Letting Go

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Jooheon se acercó a su rostro y besó sus labios. Después lo besó una vez más y luego otra más, este último beso fue profundo y fascinante. Changkyun empujó suavemente los hombros ajenos cuando un leve jadeo escapó de los labios de Lee y sus manos traviesas habían comenzado a recorrer su cuerpo sin descaro. Se sentía cansado y confortablemente adormilado, solo quería acurrucarse en el blando torso de Jooheon y dormir hasta Año Nuevo.

Sentía la cálida piel ajena rozando la suya, endemoniadamente feliz era como se sentía de tener a Im Changkyun entre sus brazos. Así quería estar. Junto al chico que amaba, siempre.

—Te haré el amor en el asiento trasero del auto. —Jooheon habló con un tono serio. Changkyun abrió de golpe sus ojos y estalló en una carcajada.

—¿De que estás hablando, Lee? Los asientos son muy pequeños. —Se defendió fingiendo molestia y haciendo un puchero tierno en sus labios. Changkyun debería aceptar que le encantaba que Jooheon fantaseara con él, pero no lo haría. Al menos no por ahora.

—Encontraremos la manera, no debes preocuparte por eso. —Joo besó su hombro y Changkyun volvió a sonreír abrazándose a su cuerpo de nuevo.

—Cuando tengas un estudio quiero hacerlo ahí también. —Lo miró coqueto y JooHeon comenzó a acariciar suavemente su espalda. Changkyun se dejó llevar y sus labios volvieron a ser atrapados en un cálido y húmedo beso. Cuando estaba con Jooheon no había cabida al cansancio.

...

Entre besos tiernos, dedos entrelazados, bosquejos imaginarios de una vida juntos y comida tailandesa —que ordenarían más tarde—, era como habían planeado pasar el viernes por la noche.

Lastimosamente tuvieron que separarse debido a una llamada que Jooheon recibió. Se trataba de Hyunwoo, quien pedía verlo tan pronto como fuera posible.

Un poco preocupado por la voz —ebria— con la que Hyunwoo habló, fue a darse una ducha rápida para encontrarse con él en el viejo bar de siempre. Cuando terminó de ducharse abrió la puerta y el vapor se esparció por toda la habitación. Notó que Changkyun ya no estaba recostado. Se vistió con unos jeans, una camiseta gris y unos tenis desgastados, se peinó y bajó a buscar a Changkyun. Lo encontró en el comedor, acomodando unos planos sobre la mesa y después dando una mordida a una tostada con mantequilla y jalea de fresa. Cuando se acercó lo abrazó por la cintura y hundió la nariz en su cabello absorbiendo el dulce aroma del shampoo que Im usaba.

Se estremeció cuando sintió el cálido suspiro ser liberado sobre su cuello, giró su cuerpo para quedar frente a Jooheon y lo miró con la ternura que siempre le dedicaba a él, solo a él. Él mayor se relamió los labios y se acercó a besarlo, muy suave y en sus labios aún pudo saborear el dulzor de las fresas, al separarse sus rostros quedaron unidos solo por la punta de sus narices y sonrieron.

Por último Jooheon besó su frente y Te veré más tarde fue la promesa que le hizo esa noche, Changkyun lo abrazó, posando sus brazos al rededor de sus hombros y ocultando su rostro en el cuello ajeno, deleitándose con su aroma, asintiendo y dejándolo ir.

Lee caminaba tranquilo al lugar, su mente estaba en blanco, al igual que su corazón. Vacío, pero feliz. Se preguntaba cómo es que alguien como él había terminado con alguien como Changkyun. Un chico tranquilo, bonito y consentido, como los que solía molestar en la escuela secundaria.

Sonrió ante el recuerdo de todas la veces en las que estuvo en problemas por su mala conducta y aún más cuando la vieja bruja de la profesora Bagre decía que no llegaría lejos. Ojalá pudiera verlo ahora, a unas semanas de comenzar a vivir su sueño.

Closer | Jookyun | 🐝Donde viven las historias. Descúbrelo ahora