Celos

873 106 67
                                    

Milo se encontraba feliz, había desayunado junto con su mami Camus y sus abuelos, como el pequeño los llamaba. Ecarlate solía simplemente gruñir al llamado del pequeño mas no le molestaba mientras no llorara, Camus por su parte, había pasado por ratos pegado al móvil.

Para Milo aquello había sido muy extraño, puesto en días anteriores ambos disfrutaban más de la compañía, ahora era menos, miraba curioso quien pudiera ser.

—¿Mami Camus no jugar con Milo? —preguntó mientras sostenía un enorme lápiz.

—Espera Milo, estoy al teléfono —respondió de una manera irritada.

—Esta bien mami —dijo con suma tristeza.

Odiaba quedarse solo "jugando" sus abuelos tenían la costumbre de salir a dar una vuelta cierto días, en donde no regresaban hasta otro día, no sabia el porque de aquello.

Tomó asiento enfrente de su caja, miraba con tristeza para luego ver a su "mami".

—Mami... Ya no necesita a Milo —susurro con tristeza.

Dio un suspiro, se puso de pie y miró con suma tristeza aquella caja, toco aquel objeto, cerró sus ojos, pudiendo sentir, más bien escuchar unas voces tan familiares.

"Confíe en ti ¿Porque? Solamente dime, Acaso, ¿no nos quieres? Porque si es eso puedo retirarme."

" Kardia. Por favor escúchame... No tuve la culpa yo jamás haría algo así, siempre te he amado, te he sido fiel... Nunca quise que esto se termine..."

"¿Entonces?"

"Papi, Mami ¿Qué pasa?"

De ahí en adelante el pequeño abrió sus ojos dio dos pasos hacia atrás para caer sentado, sintió miles de cosa en su pecho. Las lágrimas comenzaron a fluir, sabía bien ese momento, los había escuchado discutir, aunque no sabía el motivo de aquello.

—Mami... —susurró girándose a Camus.

Camus dejó el móvil y tomó asiento en el suelo, cerca del pequeño..

—Bien, ¿Que es lo que quieres jugar pequeño? —preguntó el mayor.

—Mami... ¿Amar a Milo? —preguntó con una voz débil.

—Si, te amo mi pequeño —dijo en respuesta. —¿Por qué la pregunta? —lo miro.

—Milo tiene miedo... Milo tener miedo a la oscuridad... —bajo su vista.

—No te preocupes Milo, yo nunca te dejare solo —dijo de una manera sonriente.

No pasó mucho cuando una tercera voz se hizo presente, había llamado la atención de ambos, Camus miró sorprendido a la persona quien se hallaba enfrente.

—¿Quien demonios es esa cosa? —preguntó de una manera asombrada a que pelirrojo.

—Milo... Milo se llama Milo —dijo el pequeño quien lo veía de una manera serio.

—Eres un ser muy insignificante ¿Acaso es un demonio? —pregunto con burla.

—Surt... —exclamó el galo con cierto reproche.

—Espera Camus, eres un ser tonto —se aproximó —¡Es más! Pueden dañarte de esta manera enano —dijo golpeándolo con sus dedos.

Milo término sentado, se veía molesto, aunque sus ojos denotaban cristalinos.

—¡Vez! Tal vez seas un intento de demonio o... —interrumpido.

—¡SURT! —Grito Camus con cierta molestia.

Un... ¡¿Pequeño?! [Libro 1][EDITADA]Where stories live. Discover now