eleven

143 36 1
                                    

POV. TAEHYUNG

No entiendo el hecho de que sea extraño no sonreír, sé perfectamente que ese acto demuestra agrado, felicidad, o cualquier cosa, o como en un contexto peor, lo contrario.

Tampoco veo nada de malo en no hacerlo con frecuencia, tal vez sea por la simple costumbre que llevo por más de años y más años. Es tan simple cuando lo ves todo, tan simple que ni siquiera es tan importante sonreír.

Hoy se cumple veintidós años en dónde mi madre decidió intentar en acabar con mi vida, pero lamentablemente, nací, para la desgracia de esta mujer, definida como ''madre''.

Desearía con tantas fuerzas estar solo, pero al parecer en este día tendré que estar compartiéndolo con mis seres queridos, dios, quiero estar solo.

—¿Por qué estás con esa cara? —preguntó mi padrastro— Ve a darte una buena ducha.

—¿Y por qué debería? —pregunté levantando una ceja.

—Por que tienes una cara de sueño increíble.

—Tú tienes una cara de petero y no te mando a trabajar. —respondí.

Este solamente sonrió y saltó una pequeña carcajada al escucharme.

—Es mi petero. —llegó mi padre detrás de él, para darle un beso— Pero me gustó como lo dijiste.

—¿Y qué harás para tu cumpleaños, hijo? —preguntó mi padrastro.

—No quiero hacer nada, solamente pasarlo aquí, no quiero hacer nada.

—Mmm... —suspiró mi padre— Por lo menos no llegó tu madre para jodernos el día de nuevo...

—Ni siquiera es mi madre. —chasqueé mi lengua— Hoy no voy a ir al trabajo, arreglé con el jefe y me dio día hoy, así que... Estaré en mi cuarto si quieren algo.

—¿Y si llega a venir Hoseok? —preguntó mi padrastro— ¿Lo mandamos a la mierda?

—Pasará sobre mi cadáver si quiere llevarse a mi mocoso de mis brazos. —habló mi padre entre risas.

—No vendrá él, ni nadie.

Dije por último antes de subir a mi cuarto, tirarme sobre la silla y ponerme a oír música.

Mis padres han bromeado con Hoseok desde que él se había quedado a dormir aquí, hace tres meses. Mes exacto en dónde adopté a mi lindo gatito que estaba durmiendo lo más tranquilo (que yo) sobre mi consola.

También el mismo tiempo desde que las cosas con él, habían mejorado, por mi punto de vista.

Nos volvimos muy amigos, muy para mi espera, casi como mejores amigos, digo casi porque no encuentro otra palabra para definirlo. Nos pegamos más hasta llegar al punto de tener a una mascota en común, como lo es Raichu (el nombre de mi gato).

Por más ''amigos'' que pudiera ser, nunca dejé de pensarlo en la misma manera que me atrajo, la primera vez.

Presiento que ambos nos estamos mintiendo al definirnos como ''amigos'', vamos, joder, ambos sabemos que nos queremos comer entero pero tenemos que quedarnos sin hacer absolutamente nada para que ambos no corramos riesgo de ser perjudicados en el ámbito médico.

No le doy tantas vueltas, me gusta demasiado, pero no haré nada porque temo a que repita la misma historia. Por ende, no lo demuestro.

Quisiera demostrar lo bien que me hace verlo en una esquina del patio cuando termino de trabajar, esperándome ahí para simplemente alcanzarme hasta mi casa, dándome un simple detalle todos los días.

smile ¡! th + vhWhere stories live. Discover now