Capítulo setenta y ocho - Treinta y nueve - el ninja

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Al abrir los ojos vi el rostro de mi mago,   aún dormía, pero tenía rastro de lágrimas saliendo del ojo. Lo acaricié para limpiarlo y despertó, sonrió tristemente disfrutando de mi toque.

—¿Estás bien? — pregunté.

Asintió con un sonido lúgubre.

—Si... ¿Te convenciste?

—Bueno, debo decir que ese mocoso es confiable... Ahora — sonrió con más entusiasmo.

—Estarán bien. Ahora hay algo que tenemos que hacer. — me puse serio.

— Fei Wang Reed.

— Ya sabemos a donde ir y qué recuperar... Pero ¿se detendrá si ya no tiene a Sakura?... ¿Algún día podrá detenerse?

—Tenemos que hacer que se detenga, definitivamente.

—Lo sé. Pero si le decimos "detente" dudo que nos haga caso. Y ¿podremos hacerlo a la fuerza? Es un mago poderoso.

—Ya pensaremos en eso luego. Quiero ver como está el mocoso, perder a la chiquilla y saber que la suya está con ese tipo... Debe estar muy intranquilo.

—Claro ve.

Me levanté dándole un beso en la frente. Él se quedó pensativo ¿estaba más pálido?... ¡Cierto! Me voltee molesto y se asustó.

—¿Ahora qué hice? — se sentó a la defensiva sosteniendome la mirada. Me volví a acercar.

—¿Estás suprimiendo de nuevo tu lado vampiro? — se sorprendió y no contestó — Fye, ya basta, si lo necesitas dilo.

—Sigues débil, no soy tan inconsciente Kurogane — me miró molesto.

— Y tú te estas debilitando por esto. ¿No te dije que podías tomar todo de mí?

—No quiero tu salud, gracias.

—Bien, como quieras. — me levanté. Si él no lo pedía no le daría nada — Ve a comer, yo estaré con el mocoso. — no volví a verlo y salí de la habitación.

No se podía negar que éste Fye aún se mantenía algo alejado de mí, se comportaba aún con distancia. Quería que me tratara como antes, donde mostraba su deseo de tenerme cerca...

Encontré al mocoso en el techo, y con una mano se me dificultó la subida.

—¿No querías a nadie cerca? — no se volteó a verme.

—Estaba pensando...

—Lo sé, si quieres te dejo sólo.

—No, he terminado. Necesito hablar con alguien. — Me acerqué y senté a su lado. — Tenemos que recuperar a Sakura, pero tengo miedo. Fei Wang Reed es peligroso... Nos hizo mucho daño.

—Y para que no siga haciendo lo que quiere tenemos que terminar con todo de una vez. — Suspiró.

— Para terminar con todo — repitió — y por fin vivir... Perdoname

Lo miré extrañado.

—¿Porqué?

—Los metí en esto, a tí y a Fye-san.

—Tú no fuiste. Fue ese hombre y por ahora no menciones a Fye.

—... ¿Se pelearon? — me miró curioso

—... Si, supongo. — me rasqué la nuca — no para de ocultar cosas, me tiene podrido.

—Él sufrió mucho Kurogane-san. Muy aparte de todo lo vivido con Ashura o en su país natal, no recuerda nada, sé que es estresante para él, lo sé por Sakura-hime. Aunque no lo admita.  Sabe que no le haremos daño y aunque su cuerpo recuerde... El no tener conocimiento de parte de tu vida es molesto.

— ¿Y porqué tiene que mentir tanto?

—Creo que lo hacen por nosotros... Sakura-hime era diferente, transparente en todo, pero eso fue Porque ella estaba criada con amabilidad y comprensión, su cuerpo recordó eso. Por otro lado Fye-san tuvo una infancia muy trágica... Lo sabemos — rebajó el tono como si estuviera profanando un lugar santo, recordando la historia de Fye. — Él aprendió a ocultar sus sentimientos... Lo lleva en cada parte de sus músculos y ahora creo que lo hace de manera inconciente, para no molestarnos, antes pensé que era solo porque desconfiaba, pero ser considerado una desgracia para tu reino debe ser duro... Que te hayan enseñado a sonreir sin sentirlo, también.

Me había abierto los ojos. No era su culpa que sea así. Así creció, aprendió a ocultarse... Y yo solo lo presiono.

— ¿Iras a hablar con él?

Queria que aprenda a no mentir, que puede decirme todo lo que sienta, pero nunca fuí un maestro sabio, ni siquiera fui un maestro...

— No. Él necesita mi sangre y está suprimiendo ese deseo con mágia porque dice que sigo débil... Quiero que me diga que quiere mi sangre. Con esas palabras, si solo voy y le digo "vamos, bebe" volvería a caer... Él va a buscarme por las buenas o las mala.

— Eso... Es injusto para Fye-san...

—Lo sé, me estoy aprovechando, pero no soy el hombre más justo de los mundos.

DolorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora