🪶CAPÍTULO 16: La cadena de ángel🪶

2.3K 241 1
                                    

Mientras avanzaba por los pasillos del cuartel, no puede sacar de su mente las imágenes de lo que ha visto en el cuartel cinco y diez.

—¿Me podrías decir a donde te habías metido? —sale de sus pensamientos y voltea hacia atrás, encontrándose con Franco.

—Creo que eso a ti no te interesa —expone

—Me interesa, cuando Jofiel me hace perder tiempo valioso buscándote.

—Te hubieras negado entonces.

—Me lo pidió como un favor —informa —así que avisa la próxima vez que salgas —sin decir nada más, se aleja de ella.

Rodando los ojos, continua con su camino, pero tan pronto entra a su habitación, se encuentra con Jofiel sentado en la cama.

—Me gustaría que cada vez que salgas me avises —dice, mirando el suelo. ¿Por qué lucia tan triste?

—Si lo hiciera no me permitirías salir o me seguirías —expone.

—Tú no tienes la menor idea de lo peligroso que es estar afuera.

—Lo sé, pero no necesito que alguien me proteja, ya no soy una niña Jofiel, sé defenderme.

—No sabes lo preocupado que estaba —Calix avanza a él y se sienta a su lado.

—Lo siento.

—Toma —observa el aparato negro en su mano —tómalo, así la próxima vez que salgas sabré como comunicarme contigo —Calix toma el celular.

—Gracias, pero no...

—Es necesario, llévalo contigo siempre.

Permanecen por un breve momento en silencio, con sus miradas unidas.

—¿A dónde fuiste? —pregunta el arcángel, saliendo del trance que podía causar Calix con su belleza.

Imágenes de los sucesos ocurridos en la mañana comienzan a invadir su mente.

—Calix —llama su atención —¿a dónde has ido? —repite.

—Es algo personal.

—Tiene que ver con esto —toma las carpetas que están sobre la mesa a lado de la cama.

—Dámelas —ordena, ante el temor que Jofiel las llevara consigo y deshiciera de ellas.

—¿Es en serio Calix? —pregunta, posicionándose frente a mí —después de lo que han hecho, de todo lo que te he contado sobre ellos, ¿todavía los sigues buscando? —su voz era dura.

—Yo solo necesito verlos, saber que están vivos.

—¡Que importa si viven o no!, a ellos no les interesa si tú vives —sus palabras la hieren —ni siquiera se atrevieron a tomarse la molestia que tú ahora te estás tomando.

El silencio comienza a reinar sobre ambos, mientras sus miradas permanecen conectadas.

—¿Te has puesto a pensar que pasara si descubres que han muerto? —pregunta —¿de qué harías si te encontraras frente a sus tumbas?

—Sí, lo he pensado —dijo con voz baja, y parece que aquello le sorprende —pero también me he preguntado qué es lo que pasaría si estuvieran vivos —sostiene.

Al ver que no puede hacerla cambiar de opinión da un paso a ella.

—Calix, no quiero que los busques.

—Esa no es tu decisión.

—Por qué me importas, me opondré a que salgas de este lugar en busca de ellos —dice, sin ninguna expresión en su rostro.

Mi Secreto: El Reencuentro (Libro II) ⭐Where stories live. Discover now