Bad-Boy

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Subió de la cocina con una toalla y muchos hielos. Abrió la ventana de la habitación para que un poco del aire frío entrara por ella. Se acercó al espejo que decoraba una de las paredes y lamentó las tremendas ojeras que sus ojos cargaban.

Pasaba el hielo por debajo de sus ojos dando pequeños toquecillos para que estas se difuminaran al menos un poco. O eso él esperaba.

Últimamente, Lee Jooheon se sentía especialmente cansado y aturdido Gracias a escuela y al ser un tipo parcialmente popular entre los sujetos con los que asistía a la facultad. ¿Pero que podía hacer? Tenía calificaciones que mantener y amistades que cuidar.

Y a decir verdad pensaba tanto en Changkyun que se sentía asqueado, lo tenía mal. Quiso golpear el espejo a puño limpio cuando el olor a panqueques y café irrumpió sus fosas nasales y si; él se apareció de nuevo. Lamentó que ese olor no le resultara ni remotamente familiar.

Se vistió con la camiseta Tommy rosa pálido que tanto le gustaba y cabe mencionar que uso el día de ayer. No le resultó tan incomodó llevarla, pues había tomado ya una ducha.
Bajó las escaleras y se dirigió de nuevo a la cocina. Tiro de un taburete para sentarse y entonces el dueño de la casa se acercó a él para besarlo en la comisura de los labios.

—¿Dormiste bien?

El pequeño chico vestido solo por una camiseta blanca y unos calzoncillos negros se sentó en la isla y acarició los cabellos ajenos.

—Un poco.

Le acercó un plato cuadrado que tenía dos panqueques perfectamente cocidos y para acompañarlos un poco de jalea de frambuesas y melocotón. Mientras comían hablaban acerca de música y un montón de melodías que podían utilizar con las letras que ya tenían escritas.

Una vez Jooheon terminó su desayuno se puso de pie y llevó su plato al fregadero. Comenzó a tallarlo con la esponja y unos delgados brazos lo tomaron por sorpresa. Eran cálidos y se ajustaban bien a su cuerpo, pero el tacto siempre era áspero, se sentía muy incómodo.

—Jooheon, me gustas... mucho.

—Minhyuk... ya debo ir a casa.

No viejo, ni siquiera debiste estar aquí.

Dio un suspiro pequeñito y se alejó pausadamente. Subió de nuevo a la habitación para tomar el resto de sus cosas.

¿Changkyun estará en casa? No se había pasado por ahí en dos días y si que necesitaba escuchar su voz. Quería sentirse reconfortado y completamente cálido.

Cuando Minhyuk lo vio bajar por las escaleras se acercó a la puerta, recargándose en ésta. Jooheon se acercó a él, pero no precisamente porque quisiera despedirse. Lo que quería hacer era salir huyendo del lugar y esconderse debajo de sus sabanas y no salir nunca de ahí.

Minhyuk lo miro y sonrió brillantemente, como siempre lo hacía. Lo abrazo por los hombros y lo beso en los labios. Jooheon correspondió el beso tomándolo por la cintura y acercándolo más a su cuerpo.

Se separaron gracias a que la lluvia amenazaba caer, dando avisos con truenos que provocaron la luz fallase. Jooheon agradeció mentalmente que eso pasara. No quería estar ahí más.

Antes de salir de casa, Minhyuk intentó convencerlo de pasar otro noche ahí, con él. Pero Joo se negó amablemente, le acaricio el cabello y se excusó diciendo que no tenía más ropa y que de cualquier manera se verían en la escuela.

Caminó hacia la parada del autobús porque era el camino más largo. No quería irse a casa aún.

¿En que diablos estaba pensando? Se culpaba a cada paso por dejarse llevar. Pero también se culpaba por seguir con Changkyun.

Closer | Jookyun | 🐝Donde viven las historias. Descúbrelo ahora