El error perfecto (Romanogers) #Terminada

Capítulo 4

NATASHA ROMANOFF
Steve me baja del tejado del edificio por las escaleras. Me lleva en brazos porque dice que no se fía de mí en que baje yo sola con lo borracha que voy. Aunque hay algo que me molesta; ME LLEVA COMO UN SACO DE PATATAS.

Al llegar abajo veo que están el resto de los vengadores.

-Me la llevo para que duerma un buen rato.-dice Steve hacia ellos.

Ellos asienten mirándome raro y Tony me mira el trasero sobre el hombro de Steve. Me bajo un poco el vestido para que no acabe enseñándole nada y Steve avanza hasta llegar al ascensor.

-Jarvis baja 2 plantas.-le ordeno. Él obedece.

STEVE ROGERS
-Esa es la planta donde está tu piso.-dice Clint confuso. Yo sonrío de lado y luego se cierran las puertas del ascensor.

-A sus órdenes, capitán.-dice, pero no Jarvis, sino Natasha.

La bajo para que quede delante de mí. Ella me mira sonriente y empieza a besarme pasando sus brazos alrededor de mi cuello. La agarro por los muslos y la subo girándola para apoyarla en la pared. Pesa realmente muy poco pero mejor que esté cómoda.

Meto mi lengua en su boca y ella la suya en la mía, así comenzando nuestra pelea de nuevo. Cuando llegamos a la planta en la que está mi piso la saco del ascensor sin separarme. Sujeto a Nat con una sola mano y cojo la llave del bolsillo de detrás de mi pantalón.

Abro la puerta y entramos. Nat se baja de mi brazo y yo me giro para cerrar la puerta con llave.

Al volverme a girar, veo a Nat sin el vestido.

-A la cama, Rogers...-me ordena Natasha señalándola.

-Espera, hay algo que debes saber...-digo nervioso.-Yo... Yo nunca he hecho eso...-confieso avergonzado.

Natasha se acerca a mí y acaricia mi mejilla.

-¿Y quieres que yo sea la primera con quien lo hagas?-pregunta Natasha nerviosa también.

-Sí, claro que quiero que seas la primera.-digo creando que los 2 sonriamos.

-Steve, sé que esto es difícil pero... Peggy fue tu primer amor, yo quiero ser el último.-dice Natasha con los ojos acuosos.

-Lo has sido desde que te conocí...-respondo besando sus labios.
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A LA MAÑANA SIGUIENTE:
Fue espectacular, Nat estuvo pendiente de mí en todo momento, de si me gustaba la postura o si me dolía algo, cualquier detalle. Anoche me hizo tocar el cielo, más de una vez. Ahora Nat está dormida profundamente con su cabeza sobre mi pecho y su brazo rodeando mi cintura. Yo le acaricio el pelo para calmarla aún más.

No llevamos ropa, me gusta la sensación de estar abrazado con ella, piel con piel, sin nada de por medio. Natasha es hermosa, tiene un cuerpo espectacular y domina bien el tema.

Beso su frente y ella se mueve. Alza su mirada y me mira. Sonríe y vuelve a acomodarse.

-¿Cómo estás?-dice Nat acariciando mi pecho con sus finos dedos.

-Genial, créeme, más que genial.-respondo ahora acariciando su espalda.-¿He hecho que le olvides?-pregunto refiriéndome a Banner.

-Sí, has hecho más que eso.-responde ella sonriente.
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Ver a Nat haciendo el desayuno con una de mis camisetas, solo eso, es realmente muy divertido y sexy a la vez. Le he puesto música y se piensa que me estoy duchando, pero realmente estoy sentado detrás de ella viendo como mueve su trasero de un lado a otro mientras canta las canciones y hace tortitas.

-Bonito baile...-digo creando que se asuste y se gire rápidamente.

-¿Tú no te estabas duchando?-pregunta avergonzada.

-Te he visto bailar y he pensado que ya luego me ducho.-respondo sonriendo de lado.

Ella niega rodando los ojos. Le ayudo a acabar de hacer las tortitas y luego las pongo en platos para los 2. Nos sentamos en la mesa y veo que ahora Nat está más preocupada que feliz.

-¿Que le ronda por la cabeza a la agente Romanoff?-pregunto intrigado.

-Esto...-empieza a decir ella nerviosa.-¿Sharon es tu novia o lo habéis dejado?-pregunta preocupada. Ahí bajo la cabeza incómodo.

-Aún no la he dejado.-respondo triste.

-Así que soy los cuernos...-dice ella triste.

-No, bueno, no lo sé. Tengo pensado dejar la relación en cuanto vuelva.-digo creando que ella me mire nerviosa.

-¿Tú quieres estar conmigo?-pregunta ella nerviosa y triste.

-Claro que quiero. ¿No te lo dejé claro anoche?-pregunto señalando la cama.

-Pero si quieres a Sharon...-empieza Nat.

-No quiero a Sharon, te quiero a ti. Que digo, te amo Natasha Romanoff.-le interrumpo.

-Pero yo no puedo darte hijos...-dice Nat triste.

-No tendré hijos entonces. Quiero estar contigo.-digo posando mi mano sobre la suya.

Nat se levanta de la silla y me abraza sentándose en sus piernas.

-Dejaré a Sharon nada más llegue aquí.-digo convencido.

-Te amo.-susurra ella en mi oído. La abrazo con ternura y dejo un beso en su sien.

-Y yo a ti, Nat.-respondo acariciando su espalda.