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La fiesta de cumpleaños de Lili había comenzado, y se encontraba ella ahora jugando con algunos de sus compañeros. En los últimos meses había conseguido ser un poco mas social entré sus compañeros y había creado algunas amistades, aunque jamás se haría amiga de las niñas que solían molestarla.

Farkle había estado en la entrada vigilando a cada uno de los invitados. Maya estaba junto con Riley hablando con la madre de Lucas sobre el embarazo, lo que a Maya le incomodaba, pues había establecido que no hablaría del bebe ese día, aunque no estando Lili alrededor la dejaba un poco mas tranquila.

—Me vas a explicar ahora lo que pasa— le dijo Farkle a su amigo cuando entro por la puerta. Lucas sostenía un gran pastel y se dirigia a la cocina para poder refrigerarlo.

—Ni siquiera se yo lo que pasa, solo sigue cuidando la entrada— Farkle asintió. Por la preocupación que su amigo demostraba, era mejor seguir vigilando, debían de estar atentos a cualquier situación que pudiera derrumbar la felicidad qué habían creado.

Lucas guardó el pastel en el refrigerador de quedo unos segundos en silencio pensando. ¿Porqué tenía que volver? Tanto el como Lili ahora eran felices y esa mujer quería arruinar su felicidad. También pensaba en Maya y el bebé, de cierta forma, y conociendo a Maya, la noticia de que la madre de Lili había regresado estaba seguro que no le caería nada bien.

—¿Estas bien?— pregunto Maya. Había ido a la cocina para beber un poco de agua y alejarse un poco de Riley y sus preguntas.

—Si— Lucas suspiro agobiado. Maya no le creyo pero no quería preguntar e que sucedía, había días donde ella necesitaba espacio y Lucas siempre se lo daba, ahora era su turno.

—Sabes que puedes decirme lo que sea— lo miro directamente a los ojos, tratando de entender si era algo bueno o malo lo que ocultaba.

—Gracias— el la abrazo. Tomó por sorpresa a Maya, pero después correspondió. Ahora sabía que no era algo bueno lo que ocultaba. Solo esperaba que lo que fuera no arruinara la fiesta de Lili, la pequeña no tenía porque sufrir en un día como este.

(...)

El reloj habían avanzado de una forma muy lenta para Lucas. Quería que la fiesta terminara, pero apenas eran las cinco treinta y siete y conociendo a los amigos que había invitado se quedaría por lo menos hasta las diez.

Solía estar ajeno a las conversaciones a su alrededor y no se había separado de Maya en ningún momento, la sostenía de la cintura y la seguía a todos lados. Quería hacer lo mismo con Lili, pero la pequeña se encontraba jugando con Toby y varios de sus compañeros de clase, incluso estaba Eric, pero Lucas estaba centrado mirando cada movimiento que la pequeña hacía, no había momento en que sus celos de padre salieran a la luz.

—Papá— Lili había dejado de jugar y se había acercado hasta su padre.

—¿Sucede algo?— la miró con cierta nostalgia en sus ojos. No quería perderla. Sin pensarlo la abrazo, se iba a poner a llorar en ese momento, pero no quería llamar la atención de lo que ya lo había hecho toda la tarde.

—¿Puedo soplar ya las velas? Ya se que deseó pedir— Lucas asintió.

—Ire por el— Lili le sonrió y ahora fue ella la que lo abrazo. La pequeña también tenía un presentimiento de que algo iba a pasar, pero no estaba segura si sería algo bueno o malo.

Lucas entro a la casa y saco el pastel que había refrigerado. Al regresar al exterior ya todos se encontraban rodeando a la pequeña Lili que estaba apoyada en una mesa, repasando mentalmente su deseó. Solo esperaba que en alguno momento se cumpliera. Su padre colocó el gran pastel delante de ella, Maya fue la encargada de colocar seis velas y encenderlas.

Buscando a Mamá (BAM#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora