El acuerdo © |TERMINADA|

#44 No quiero perder a más personas.

—¡Aprobé! —ella corre hacia mi, da un salto y me abraza colgandose de mi cuello y colocando ambas piernas alrededor de mi cadera— ¡Aprobé!

—Es genial, te lo dije —se suelta de mi cuello, me da un beso en la mejilla y baja— Hay que celebrar —ella está por decirme algo pero unos chicos se acercan.

—Ey Juli ¿te parece si salimos a celebrar? con los chicos iremos al bar Feeling. Al que fuimos para el cumple de Roberto ¿recuerdas?

—Sí sí, me acuerdo pero tengo planes —dice ella sonriendo.

—¿Con tus amigas? —¿pero que tanto pregunta este idiota?

—Conmigo tiene planes —hablo adelantandome a Julieta.

—Ya veo, bueno puedes venir si quieres con él tu... —se queda pensando qué decir por que aparentemente no sabien quién soy.

—Su esposo —digo con una sonrisa triunfante. El grupo de chicos se miran incómodos.

—No sabía que te casaste.

—Sí, me casé hace dos meses atrás, no tuve tiempo de contarles. Pensé que se habían dado cuenta por el anillo pero veo que no.

 —Bueno si quieren pueden ir esta noche al club —que manera de insistir por Dios.

—Cualquier cosa te aviso —habla ella.

—Está bien. Adiós —él y sus amigos se van y ella los saluda con la mano.

—Insistente tu amiguito —sí, ya sé parezco un adolescente pero no me gusta la compañía de su amiguito—¿Tuviste algo con él? Porque si es así, que mal gusto tienes —me siento algo ansioso a escuchar un no de mi pregunta, no quiero imaginar el por qué.

—Sólo es un amigo, ellos son compañeros de clases —dice ella tranquila y se ríe— ¿Celoso?

—¿Yo? Para nada —no son celos, es...es...ahh no lo sé.

Abro la puerta del copiloto para ella y rodeo el auto para subirme.

—Eso quiere decir que no te importaria que tuviera algo con él —siento que me hierve aún más la sangre, aprieto el volante, y por más que quiera ocultarlo siento celos.

Sonriendo falsamente le respondo que no, ella se pone seria y asienta con la cabeza. Durante el viaje hay un gran silencio incómodo. Cuando llegamos a casa ella abre rapidamente la puerta y sale como enojada del auto, me apresuro a salir.

—¿Te pasa algo? —logro gritarle pero ella no responde y sigue caminando.

Llega a la puerta y abraza a Rosa cuando esta abre la puerta. Se escuchan risas y aplausos de parte de mi nana. Olvidando el tema de los celos sonrío y me acerco a ellas.

—Hay que celebrar esto mis niños —habla Rosa muy entusiasmada.

—Por supuesto ¿qué les parece pizzas y cervezas? —habla ella alegre.

—Pero que doctora más sana —ironizo, ella ríe con mirada complice a Rosa.

—Bueno mi niña, digamos que me adelante porque sabía que ibas a aprobar, preparé su comida favorita y las cerevezas están en la heladera.

—Ay Rosa ¿qué voy hacer contigo? —digo mirándola y negando con la cabeza

—No harás nada porque Rosa es la mejor —ellas se abrazan y me sacan la lengua cosa que me hace reír.

—Bueno vayan, lavense las manos asi comemos —obedecemos a Rosa y subimos.

Bajamos las escaleras y vamos a comer. El olor de la pizza inunda mis fosas nasales cuando entro a la cocina. Rosa está cortando la pizza, tomo un cuchillo y lo hago más rápido. Julieta toma las cervezas y las lleva a la sala donde comeremos, Rosa lleva los vasos y servilletas, y yo llevo las pizzas.