10- Sentimientos encontrados y hormonas

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ADONIS

-¡Hola Donita! -dice una Annabeth sonriente y se lanza a mis brazos para besarme, pero yo no reacciono.

¿Qué mierdas haces aquí, Annabeth?

-Annabeth, ¿qué haces aquí? -pregunto con una sonrisa más falsa que el "sí entendí" en clase de matemáticas.

-Pues, te dije que volvería pronto. Nos quedó algo pendiente la última vez -sonríe con coquetería.

Jane que se estaba protegiendo tras mi espalda, saca su rostro de su escondite y carraspea muy bajo.

-Oh, tú debes ser alguna de sus primas. Me llamo Annabeth.

Jane frunce el ceño levemente, pues no nos parecemos en nada.

-Soy Jane Robinson -le extiende una de sus manos vendadas.

-¿Jane Robinson? ¿Como la hija del boxeador fallecido?

-Sip, soy yo -dice con aparente incomodidad.

-Wow. Adonis, ¿por qué no me habías dicho que tu tío era Jack Robinson?

Jane murmura por lo bajo "rubia estúpida", pero sólo yo la escuché.

-Beth, no somos parientes. Somos -Jane y yo nos miramos por una milésima de segundo a los ojos- amigos.

Auch, eso dolió.

-Oh, ya veo -dice Annabeth siempre sonriente.

Jane se muerde el labio y chasquea la lengua.

-Sip, y estábamos en medio de algo importante, si sabes a lo que me refiero -Jane le guiña el ojo a Annabeth.

La chica parada en frente de la puerta la mira de arriba para abajo y como lleva puesto un short y mis sudaderas le quedan grandes, parece que solo eso tiene puesto y parpadea dos veces. Ahora sé que su sonrisa es falsa.

-Entiendo -dice Annabeth-. Entonces volveré otro día. Adiós Donita -dice mirándome de manera algo seductora.

Annabeth me besa otra vez, pero ahora muerde mi labio y abre los ojos cuando lo hace. Yo frunzo el ceño.

-Eeem, adiós -contesto.

-Sí, aufwiedersehen -dice Jane de brazos cruzados.

Annabeth le sonríe a mi amiga, se da la media vuelta y se va. Yo cierro la puerta y cuando me volteo, Jane está de brazos cruzados.

Mieeerda, la cosa se puso ardiente.

-¿Quién era ella? -preguntó.

Alguien que no importa, alguien que no eres tú, niña de mis ojos.

Me encojo de hombros.

-Una vieja amiga -respondo.

Jane levanta las cejas.

-Sí, se nota que son muy amigos -dice con sarcasmo.

Ruedo los ojos.

-Cálmate, Jane. Ella no es importante.

Ella suspira.

-Está bien, solo... Regresemos a la cama.

Serían mis palabras favoritas si de verdad significara lo que quiero que signifiquen.

-Ok.

Entramos a la oscura habitación y me quito la camiseta. No me gusta usar camiseta en mi habitación por algún motivo. Pero ella no se da cuenta.

Juguemos a ser papásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora