thirteen

183 34 3
                                    

POV. TAEHYUNG

—¿Dormiremos o seguiremos hablando...?

Ya se había cortado la energía en toda la casa, por lo tanto estábamos intentando entretenernos como pudimos con anécdotas y cosas que nunca nos habíamos dicho.

Sinceramente, me quedaría toda la noche escuchándolo expresar todas las historias de su vida, por más aburrida que él la defina. Generalmente no me gusta escuchar a la gente contando su vida, pero Hoseok contándola es muy interesante, o solamente para mí en esta situación.

—Creo que tu deseas dormir antes de continuar escuchándome hablar sobre mi maldita y miserable vida, Tae. —sonrió acomodando su almohada contra su mejilla— Perdón por arruinar tu cumpleaños.

—¿Qué te hace pensar eso? —fruncí el ceño— Creo que es uno de los pocos cumpleaños que he pasado con alguien más que no sea con mis padres. —respondí acercándome a su rostro confundido ante mi respuesta.

—¿P-Por qué dices eso...? —alzó una ceja.

—Los únicos cumpleaños que he pasado junto a alguien más fue cuando cumplí los dieciocho años junto a mis amigos en una gran fiesta que terminó en el hospital por un accidente en un automóvil de un antro a una casa de un amigo, y mi último cumpleaños en el centro de rehabilitación junto a mis compañeros de arte marcial.

—¿Hasta el año pasado haz estado en rehabilitación...? —preguntó.

—Ese fue mi último año, por suerte. —apoyé mi cabeza sobre sus manos que se extendían— Déjame decirte que realmente me hace muy bien que tú decidas venir para acompañarme, pero... —sonreí— Es raro que mi doctor venga a verme... ¿No? —alzé una ceja.

—No soy un doctor. —respondió— Vine por que tú también me haces bien.

Me elevé un poco para permitirme besarlo sin nada que se me interponga, sintiendo que me aceptaba aferrándose a mi cuello y mover sus labios lentamente.

Sentí satisfacción a la lentitud con la cual actuaba, es completamente satisfactorio algo que se lo lleva lento, y sin dudar en separarme tan solo un poco. Esa sensación que no solamente la tenía al besarlo sino todo el tiempo en el que estuvo conmigo, sentir a alguien que realmente aceptaba pasar tiempo conmigo. Dejar de crear preguntas sobre lo que sentía por todo el cuerpo, ya que tenía toda las respuesta en frente.

Por primera vez, dejé, dejé a Hoseok hacerme sonreír, causar todas mis sonrisas por más defectos que ambos creamos; dejé que él causara todo lo que siento.

Sonreír por mirarlo, por hablar estupideces con él y dejar que me acompañe cada vez que haga cosas por mí.

Sonreír por primera vez en mi cumpleaños, por escuchar sus consejos antes de hacer estupideces como lo hacía antes.

Apreté mis párpados conteniendo mi nudo en mi garganta por recordar miles de cosas que hacían mal y hacían bien.

—Gracias... —rompí el beso para ocultarme en sus hombros— Por hacerme sonreír y alegrarme el cumpleaños, Hobi...

—No me agradezcas, idota. —besó mi nariz y mis mejillas— ¿Me puedes obsequiar una hermosa sonrisa para apreciarla?

—¿Para ti?

—No, para apreciarla. No quiero que sea para mí. —acarició mis cebellos.

—sonreí— ¿Ves? —le robé un beso.

...

Intenté convencerme de quedarme acostado calientito sin sentir ni una maldita brisa de frío mientras cerraba mis ojos felizmente. Sin pensar en las altas probabilidades de que pasara algo que lo interrumpa.

—Hey... —oí la voz bajita de Hoseok a mi lado— ¿Qué día es hoy, Tae? —preguntó somnoliento y dejó caer su cebaza sobre mí.

—Viernes. —contesté.

—¡D-Dios! —se alejó de mí rápidamente— Tengo que ir... —se movió buscando su ropa— A-Ah... —me miró sonriendo, ya calmado— Los viernes por la mañana entro un poco más tarde.

—¿Por qué eres tan responsable en un trabajo en el que tu jefe es tu propio padre? —pregunté— Hay gente que conozco que si estuviera en esa situación le daría totalmente lo mismo en asistir o no a un trabajo.

—No es un trabajo, es sólo un compromiso que he hecho hace tiempo y listo. —rodó sus ojos.

—¿Y tu trabajo, pues? —alzé una ceja.

—¿Desde cuándo eres experto en interrogar? —sonrió sin mostrar sus dientes— Producir contenido audiovisual. —respondió mientras acomodaba su remera.

—sonreí cerrando mis ojos— ¿Puedo irme contigo...?

—No creo que sea buena idea. —desvió su mirada, y le arrojé una almohada— ¿P-Por qué lo has hecho...?

—Quiero irme contigo, ¿qué tiene de malo...? —sonreí.

—Es por que primero tengo que ir a mi casa, luego verme con mi padre y después hacer unos trámites. Y no quiero que te aburras. —tomó mi campera que estaba cubriéndonos junto a unas sábanas.

—De acuerdo. —asentí— No te vayas... —me acerqué a él debajo las sábanas— Un ratito más, por favor, por mi. —abracé sus desvestidas piernas con fuerza— ¿Sí?

—¿Para qué quieres que me quede, Taehyung? —preguntó frunciendo el ceño.

—¡Para estar simplemente juntos, Hoseok! —grité.

—Eres un niño malcriado, ¿sabías? —sonrió mientras se aproximaba lo suficiente para besarme, perfecta oportunidad para tomarlo de la cintura, volverlo a tumbarlo sobre la cama sin permitir que se alejara de mi cuerpo poniendo ambas piernas al lado de su cintura y mis brazos rodeándolo.

De una extraña manera, él inició con un beso sobre la parte de los ganglios, causando que lo continué en el cuello hasta las clavículas. No di posibilidades para que él se alejara agarrando sus manos colocándolas sobre una almohada.

—Malcriado, ¿yo...? —suspiré sonre sus labios mirándolo como subía y bajaba su pecho.

—¿Es todo? —sonrió.

smile ¡! th + vhKde žijí příběhy. Začni objevovat