SOMETHING BETTER~DIVERGENTE (Eric Fanfic)// TERMINADA

27. Aventura en la azotea

Capitulo 27: Aventura en la azotea

Os juro que si no fuera porque mi mandíbula no da para más, mi boca estaría ahora mismo tocando el suelo.

De acuerdo, yo no era una buena mentirosa,  eso estaba claro. Pero aun así, estaba completamente en shock.

El sudor frío que antes empapaba solo mis manos, ahora lo hacía por todo el cuerpo.

Mi corazón latía a trescientos por hora. Eso no podía ser sano.

Un día perfecto. Primero la simulación y ahora esto. Lo que me faltaba para rematar el día.

No estaba segura de si Eric correría a decírselo a los demás líderes ya o se esperaría un poco más para torturarme y verme sufrir un rato. Lo que tenía claro era una cosa: ese era mi fin.

Estaba demasiado inquieta y nerviosa, no podía seguir sentada en la camilla sin hacer nada. No lo aguantaba.

Me levante de la cama y me dispuse a salir corriendo, aunque no supiera a donde.

Mi instinto me gritaba, y bien alto, que huyera. Que huyera lejos, tal vez de vuelta a las grajas de Cordialidad o con los abandonados. A algún lugar donde me sintiera segura. Porque desde luego allí ya no lo estaba.

Vale, tal vez estuviera reaccionando de una manera un tanto exagerada y prematura, pero era lo que sentía en aquel momento: unas ansias terribles de huir de una muerte que en ese preciso instante me parecía inevitable.

En cambio, mi mente intentaba impartir en mi un poco de seguridad y pme rogaba que fuera paciente. Puede que Eric, a ojos de todos, fuera malo; pero no a los míos. Estábamos hablando de la persona que me había salvado de Peter y de la misma que luego me acorraló contra una pared y me planto el mejor beso de vida. Aunque tampoco es que hubiera besado mucho como para tener opciones entre las que elegir.

Y por eso, mi mente creía que lo mejor era esperar, averiguar si de verdad lo sabía o solo era un farol y observar sus próximos movimientos.

¿Pero y si esperaba demasiado y cuando quisiera salir corriendo ya era demasiado tarde?

Mi cabeza no dejaba de darme vueltas y no tenía claro lo que debía hacer. Si algo me caracteriza es que soy tremendamente indecisa.

En vista de mi caos mental, decidí que lo mejor era subir al único lugar de todo el complejo donde me sentía libre y segura; la azotea.

Tan solo había estado allí un par de veces, pero sin dudarlo, era mi lugar favorito de todo el complejo de Osadía.

Al levantarme de la cama me mareé durante unos segundos, seguramente por el hecho de que no había comido nada en toda la mañana. Pero rápidamente recuperé el equilibrio.

Ande hasta la puerta de la enfermería, todavía perdida en mis pensamientos. Y al parecer iba tan perdida y distraída en ellos que no me di cuenta de que alguien intentaba entrar a la vez que yo salía.

Mi cuerpo chocó contra algo duro, lo que me hizo bajar de las nubes por unos momentos.

— ¡M! ¡Por fin te encuentro!—me saludó Uriah. Él era el “algo duro” contra lo que había chocado. —Madre mía, ¿dónde te habías metido? Te he estado buscando por todo el complejo. —empezó a hablar Uriah acelerado sin dejarme explicarme— Cuando Cuatro me ha llamado pensaba que tu ya habías terminado. Pero cuando yo he salido la gente me ha dicho que no te habían visto salir. Ni a ti ni a Eric. Ha sido todo muy raro—se queda pensativo unos momentos. Abro la boca para comenzar mi explicación pero la vuelvo a cerrar cuando me doy cuenta de que Uriah sigue hablando— ¿Se puede saber que ha pasado? ¿Y qué hacías en la enfermería?