Mi Secreto: El Reencuentro (Libro II) ⭐

🪶CAPÍTULO 10: Las aldeas Mosteen🪶

Calix contempla los pinos moverse de un lado a otro, pensando en los chicos, en lo que estaban haciendo en este momento si acaso estaban vivos.

—Otra vez afuera —al voltear, se encuentra con Franco —. No te gusta pasar tiempo dentro, ¿verdad? —pregunta, al colocarse a su lado.

Le ofrece una manzana.

—Gracias —la toma.

—De nada, he notado que no comes mucho.

—Me observas mucho, ¿no? —una pequeña sonrisa curva sus labios.

—Todos te observan, Calix.

Aparta la mirada de él y la regresa al bosque. Aquello era verdad, todos la observaban, como si fuera lo único interesante que ver.

—Tal vez lo seas —dice. Le mira.

—No vuelvas hacer eso —advierte. Los pensamientos eran privados, nadie tenía el derecho de invadirte para escucharlos.

—Están listos —escucho a alguien gritar. Aparto su vista de Franco y busco la persona de aquella voz, encontrándose con Marco saliendo del cuartel con varios chicos, entre ellos Martín y José.

—¿A dónde van? —pregunta.

—En busca de sobrevivientes —informa, mirando al grupo —. Pero no importa cuando territorio recorran, nunca encuentran los suficientes para evitar la extensión

—¿Puedo unirme? —se le ha ocurrido que si se une a ellos podría encontrar a los chicos.

—Calix, ser buscador es peligroso —menciona el castaño —no creo que esto sea para ti.

—¡Franco ven aquí! —grita Marco.

—Espera aquí —ordena Franco, pero lo sigue.

—Calix —saluda Marco, Franco se voltea y pone los ojos en blanco al verla —¿Nos acompañaras en la búsqueda? —pregunta.

—Si —responde, ignorando la mirada de Franco.

—No creo que sea lo correcto —comenta Jofiel, acercándose a ellos —solo llevas dos días despiertas, no sabes lo que puedes encontrar allá afuera.

—También creo que es mejor que te quedes —dice Franco.

Los mira, ninguno de los tenía derecho de opinar.

—No pedí su opinión, he dicho que iré, y así será —expone con seguridad.

—Calix tiene razón, es su decisión, no la de ustedes —dice Marco.

—De que parte estas Marco —pregunta Jofiel.

—De parte de la gente que está allá afuera muriendo —comenta —recuerden que debemos salvar a todos los que podamos.

—Solos será un estorbo —menciona Marisol aun lado de Martín.

—Puedo teletransportarme, no se sí les servirá —menciono, ignorándola.

—Eso es perfecto —dice Marcos maravillado con la idea —solo tenemos cuatro teletransportadores, ya que Marisol aun no lo puede manejar muy bien —informa —¿sabes manejar tu poder? —pregunta.

—Te sorprenderá lo bien que lo hago —él sonríe.

—Bien, nos dividiremos en seis grupos —expone.

Mientras Marco forma los grupos, Mariza se acerca a ella.

—¿Segura que quieres hacer esto? —pregunta.

—Sí algo aprendí desde que me adentré en este mundo, es que no existe otra opción, mientras más mejor —responde.

—Los tres primeros equipos irán a aldeas de las hadas —le entrega un mapa a cada líder del equipo —el resto tomarán las demás aldeas —entrega los mapas restantes —. En cada mapa viene marcado el territorio que les toco. Otra cosa, no olviden buscar también en el bosque —todos asienten —. Bien, entonces buena suerte.