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POV. HOSEOK

Esperé a Taehyung debajo de un árbol pequeño, pero lo suficiente para evitar que me cayera unas cuantas gotas de lluvia, a lo lejos, observando de vez en cuándo a él trabajando.

Hasta trabajando de veía bien, no lo sé, pero se me hace que todo lo que haga se vuelve compleantamente hermoso, obvio está, es perfecto. Pero es demasiado perfecto para mí, lo podía mirar durante una o más horas enteras y quedaría como siempre colgado pensando en él.

Quién diría que me quedaría haciendo todo esto por un ''simple paciente'', pero no lo es. Podrá ser paciente o un chico que necesita ayuda con sus adicciones, las cuales apuesto que las superó, a demás de todo esto, él es una persona y merece ser pensado como lo hago.

No le veo nada de malo mantener esta ''confianza'', para no decir otra cosa, entre los dos, pero como el trabajo siempre se mete; dice que no debería estar haciendo lo que quiero.

Perdón, pero ni mi trabajo, la sociedad ni toda mi familia dirá cómo y de quién gustar.

Hacer pequeñas cosas por él lo hace sonreír, y eso es muy importante para él y para mí.

Haría esto todos los días si es necesario.

—¿Ya estás libre? —pregunté cuando lo veía acercandose a mí con una gran campera arriba de su uniforme.

—Sí, llévame a mi casa. —respondió y se subió a la motocicleta sosteniéndose de mi cintura— Yo te guío.

Manejé mientras Hoseok me guiaba y mantenía una charla divertida a pesar de que nos estabamos cagando de frío

—Bueno, ahora, ¿ves esa cara gris de allá? —señaló— Ahí, sólo sique derecho.

Llegamos a su casa, él se bejó de la motocicleta y tomós su llaves, buscando la correcta.

—¿Por qué no te quedas, Hobi? —preguntó— Es fastidioso manejar de nuevo hasta tu casa todo mojado.

—Pero si me quedo en tu casa volveré a la mía aún más mojado. —susurré.

—¿Qué? —preguntó— ¿Tú no escuchas algún animal maullando o es solo mi imaginación?

—¿Cómo podrías escuchar eso si lo que más fuerte se escucha son los rayos y las gotas cayendo...?

Él me ignoró y sigió su instinto hasta llegar a un conjunto de bolsas negras, que estaba en la esquina no muy lejos de dónde estábamos para reaccionar bruscamente gritando.

—¿Qué pasó? ¿Qué encontraste? —pregunté ansioso mientras lo veía agarrar algo de aquella caja demasiado pequeño que no alcanzé a ver para envolverlo con la bufanda que llevaba.

—¿¡Tan mierda será una persona para dejar a una animal en el medio de la lluvia!? —llegó hasta mí gritando— ¡Entra a casa! Te quedarás conmigo cuidándolo. —habló del supuesto animal que sostenía cálidamente.

Sin preguntar nada, lo hice, luego estacionar al lado de la otra motocicleta que era de un miembro se su familia. Al entrar a su casa estaba totalmente oscuro, pero rápidamente Taehyung prendió todas las luces. Y así ver a un gato muy pequeño mojado y en mal estado tembrando siendo acurrucado en sus brazos.

El gato maullaba muy bajo, pero aún se oía, estaba tan débil que lo único que lograba a hacer era temblar.

Taehyung no dudó en dejármelo a mí para buscar algo de comida mientras yo lo dejaba sobre el suelo cubierto de la misma bufanda y un periódico que había visto sobre la mesa de su comedor, haciendo una pequeña cama, intento.

Él hizo lo posible para intentar que el animal pudiera comer sin moverse por búsqueda de calor.

...

—¿Está bien? —pregunté viéndolo acostado tranquilamente con aquel gatito en sus brazos.

—Después de horas se calmó, fue difícil dejara de temblar por frío. Estaba a punto de tener una hipotermia y morir de hambre... Yo nunca haría eso. —respondió— Mira que si me entero de quién fue como le rompería la...

—No recurras a la violencia. —lo interrumpí— Lo bueno es que está contigo antes de que pasara algo peor.

—Sí... Ven. —sacó una mano con la cual estaba acurrucando al gatito para palmear al ladu de su cama— A dormir, apaga todas las luces y cierra la puerta, por fi.

—Ni siquiera te he dicho que me quedaría, Tae. —sonreí.

—Tú vives solo, no habrá problema, ¿no? Tu casa no se escapará por que tú no hayas llegado en un día. —sonrió bromeando— Vamos.

—¡Okey!

Sin rezongar, caminé dejando mi celular sobre la mesa a su lado para acostarme sobre la cama, al lado de él mirando al bonito y tierno gatito durmiendo sobre él.

—¿Es un gatito o una gatita? —pregunté mirándolo y luego sonreír al ver que el nombrado estaba muy bien cuidado por Taehyung.

—Lo que quiera ser. —rió— Qué sé yo. Es un gatito, por lo que he visto...