DIBUJANDO NUESTROS SUEÑOS (Kyo ❤️Misaki) TERMINADA

MISAKI, UN SUEÑO

La mañana de viernes llegó demasiado pronto, de un brinco me puse de pie y tuve que salir de mi cama debido al fuerte golpe que se oyó en la puerta de mi habitación.

Con mis ojos un poco hinchados y totalmente somnoliento, fui a abrir la puerta, encontrándome con la mirada azul de mi hermano Takahiro quien me analizaba de pies a cabeza.

—!Nii-chan!— me fui encima de él para abrazarlo—pensé que no regresarías para el festival de la escuela— lo estrujé un poco,  yo quiero mucho a mi hermano aunque él sea raro conmigo.

—Solo viaje a hacer unas obras de beneficencia del señor Leny y por eso estoy de regreso tan pronto.¿Podrías preparar el desayuno? La comida del avión no me apetecía y no probé nada.

Mi hermano me separó de él sin corresponder a mi eufórico abrazo mientras quitaba sus lentes y los limpiaba un poco.

—¿Tienes algún antojo en especial?-

—Nada, solo has el desayuno y me avisas cuando esté listo, tengo que hacer unas llamadas.

Vi como mi hermano entraba a su estudio y yo puse manos a la obra, hoy no tenemos clases y solo iremos a Fiji por el festival.

Estoy contento de que nii-chan esté aquí, ya que podremos ir a la escuela juntos, hace mucho que no convivimos, esta sería una buena oportunidad para contarnos todo lo que nos ha sucedido.

TAKAHIRO
Di un último vistazo a mi "hermano"
quien fue a preparar el desayuno, no lo había notado pero ya está muy desarrollado, mi madre ya me había dicho que cuando este niño creciera sería muy hermoso y siendo honesto esos ojos podrían cautivar a cualquiera. Además de que podrá darle familia a quien se case con el.

Sus ojos verdes son cortesía de la madre de Haruhiko, ese idiota que hace mucho no veo y que para mi desgracia tendré que contactar debido a que Misaki el próximo año ya será universitario y tendremos que aclarar los gastos, además de cierto punto de su posible herencia. Fue muy fácil hacerlo pasar por mi hermano menor y evitar el mentado escándalo que Haruhiko temía.

Me dejé caer en el sillón de mi pequeño estudio, estoy muy cansado y desanimado después de ver a Usagi san en esa fiesta, si en la preparatoria era hermoso no sé que termino podría usar para ahora que es adulto y está mucho más guapo que antes.

Cuando lo abracé sentí su corazón latir rápido, se que no le soy indiferente por la forma que me miró, tal vez ahora que los dos estamos en Japón podría intentar recuperarlo, recuperar lo que perdí hace muchos años, si tan solo Misaki no estuviera..

—¿Qué  hace esto aquí?—
Uno de esos mangas de The Kan está aquí en mi escritorio, de seguro al hacer limpieza se le olvidó a Misaki.
Sigo sin entender como es que  le gusta leer esto, por lo visto a Kyo le sigue yendo bien, quien lo diría, al final si se cumplió tu sueño. Solo a niños tontos les atrae esto y sin pensarlo lo arroje a la basura.

—!Ups! se me cayó

Por lo pronto descansaré un poco en lo que ese niño termina de cocinar.

KYO
Este último mes tuve muchos baches en cuanto al dibujo de este tomo y estoy muy estresado, tiré hojas completas a la basura porque los personajes estaban dibujados horrible o al menos eso me parecía a mi, son las 10 de la mañana y mi cerebro está por colapsar, tengo que terminar esto a las 2, ya que vendrán por el  y no creo que terminemos el manuscrito, en mi mente ya estoy oyendo a Zen Kirishima y sus aburridos regaños

—¡Oye tú, mangaka de pacotilla deja de estar tonteando y termina de entintar!

—No me grites Chiaki—le respondí a mi amigo que está ayudándome a terminar el trabajo.