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La mañana era fría y las personas comenzaban a ir a sus trabajos

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La mañana era fría y las personas comenzaban a ir a sus trabajos. Una pequeña niña trataba de atar las agujetas de sus pequeñas botas. Trataba de recordar como su padre le había enseñado, pero el conejito no era sencillo de hacer.

—¿Que haces nena?— la pequeña niña giro su pequeño cuerpo y miro como un padre bajaba las escaleras luchando con atar la corbata que se encontraba en su cuello. La niña miro sus botas, donde las agujetas se encontraban desatadas. Dándole una señal de cual era el problema al que se enfrentaba. —Ya veo, ven aquí.

El chico se sentó en las escaleras. La pequeña se acerco, elevo su pie y el empezó atarlas, recordandole como hacerlo. Dictando con cada movimiento. La pequeña lo miraba con una leve sonrisa, tratando de recordar aquellos pasos para volver a repetirlos cuando lo volviera a requerir.

—Gracias— la pequeña beso la mejilla de su padre y se fue corriendo por su mochila. El teléfono de la casa sonó haciendo que el chico se levantara y fuera atender.

—¿Hola?—pregunto cuando tuvo el teléfono en sus manos. Era extraño que hablaran por el teléfono fijo de la casa, al menos que se tratara de algún familiar del personal que trabajara ahí.

—Hey amigo ¿Vamos a salir hoy?—fue a un mas extraño que su mejor amigo llamara ahí. Fue ahí donde recordó lo que había pasado con su teléfono celular, lo había perdido dos noches atrás cuando salio de un bar con una linda morena en sus brazos.

—No creo la niñera de Lili renuncio— las niñeras que solían trabajar para el por las noches solían renunciar después de haber solo trabajado una noche, no entendía el porque, pero trataba de hacer las ofertas de sueldos mas mas tentadoras si se dedicaban a cuidar a la pequeña prácticamente todo el día, pero nadie parecía aceptarlo, comenzaba a creer que todo era plan de su hija.

—Pues consigue otra.

—¿Crees que es sencillo?, ademas, ¿Porque tanto interés en que valla?

—Bueno, es que quería presentarte a algunas chicas— ambos sabían que era lo que querían, ambos estaban ansiosos por salir de nuevo.

—Sabes que no estoy pensando en conseguir novia.

—Lose, por eso solo serán de una noche.

Ambos chicos rieron. Puede que Lucas sea un chico con una responsabilidad enorme, pero era un padre soltero, de corta edad, que aun tenia una esencia de aquel adolescente que no pudo ser. A veces quería ser un padre responsable, pero su deseo de estar con otras mujeres para satisfacer sus necesidades era mas grande.

—Buscare la manera de ir— Farkle corto la llamada. Sus ojos se posaron en su pequeña hija Lili quien estaba guardando unos peluches en su mochila, la amaba y sabia que estaba mal dejarla para ir con sus amigos de fiesta, pero nuevamente aquellos instintos siempre lo dominaban —Vamos enana— informo a su hija.

Lili cerro su mochila, la colgó en su espalda y corrió para alcanzar a Lucas. Tomo su mano y ambos salieron de casa. Rumbo a la empresa que el joven manejaba a su poder. Seria joven, pero manejaba una de las empresas constructoras mas importantes, todo para consentir a su hija, era la forma en la que compensaba aquellas salidas nocturnas.

(...)

—Creo que es momento de darme por vencida—Maya continuo lavando los platos mientras su tía limpiaba la mesa.Su desayuno matutino había terminado hace unos minutos y ahora arreglaba el lugar.

—Tranquila cariño, ya veras como pronto conseguirás un trabajo— Maya sonrió de lado. Ojala, pensó. Llevaba ya unos días desempleada, aunque no le faltaba nada se sentía como una intrusa en casa de su tía sin ayudarla a sustentar los gastos de la casa.

Aquella pequeña tienda de ropa en la que solía trabajar noto que no generaba las ganancias necesarias para tener empleados, así que con una linda carta la habían despedido.

—Veré que puedo conseguir hoy— la esperanza se mantenía viva.

—Suerte con eso, debo irme— su tía se acerco y la despidió con un beso en la mejilla.

Cuando Maya termino con los platos decidió arreglarse para comenzar con la rutina de buscar trabajo, cosa que resultaba imposible, pero no regresaría a un lugar donde estaba segura que no le darían una segunda oportunidad, ni siquiera rogando por ello.

Decidió por usas unos pantalones , una ramera y un gran abrigo, sin duda era uno de los días mas fríos. Se coloco sus botas y tomo su bolso. Por alguna extraña razón se sentía bien, tenia un presentimiento, como si el destino lo dijera que estuviera atenta a cualquier cosa, pues algo bueno vendría.

Caminaba por las calles de Nueva York, miraba detenidamente como se mantenían tan ajenos a la presencia de otros, todos sumidos en sus propios asuntos, tal vez ella aun no era consumida por aquellas nuevas tecnologías que cortaban la comunicación, se sentía diferente al resto, y amaba serlo.

Mientras venia cuestionándose sobre la vida de los demás detuvo en el momento que vio un anuncio fuera de una tienda de ropa, necesitaba personal, tal vez esa era la señal que ella necesitaba. Ademas tenia experiencia en el asunto; con algo de suerte seria contratada al instante.

(...)

Lucas había estado ocupado llamando a niñeras que pudieran cuidar de su hija, pero hasta ahora no había tenido éxito en su búsqueda. La larga lista de números que había estado recolectando por anuncios habían llegado a su fin. En este momento Katie entro a su oficina, ella era su secretaria, la cual dentro de unos pocos meses se jubilaba. Traía unos papeles e mano.

—¿Podría firmar estos papeles?— Lucas asintió. Tomo una pluma y le extendió la mano para que le pasara los papeles.

—Katie, ¿Tu conoces alguna niñera?— Katie se quedo pensando. No conocía alguna que se dedicara específicamente a ello, pero conocía cierta chica que si lo podría hacer.

—Si, creo que si, ahora le confirmo— Katie salio de la oficina para marcarle a su sobrina, tal vez a un no conseguía un empleo.

Buscando a Mamá (BAM#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora