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Ocho

"La primera vez que besó a un niño, nunca, nunca amó, camina por una carretera con curvas, se siente tan frío."

-First Time He Kissed A Boy ; Kadle Elder

"Subamos a la camioneta." Decidió Louis cuando vio apagarse las luces de la casa. Los dos habían estado sentados, ocupados, esperando que su madre se bloquee.

"¿A dónde vamos?" Preguntó Harry. Louis se levantó, la mano todavía entrelazada con la de Harry mientras lo sacaba del arbusto. Louis se encogió de hombros, caminando hacia su vieja camioneta Pick-up y mirando a Harry.

"A un paseo." Dijo simplemente, con una pequeña sonrisa en su rostro. Harry frunció el ceño pero asintió, poniendo toda su confianza en Louis.

Louis se sentó en el asiento del conductor mientras Harry subía al de copiloto, ambos se doblaron antes de que Louis pusiera en marcha la camioneta (las llaves ya estaban en la camioneta, Harry quería sermonear a Louis pero sentía que ahora no era el momento).

Louis estaba tarareando una melodía que Harry no podía nombrar, el sonido calmó sus nervios en gran medida. Sus piercings brillaban en las farolas que brillaban con un tono naranja, iluminando los caminos vacíos. Harry golpeó sus dedos contra el asiento, uno por uno sus dedos tocaron el cuero.

"Realmente lo siento por eso." dijo Louis después de un momento. "No pensé que esta noche sería tan malo, honestamente."

"Está bien." Harry aseguró, el sonido del motor enviaba vibraciones por todo el automóvil mientras hablaba. Louis asintió, lamiéndose los labios mientras Harry se arreglaba la camisa. Parecía que la situación era incómoda, pero los dos chicos disfrutaban de la compañía silenciosa del otro.

Louis agarró el volante como si estuviera a punto de estrellarse. Iban bastante rápido, volando por los caminos vacíos de Doncaster. Harry miró por la ventana, viendo las manchas de verde oscuro y naranja de las hojas y las luces de la calle.

"Esta camioneta es vieja." Dijo Louis, su voz sonando tensa, como si estuviera cayendo con algo que lo haría perderlo. "El tipo que me lo vendió dijo que tenía al menos trece años. Sin embargo, sigue funcionando bien."

Harry tarareó, Louis viendo como sus pequeñas manos tiraban del dobladillo de su camisa. "Apuesto a que la cuidas muy bien". Respondió. Louis asintió, las comisuras de sus finos labios se levantaron un poco.

"Lo hago." Louis asintió, entrando en el estacionamiento de un Walmart. Aparcó en uno de los espacios de estacionamiento, un luz brillaba en el estacionamiento vacío.

"¿Que estamos haciendo?" Preguntó Harry. Louis se encogió de hombros.

"Estoy cansado de conducir." Admitió. Harry dejó escapar una risa entrecortada, mirando hacia su regazo.

Louis notó que cada uno de los movimientos de Harry era tímido, casi silencioso. Todo lo que hizo fue hecho con cautela, cada toque tímido y gentil.

Louis quería que Harry lo tocara de la misma forma en que tocaba todo lo demás.

Los largos y delgados dedos de Harry aterrizaron en el muslo de Louis, el chico más pequeño miraba por la ventana. La respiración de Louis se atoró ante la acción, las mariposas llenaron su estómago.

"Harry." Dijo Louis suavemente. Harry volvió la cabeza, mirando a Louis. Louis movió su mano hacia la mejilla de Harry, ahuecándola al sentir la cálida piel del niño rizado.

Harry movió su otra mano hacia la parte posterior de la cabeza de Louis, manteniendo su mano izquierda sobre el muslo de Louis. Se inclinaron lentamente, sintiendo el cálido aliento de cada uno.

Los labios de Harry se sentían como si se estuvieran derritiendo contra Louis. Louis podía sentirse más libre de lo que alguna vez había sentido antes.

Los labios de Louis se sentían mejor de los que Harry había besado antes, que no eran tantos. Simplemente se sentía bien, como una pieza de rompecabezas que nunca podrías imaginar dónde ubicar hasta ahora.

Ellos encajan juntos.