🪶CAPÍTULO 39: Los padres biológicos de Calix🪶

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—Hola, querido, ¿me ha extrañado? —pregunta Lucila al entrar a la habitación.

El hada finge no escucharla.

—Vamos, no estés molesto conmigo, mira que te he traído una sorpresa.

—Lárgate de aquí.

—Lo siento, pero no puedo seguir tus órdenes, aquí no eres príncipe, hada. Así que mírame cuando te hablo.

—Siento decirte que tú tampoco eres reina, para seguir tus órdenes, ni aquí u otro lugar —la sonrisa de la mujer desaparece, pero cuando mira en dirección a la puerta sonríe de nuevo.

—No deberías ser tan grosero conmigo —finge tristeza —te he traído una sorpresa, ¿y es así como me recibes?

—Tus sorpresitas no me interesan.

—¿En serio? —pregunta —Rubí, Calix, acérquense —ordena y ambas obedecen.

Rubén se gira y acerca a la celda a ver a Rubí. Las celdas inmediatamente le queman la palma de las manos, pero ignora el dolor.

—¡Rubí! —intenta alcanzarla, pero ella está fuera de su alcance—. ¡Que le has hecho! —grita, ante el comportamiento tan indiferente de su amada.

—Que mal educado, no saludas a tu hija —señala a Calix.

El enojo del hada se desvanece, y mira a Calix, había crecido tanto, ya no era aquel débil y pequeño ser que sostuvo alguna vez en sus brazos.

—Calix —murmura —. Mi niña —un nudo en su garganta se forma —. ¡Qué le has hecho a mi familia! —grita.

—Lo que se merecen —contesta Lucila—. Márchense —ellas obedecen.

—Te juro que acabaré contigo —Lucila ríe ante la amenaza.

—Suerte con eso hadita —sale del calabozo

‹‹ Pensé que tenía tu lealtad ›› murmuro a la naturaleza.

‹‹ La tienes ›› Contesto este.

‹‹ ¿Entonces puedes explicarme que hace mi hija en la ciudad oscura y bajo merced de Lucila? ››

‹‹ Solo confía en mi ››

‹‹ Algo estás ocultando y cuando salga de aquí lo descubriré, y te juro que si fue actuaste bajo un plan en donde mi hija salía perjudicada, lo pagaras ›› advirtió, para seguido romper la conexión.

🪶🪶🪶

La primera en abrir los ojos fue Marisol, encontrándose con la mirada de Max. La chica retrocedió temerosa.

—Tranquila, no te haré daño —confiesa —ayúdame a despertarlos, debemos sacarlos de aquí.

—No te conozco, ¿Por qué debería confiar en ti? —Max deja de intentar despertar a Ariel.

—Porque si quieres vivir los harás —expone.

Ante aquellas palabras no le queda más remedio que hacer lo que le pide.

—Es imposible —murmura al ver que no despiertan.

—Tengo una idea —dice la pelirroja y Max le mira con atención.

🪶🪶🪶

Despierta. Despierta.

Calix abrió los ojos de golpe, y miro su alrededor. Aquella voz, ¿A dónde la había escuchado antes?

Cuando su mirada se detuvo en el espejo frente a ella, se inquietó. Sus ojos eran completamente negros, y en su rostro había manchas de cenizas. Miro sus manos, intentando recordar en qué momento había utilizado el fuego. Los recuerdos comenzaron a llegar de golpe, sintiéndose perturbada.

Mi Secreto: El Reencuentro (Libro II) ⭐Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt