VIII. El beso cósmico🌙

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— Estoy seco -mintió; en su mente se le imaginaban millones de historias donde Jimin era el protagonista; donde podía verlo y describirlo con lujo de detalles en medio del espacio, usando un traje de astronauta con el ukelele en las manos, tocándole una canción a la Luna para enamorarla — ¿Para qué quieres un cuento? -preguntó, a cambio.

— Se me antojaba que podías saber mucho. Te iba a pedir que me hables sobre el espacio -dijo y suspiró al final —. Digo, quiero creer que es mágico ahí ¿No? Que las estrellas son más que solo puntos y que los anillos de Saturno no son tan insulsos como en las fotografías.

Yoongi no tuvo valor para decirle que no era un extraterrestre, pero que le gustaría serlo, porque de ser así, no sentiría como el corazón le latía fuerte contra el pecho. Apenas le conoces, se reprendía pero entonces Jimin abría la boca y hablaba del espacio tan enamorado de él que le era imposible no suspirar y mirarlo embobado.

— ¿Cómo es tu verdadera forma? -preguntó Jimin mirándolo — ¿Eres como un insecto, con alas o tentáculos?

Yoongi rió, echando la cabeza hacia atrás — No Jimin, no tengo nada de eso.

— Debes lucir como los grises ¡Que horror! Ellos no tienen forma… ¿Y las mujeres? ¿Las encuentras atractivas? O tú raza es como que no le importa el género y eso.

— ¡Jimin! -exclamó — ¡Qué son esas preguntas! -reía sin poder evitarlo — A mi no me importa el género.

— ¡Lo sabía!

— ¡Eso no quiere decir que sea un extraterrestre!

Fue el turno de Jimin de reír — ¿Todos los alienígenas son tan dulces como tú cuando se enojan?

— No -le miró, sonriendo dulcemente.

— Oh Yoongi, será una pena cuando te lleven los americanos y hagan pruebas contigo.

— Sí… estoy seguro de que será una pena -murmuró rodando los ojos.

— Ese gesto fue muy humano -le dijo frunciendo el ceño —. Yoongi ¿Alguna vez uno de tu raza se enamoró de un humano? ¿O esta mal visto? ¿O es normal? ¿Hay personas que viven en Marte o en algún planeta? ¿O en alguna galaxia? ¡Si es así no te llevo con los americanos! ¡Me haces pasar por tu pareja y me llevas al espacio!

Yoongi rió por milésima vez en el día. Jimin rió también, contagiado.

— Eres demasiado increíble -le comentó.

— Soy un humano, Yoongi. Soy muy increíble para ti -dijo y algo pareció cruzarle por la cabeza, o eso notó Yoongi cuando los ojos de Jimin brillaron con algo oculto en ellos.

Le tomó por sorpresa que se sentara sobre su regazo, con el rostro a centímetros del suyo y las piernas a cada costado de su cintura. Tragó saliva audiblemente y no dijo nada, no lo apartó y tampoco lo tocó. Solo le miró expectante.

— ¿Quieres ver que es más extraordinario Yoongi? -le preguntó sonriendo — Lo hago porque me da pena saber que vas a morir sin conocer todos los placeres de la vida humana.

— No soy un extra…

Fue interrumpido de la misma forma que los personajes en la historia de su madre eran interrumpidos. Una suave presión de labios que no se comparaba con todas las sensaciones que se describían en un beso. A todos le latía fuerte el corazón, pero Yoongi se sentía paralizado. Jimin sonrió sin llevar más lejos el beso y le miró sonriente, despeinado, con la carita llena de barro y los ojos brillando.

— ¿Fue cósmico?

Y Yoongi, paralizado, no pudo contestarle. Le dió otro beso desbordante de inocencia; una presión de labios suave, calentita, con los ojos cerrados para concentrarse mejor en las estrellas que creía ver cuando lo besaba.

— 🌟 —

No salieron del árbol en el resto del día. Todavía llovía cuando llegó la noche. El cielo lleno de nubes rosas era iluminado por rayos ocasionales.

Terminaron acostados en el piso, luego de quitar las ramitas que pinchaban la piel. No habían vuelto hablar sobre el beso; Yoongi se sentía cohibido, Jimin en cambio, estaba tranquilo. Como si dar besos fuera lo más normal del mundo.

— Yoongi -le llamó.

Yoongi, que le daba la espalda, le miró sobre su hombro — ¿Uhm? -tarareó en respuesta.

— ¿Me abrazas?

Yoongi dudoso, se dió vuelta y se acercó despacito a él, como si le diera chances a arrepentirse. Pasó un brazo por su vientre y cerró los ojos.

— Oh… los alienígenas son los mejores abrazando ¡Que cálido eres! -exclamó Jimin, apegando más su espalda contra el pecho de Yoongi.

— Eso dicen.

Cerró los ojos, sonriendo mientras jugaba con el botón de la camisa de Jimin y aspiraba el olor a bosque que comenzaba a impregnarse en su piel.

A cosmic child. «Yoonmin» [EDITANDO]Where stories live. Discover now