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Suga daba lentas y gentiles embestidas a su esposo. Se tomaba su tiempo, no quería sólo sexo. Quería hacerle el amor a Jimin. Demostrarle cuánto lo había extrañado todos esos meses sin él. Las piernas de Jimin estaban envueltas en la cintura del mayor quién aún le aguantaba las manos sobre su cabeza en la cama. Aquella imagen era demasiado para Yoongi. Ver al menor jadeando con sus labios rojizos entreabiertos, sus ojos cerrados, su piel cubierta por una fina capa de sudor y con el ceño fruncido era simplemente erótico.

-Jimin,... mirame.-pidió él con su respiración agitada y grave voz.

-No...-contestó avergonzado.

-Jimin, mirame.-ordenó con firmeza esta vez tomando su miembro y apretandolo un poco mientras lo estimulaba, dejando a Jimin sin más opciones que obedecer- Casemonos otra vez.-propuso.

-Suga.-gimió- N...nunca nos separamos.-.

- No importa. Casemonos.-insistió mientras que sus embestidas se hacían cada vez más profundas en el cuerpo de su esposo provocándole un gruñido.

-Casemonos, conviértete en el Señor Min.-sonrió besando sus labios.

Se entretuvo con ellos. Los besó, los mordió y jugó con ellos a su gusto. Jimin se estremeció bajo el cuerpo del mayor tras sentir sus embestidas más profundas en su interior. Gimió interrumpiendo el beso y echó su cabeza hacia atrás permitiéndole acceso a su cuello. Al cual no tardó en atender. Dejó un rasto de marcas rojizas por toda la extensión hasta sus clavículas. Jimin era suyo. No le volvería a dejar jamás. Era su esposo y le había dado dos hermosos hijos. Se aseguraría de que todos lo supieran de ser necesario. No estaba dispuesto a dejar que nadie lo quisiera.

En un ágil movimiento, Suga salió de su interior y el chico soltó un leve quejido en protesta. Lo tomó de la cintura y lo volteó dejando su cadera levantada y su pecho contra la cama. Sin permitirle la palabra, se adentró bruscamente en él esta vez en su punto. El cuerpo de Jimin tembló tras el escalofrío que le había proporcionado. Decidió morder la almohada para silenciar sus gemidos pero a su esposo no le gustó. Retiró la pieza tirandola a alguna parte de la habitación para poderlo escuchar.

Se inclinó hacia delante para tener mejor acceso y ambos perdieron la cordura. Ambos gemian y gruñian en la habitación disfrutando de tan placentera acción. Park sintió sus piernas débiles, no podía sostenerse más. El peculiar cosquilleo apareció por lo bajo de su abdomen y llegó al orgasmo acompañado por Suga unos minutos después. Tras salir de su interior, se acostó con Jimin de espaldas a él. Besó su hombro y acarició su cadera contemplando su figura desde atrás.

-¿No te gustaría que te llamaran Min Jimin?-insistió haciendo sonreír a su somnoliento esposo.

-No dejarás de inisistir. ¿No?-inquirió.

-No.-Jimin rió.

-Esta bien.-sonrió entrelazando su mano con la de Suga para atraerla a sus labios y luego besarla.

-Creo que puedo lidiar con "Min Jimin".-bromeó.

-Te amo, enano.-.

-Y yo a ti, amor.-.

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❤👐 Gracias por leer, recuerden comentar y votar. Ya sé, ya sé, me tardé. Estaba ocupada con la escuela. Ahí está su limón. 👐❤

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