13. La voz del pasado (I)

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Capitulo 13: La voz del pasado (I)

Durante esta semana, Eric ha dejado de aparecer por las tardes, como siempre hacia antes para ayudarme. Ya solo le veo cuando se pasa a vernos en los entrenamientos, y no es muy a menudo. No le he podido dar las gracias y empiezo a creer que me evita. Puede que sea por lo que le que dije... Por mucho que intento no darle importancia, siempre termino dándole mil vueltas al asunto. Me propongo tratar de no pensar en ello durante el día de hoy.

Espero que sea un día relajado, ya que solo vamos de visita a la valla. Cogemos el tren mas temprano hacia las granjas de cordialidad, aunque saltamos antes de llegar a la valla y vamos andando hasta ella. Todos subimos y bajamos sin problemas del tren, ya estamos acostumbrados.

Durante el trayecto en tren alguien pregunta:

-¿Qué crees que habrá ahí fuera? Vamos, al otro lado de la valla.

-Granjas de Cordialidad -respondo yo, encogiéndome de hombros.

-Sí, pero me refiero a... más allá de las granjas. ¿De qué protegemos a la ciudad?- pregunta Al.

-¡De monstruos! -responde Christina moviendo los dedos delante de su cara.

Pongo los ojos en blanco.

-No hemos tenido guardias cerca de la valla hasta hace cinco años -dice Will- ¿No recuerdas que los polis de Osadía patrullaban el sector de los abandonados?

La conversación continua pero yo ya no hago caso. Me quedo mirando por la puerta, el paisaje: un mar de edificios abandonados y en ruinas, que vamos dejando atrás, y una imponente valla que cada vez esta más cerca.

Yo también me hacía la misma pregunta que ellos: ¿que había realmente tras las granjas de Cordialidad? Aunque creo que no por la misma razón. Seguramente lo suyo sería pura curiosidad, incertidumbre o miedo. Pero lo mio era diferente. Yo no tenia miedo, pero si curiosidad. Aunque un tipo de curiosidad diferente. Curiosidad por descubrir mi pasado, mi origen. Quería saber de donde venia y porque aparecí en las granjas de Cordialidad con tan solo 5 años y sin ningún recuerdo. Nunca me he agobiado por no tener la respuesta a esas preguntas, pero si era cierto que tenía muchas ganas de saberlas. Johanna era mi familia y no necesitaba más. Pero ahora tampoco la tenía a ella. Ahora no tenía a nadie.

Tenia claro que no me arrepentiría de mi decisión de abandonar Cordialidad. Mi teoría es que a toro pasado de nada vale arrepentirse, ya que eso no cambiara las cosas ni la decisión que ya tomaste. En cambio, si tenía que reconocer que añoraba Cordialidad. Añoraba las tardes en los campos con Jodie y Logan, ¿que habría sido de ellos? También añoraba las noches en la hoguera con Johanna, ¿me extrañaría ella tanto como yo lo hacía? Pero no era momento de empezar a rememorar el pasado. Era el momento de centrarse en el presente; centrarse en pasar la iniciación.

Cuando bajamos, Cuatro nos conduce a la puerta, que es tan ancha como una casa y se abre a la carretera agrietada que conduce a la ciudad. Recuerdo esta puerta muy bien, la habré cruzado miles de veces. Cuando estaba en Cordialidad la teníamos que cruzar para llegar a clase, a veces lo hacíamos en bus y otra andando. Un pellizco en el estomago me recuerda que no es bueno recordar eso momentos, que solo me distraen y me hacen débil; vulnerable ante el tiempo.

-Si no quedáis entre los cinco primeros al final de la iniciación, seguramente acabaréis aquí -explica Cuatro al llegar a la puerta-. Una vez que te conviertes en guardia, hay posibilidades de ascender, pero no muchas. Normalmente, los que de jóvenes vigilan la valla siguen haciéndolo hasta el final.

-¿Cuál fue tu puesto en la clasificación? -pregunta Peter a Cuatro.

Aunque esperaba que no contestase, el instructor mira a los ojos a Peter y responde:

-Fui el primero.

-¿Y elegiste hacer esto? -pregunta de nuevo Peter, con ojos como platos, redondos y verde oscuro; me parecerían inocentes si no supiera lo mala persona que es-. ¿Por qué no fuiste a trabajar para el gobierno?

-No quise -responde él sin más. Eric, que también había venido con nosotros, no dice nada. Pero noto como se tensa y aprieta los puños. Si el puesto de Cuatro fue el primero, ¿cual fue el suyo? Nadie se atreve a preguntárselo. Y yo no iba a ser menos. Tampoco me interesaba demasiado....¿o si? Había llegado a un punto en que ya no sabía si me importaba de verdad Eric o no. Solo sabía que lo que el decía y hacía me afectaba. Me afectaba mucho mas de lo que me gustaría. ¿Hasta que punto me importaba su opinión sobre mi?

Nos detenemos al lado de la puerta, y unos cuantos guardias nos miran, aunque no muchos; están demasiado ocupados tirando de las puertas (que son el doble de altas que ellos y varias veces más anchas) para dejar pasar un camión.

El hombre que lo conduce tiene sombrero, barba y esboza una sonrisa. Lo conozco, se llama Finn. Se detiene al entrar y sale del vehículo. La parte de atrás está abierta, y en ella, sobre las pilas de cajas, van sentados unos cuantos cordiales. Me asomo a las cajas: llevan manzanas.

-¿Miare?- pregunta una voz familiar des de el camión.


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Hey, here!

Capítulo un poco aburrido, I know it. Pero es que lo he tenido que dividir en dos porque si no se hacía demasiado largo. Este capítulo esta mas enfocado hacia las dudas de M: su pasado, su origen, sus sentimientos hacia Eric... Estoy segura de que la segunda parte os resultara mas interesante. ¿Quien sera la voz familiar del camión....? Los descubriréis en el siguiente capítulo: La voz del pasado (II). To be continued ;) 

Actualizaré pronto, I promise it😁✋. Lo subiré esta tarde, si todo todo va bien.

Nos leemos~

Smiling.

SOMETHING BETTER~DIVERGENTE (Eric Fanfic)// TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora