Como un meteorito🌙

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Parecía que conspiraba contra él; como si supiera sus intenciones de querer alejarse y buscara la forma de retenerlo; incluso si debía lucir su cuerpo como vino al mundo.

— Ven Yoongi ¡Luego seguimos con la caminata! Estoy seguro que a los alienígenas también les gusta bañarse.

Intentó negarse pero la atracción fue más fuerte. Jimin estaba ahí, luciendo tan provocativo sin ser consciente de ello; con un brillo en la piel tan sugerente que Yoongi se encontró desvistiendose también para entrar en ropa interior al agua.

Al diablo pensó ya estoy jodido de todas formas.

Así que mandando todo sus esfuerzos -o el poco esfuerzo- que había hecho para resistirse, le rodeó el vientre con los brazos y le besó suavemente la nuca, disfrutando del agua fresca que bajaba por su piel.

— ¿Q-qué haces? -le preguntó Jimin, temblando como gelatina entre sus brazos. Yoongi no contestó, paseó sus manos por todo su vientre con lentitud — Yoongi…

— ¿Te molesta? -le preguntó con los labios pegados a su nuca. Se le instaló en la cabeza hacerle disfrutar placeres que la Luna no le daría.

Jimin, nervioso, negó — Solo es sorpresivo -dijo y se dió la vuelta para mirarlo a los ojos — ¿Es época de apareamiento en tu planeta?

— Por favor, no lo arruines -dijo con la voz ronca, como el ruido de la cascada chocando con el agua del río. Le tomó del rostro y le besó la boca suavemente. Le encantaba el sabor y como Jimin movía sus labios para responderle.

— No lo haré si tu no lo haces -murmuró sonriendo cuando Yoongi aventuró sus manos más allá y las posó sobre su trasero.

Sin saberlo, Yoongi se metía lentamente en la peligrosa zona del romance. Tenía en mente darle lo que la Luna no le daría, pensando ingenuamente que con eso, Jimin le miraría de la misma forma; con la galaxias y planetas en la mirada. Estaba desesperado por querer hacer entrar a Jimin en razón; necesitaba con todas sus fuerzas que dejara de pensar en la Luna y que empezara a mirar lo que se perdía por mantener la vista allá arriba.

Bajó sus besos a su cuello, procurando imitar a la estrellas mientras dejaba sus labios impresos en su piel. Jimin jadeó tan suave, tan sensualmente que Yoongi se encontraba comenzando a excitarse con solo eso; con un simple y tonto jadeo. Le besó la boca otra vez, asegurándose de apegar su cuerpo contra el de Jimin para que entendiera lo que provocaba; que a diferencia de la Luna, él si podía reaccionar con su cuerpo celestial.

Lo cargó hasta la orilla del río, dándole poca importancia a las pequeñas rocas que se incrustaban en la piel de Jimin. Él parecía soportarlas; porque tardó menos de un segundo en tirar a Yoongi sobre su cuerpo para besarlo otra vez, con la manos perdiéndose en su cabello, dándole poco y nada de importancia a la suciedad en su piel.

— Joder… -gimió suavecito cuando Yoongi comenzó a quitarle la ropa. En algún lugar de su mente intentaba recordar como había llegado hasta esos momentos. Tenía miedo, pero estaba por ser tomado por un alíen; un ser de otro planeta y esperaba con ansias ver si era tan cósmico como decían aquellos que eran tachados de lunáticos.

Fue doloroso, porque descubrió que Yoongi era tan virgen como lo era él. El instinto le falló, olvidándose de prepararlo, tan solo se abrió paso entre sus piernas, provocando un jadeo ahogado en Jimin. Se disculpó, besándole la mandíbula y los hombros, tocando con tanta inexperiencia su miembro que Jimin comenzó a reírse con lágrimas bajando por sus mejillas. ¿Qué estamos haciendo? había preguntado antes de ser callado por los besos urgidos de Yoongi. El dolor inicial no se disipaba; aumentó más cuando Yoongi comenzó a mover su cuerpo en un lento vaivén; suave, sensual, tan poco coordinado como lo estaban los latidos del corazón de Jimin en esos momentos. Con las manos echas un puño en el cuello de Yoongi, le mordió el hombro intentando mitigar el dolor y concentrarse en el placer que parecía un fantasma casi olvidado.

A cosmic child. «Yoonmin» [EDITANDO]Where stories live. Discover now