46. Golpe de realidad

1.5K 105 0
                                    

Maratón 6/10

Capítulo 46: Golpe de realidad

Al cabo de dos hora he recorrido dos veces todos los pasillos de Osadía habidos y por haber. He ido a su habitación, la cual estaba vacía; he buscado en cada recoveco de cada pasillo; he ido al comedor y a la sala de entrenamiento, pero no he encontrado ni rastro de Eric. Una hora después, el sueño y el cansancio hacen que me apague poco a poco. Si algo me ha quedado claro es que Eric no está en el complejo.

Durante las tres horas que paso buscándole me da tiempo a darle vueltas a muchas cosas. Entre ellas, llego a la conclusión de que no podemos irnos sin más. Si es cierto que planean acabar con los todos los Divergentes, entonces no puedo abandonar a Uriah a su suerte y dejar que lo maten.

Y no solo porque sea mi amigo. El caso de Uriah me ha hecho darme cuenta de que posiblemente yo no sea la única divergente en la facción. Recién incorporados a la facción, padres y madres de familia, a lo mejor incluso niños... Tal vez sea cosa de mi lado más abnegado, pero no puedo dejar a la gente así, sabiendo que van a morir.

Decido buscar por fuera del complejo, en dirección al cuadrante Norte, dónde él me había indicado que le esperara. La oscuridad baña el exterior, al igual que el silencio. Me autoabrazo para protegerme del frío mientras avanzo con cautela entre las sombras de la noche.

Mantengo mis sentidos bien alerta de cualquier movimiento sospechoso y me alerto ante cualquier pequeño ruido que invade el silencio. La mayoría son cosa de los gatos salvajes y las ratas, pero aún así permanezco atenta.

De repente, una mano envuelve mi muñeca y estira con fuerza, hundiendome en las sombras de debajo de una de las escaleras de incendio. Como acto reflejo, pego un puñetazo que resulta impactar contra algo duro.

— Auch— escucho quejarse mientras la mano me suelta.— ¡M!— me recrimina.

Finalmente, mis ojos se adaptan a la nueva oscuridad y reconozco la figura de Eric, el cual tiene una mano sujetandose la mandíbula , justo donde ha impactado mi puño.

— Lo siento— susurro entre dientes.— Ha sido involuntario.

— Si, ya, claro...— es lo único que consigo entender de lo que farfulla entre dientes, aún con la mano en la boca.

Observo en la oscuridad mientras Eric se recupera del golpe. Al fondo, al lado de la escalera, veo dos grandes bolsas y un par de armas. Además, justo al lado de las bolsas, consigo distinguir dos pistolas más pequeñas.

— Bueno, ¿estás lista para irnos?— anuncia Eric.

— Respecto a eso...— me planteo dos veces si quiero decir lo que he estado pensando. Sé que a Eric no le va a hacer gracia. De hecho, sé que le va a enfadar bastante. Aún así, me decido a decírselo igualmente:— No creo que debamos irnos así sin más.

— ¿Como?— a pesar de la oscuridad puedo distinguir como sus facciones se endurecen y frunce el ceño.

— He estado hablando con Uriah— me apresuro a explicar— y él también es Divergente. No puedo dejarlo, Eric.

— No pienso llevarme a ese baboso mocoso con nosotros.

— ¡No es solo por él, Eric!— le replico— Estoy segura de que hay mucha más gente en Osadía como él, como yo. No puedo irme y dejarlos sabiendo que mañana cuando despierten morirán. No está bien.

Eric no responde. Se que no le está haciendo gracia lo que le estoy diciendo, pero aprovecho su mudez para contraatacar:

— Sé que no seré yo quien dispare la bala mañana por la mañana, pero saber que pasará y no hacer nada al respecto... Seré tan culpable como el que apriete el gatillo.

Eric sigue sin responder. Le dejo que asimile todo lo que acabo de decir y el hecho de que no haya dicho nada todavía me da esperanzas de hacerle cambiar de parecer.

— Me dan igual el resto de personas— sentencia finalmente, y algo en mi se quiebra—. Solo me importa lo que te pase a ti. Nos vamos.

— ¿Que? ¿Pero es que acaso no me has escuchado?

— Si, te he escuchado. Pero no hay nada que podamos hacer por ellos. No podemos llevarnoslos a todos. No podemos salvarlos a ellos, pero podemos salvarnos nosotros. Así que coge una bolsa y empecemos a andar. No podemos perder el tren.

— ¡Eric!— me quejo. Sin embargo, él no me hace caso y empuja una bolsa contra mi pecho, la cual cojo con ambas manos.— Tal vez podríamos avisarles, no sé... Al menos intentarlo.

Veo como la figura de Eric se adentra de nuevo en la oscuridad de debajo de la escalera para coger más cosas y lo pierdo de vista entre las sombras, pero continuo oyendo su voz:

— M, he dicho que...

Se oye un sonido metálico golpeando algo. No le doy importancia, pues seguramente se habrá dado con la escalera, y espero a que termine la frase... Pero la frase nunca termina.

— ¿Eric?— pregunto preocupada.

Siguiendo sus pasos, me adentro yo también en las sombras para saber qué ha pasado.

— ¿Eric?— vuelvo a preguntar.

Pero antes de recibir respuesta, sin oír nada ni percibir nada, recibo un fuerte golpe en la nuca. Caigo al suelo y me doy en la frente con alguna parte de la escalera de emergencia. Antes que de pueda reaccionar, todo se vuelve negro a mi alrededor y, aunque lucho sin ningún resultado, pierdo el conocimiento poco a poco.

SOMETHING BETTER~DIVERGENTE (Eric Fanfic)// TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora