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— ¡Paulo, te dije que te lleves la llave! — Emitio abriendo la puerta y llevándose la sorpresa de que no era Paulo el que estaba del otro lado. Rápidamente se abalanzó con una sonrisa. — ¿Que haces acá?

— Paradita técnica. — Emitio con una sonrisa. — ¿Me vas a dejar pasar o tengo que esperar que Paulo vuelva a buscar la llave?

Rió antes de responder. — ¡Vení, pasa! — Emitió haciéndose a un lado para que pudiera ingresar al departamento. — ¿Porque no me avisaste que venías? ¡Podría haberte ido a buscar!

— ¡Guau, es muy hermoso, hiciste un gran trabajo con las revistas de decoración! — Exclamó examinando el lugar. — La idea era llegar como sorpresa, pero la sorpresa me la acabo de llevar yo.

— ¿Que te sirvo? Antes de que empieces con el interrogatorio.

— ¡No va a haber interrogatorio, al menos no de mi parte! — Explico mientras se sentaba en el sillón. — Me voy a conformar solo con lo que quieras que sepa.

Rió y luego respondió. — Es raro, desde que llegué a la ciudad el fue muy atento conmigo, me tendió una mano siempre que la necesite, nunca imaginé estar en esta situación con el. — La persona que la acompañaba hizo un ademán a responder pero ella no dió el pie para que lo hiciera. — ¡No lo estoy haciendo para sacarme a Joaquín de la cabeza! — Advirtió, confirmando lo que estaba imaginando. — Me pasan cosas de enserio con Paulo, me gusta estar con el, me hace sentir bien y completa. Además el me hizo entender que no necesito de alguien para estar bien, siempre me dijo que antes de querer a alguien me tengo que querer a mi misma, y eso es algo que no entendía hasta hace poco, también algo que le voy a agradecer siempre, porque me enseñó a quererme a mi, antes de querer a alguien más y sobre todo de quererlo en mi vida.

— ¿Sabes hace cuánto tiempo no te escuchaba hablar así de una persona?  ¡Mucho! — Emitio respondiendo así misma. — ¡Pensé que el brillo de tus ojos se había esfumado, pero no, me equivoqué porque ahí esta devuelta reflejando la cristalización de tus pupilas! ¡Estoy extramadamente feliz por vos! — Finalizó abrazando a Luz quien sólo devolvió el gesto con una sonrisa. — ¡Te extrañe mucho! — Emitio sin soltarla y se sintió el sonrojo en su rostro.

— ¡Yo también! — Respondió Luz con un tono al borde de quebrarse.

— Guarda está solidez para cuando llegue don celoso y realice un interrogatorio con vos y use a Paulo cómo bolsa de boxeo. — Comenzó a reír contagiando a Luz, ambas sabían que cuando Matías se entere iba a poner el grito en el cielo.

Kranevitter podía ser muy comprensivo con todo el mundo, pero era muy sobreprotector con su ex-cuñada.

— Hablando de eso, ¿En dónde está? — Preguntó Luz al notar que desde el tiempo que llego el no había aparecido.

— Se ofreció a acompañar a Dybala a comprar. — Emitio Belén cómo si fuera lo más normal del mundo.

— ¡QUE! — Exclamó rápidamente Luz. — Seguramente ya lo tiró abajo de un auto.

— ¡Tampoco es tan celoso! — Le recriminó Belén y Luz la miró con cara de "¡Dale Belén, estamos hablando de Matías! — ¡No me mires así! Tenés razón. Deberíamos llamarlo para asegurarnos de que Paulo siga con vida.

Cuando la morocha tomó el celular, la puerta del departamento de Luz se abrió y por ella ingresaron ambos jugadores con bolsas en su mano y cajas de pizza,

Rápidamente Luz se tiró encima de Matías, para terminar colgado como un koala sobre el.

— ¡Te extrañe Colito! — Emitio dejando un beso en su cachete.

— ¡Mentirosa me saliste! — Respondió el sin soltar su abrazo provocando que Luz lo mire con mala cara y lo soltará. — Mentira tonta. — Emitio abrazándola nuevamente a la fuerza. — ¡Yo también te extrañe!

Luz se debatía entre sí decírselo ahora y decírselo nunca, de todos modos se iba a tener que enterar.

— ¡Mati! — Llamo la atención del jugador, el solo la miró para que prosiguiera. — Tengo algo que decirte.

Rapidamente Belén levantó la vista u miró a Paulo quien tragó saliva dicimuladamente.

— ¿Que paso? — Preguntó serio.

Luz cerró los ojos y largo un suspiro antes de responder, pero cuando intento hablar no pudo, no porque no le salieran las palabras si no porque no podía formularlas directamente, por lo que Matías tomó la iniciativa.

— No te voy a recirminar nada, si vos sos feliz yo también lo soy. — Emitio dejando un beso en su frente y tomando por sorpresa a todos incluso su novia.

— ¿Vos estás bien o qué te pasó? — Preguntó Belén sin poder creerlo.

— Digamos que tuve una extensa charla con Paulo y me aclaro un par de cosas. — Emitio abrazando a Belén mientras miraba a Luz que seguía en un transe de asombro.

Nadie dijo nada, Matías y Belén decidieron ponerse cómodos antes de almorzar mientras que Luz se quedo pensando en lo que acaba de pasar.

— ¡Perdón si tomé el atrevimiento de decírselo! — Emitio a sus espaldas mientras ella miraba la ciudad desde el balcón. — Pero se lo importante que sos para Matías, prefería decírselo yo a que se entere por otros y sea peor, no quería que él se moleste ni que tampoco mal intérprete las coaas.

Rápidamente Luz le tendió el brazo para que se acercara y lo abrazo por la espalda.

— ¡No estoy molesta! — Emitio mientras lo miraba de pefil. — Es más, lo que hiciste no lo hace cualquiera Paulo. Enfrentarse a Matías es algo complicado, más porque nunca se sabe cómo va a reaccionar.

— Llegue a pensar que cuando se lo decía iba a tirarme abajo de un auto, pero no, reaccionó lo más bien, me aconsejó en cierta forma, me dió una lista de las cosas que no tengo que hacer aproximadamente, lo que más me sorprendió fue escuchar la forma en lo que describe lo importante que sos para él Luz.

Luz sonrió con nostalgia antes de responder. — Cuando Matías era novio de mi hermana, le prometió a ella que siempre iba a cuidar de ella y de mi, es el día de hoy que no están juntos y Matías es capaz de escalar el Everest por nosotras dos, a veces agradezco tanto a la vida tenerlo en mi camino, que te acepté como lo hizo es importante para mi. No voy a preguntarte que hablaron, solo quiero saber si estamos de enserio comprometidos en esto Paulo, porque que el sepa de una relación implica de que para mí las cosas van enserio y que no son un juego.

— Luz, estamos juntos en esto. —Emitio el cordobés con una sonrisa y ella rápidamente lo beso con otra sonrisa en su rostro.


Hola, espero que les guste. Espero sus críticas, cuando me levanto subo otro cap, un beso.

PERFECTA • Joaquín Correa • [Wattys 2018]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora