Dolor

Capítulo treinta y uno - Dieciséis-El ninja

No sabía qué le había pasado. Fue todo muy rápido. Fye nos empujó al mocoso y a mí lejos de él y de la princesa, invocó mi espada y... Sakura y el mocoso desaparecieron tras una luz muy fuerte, tuve que taparme los ojos y cerrarlos. Al abrirlos ví como Fye se desplomaba al piso y corrí hasta él. Su rostro me decía que estaba sufriendo mucho.

— Así que finalmente pasó así... — el chico ese que había traído la pluma habló.

— ¡Tú! ¡¿Qué sabes de todo ésto?! — tomé la espada y lo apunté, el sujeto ni se inmutó.

— Ven conmigo, trae a ese mago también.

— No iré a ningún lado.

— ¿No quieres preguntarle a Yuko lo que pasó? — vacilé. Por supuesto que quería, la única que tiene respuesta a todo era esa bruja.

Tomé a Fye en brazos y seguí al muchacho al interior del hotel, me guió hasta el último piso y me dijo que podía dejar a Fye en la cama y así lo hice, ahora el rubio, en sus sueños, lloraba amargamente.

— ¿y bien? Necesitamos al bollo blanco para comunicarnos con esa mujer.

— El... Bollo blanco no está. No podrán comunicarse con ella a menos que sea desde aquí — quitó un mantel blanco que cubría un objeto ovaloide en la pared. Un espejo. El chico se dirigió a ese espejo — ¿Bruja? ¿Me oyes?— El espejo, el cristal del espejo más concretamente comenzó a moverse de manera líquida. Apareció la figura de esa bruja con su típico gesto serio y poderoso.

— ¿Cuál fué el camino que se tomó...?

— Cómo estaba previsto.

— Ya veo. El sacrificio de Chii valió la pena.

— ¿Pueden dejar de hablar entre ustedes? Bruja ¿Qué fué lo que pasó? ¿Porqué Fye...? — Trató de matar a la princesa. Eso quería decir pero no se atrevía, decirlo marcaría a Fye.

— Fye estaba bajo una maldición.

— ¿Una maldición?

— Aquel que mató a tu madre, que secuestro al verdadero Shaoran y quien es el responsable de que la princesa perdiera sus recuerdos fue quien hechizo a Fye con ésta maldición. Fei Wang Reed.

— ¿Qué quiere ese tipo? ¡¿PORQUÉ NOS MANEJA A SU VOLUNTAD?! — Me estaba exaltando.

— Cálmate, Kurogane. En ésta ocasión es erróneo lo que dices. Esta vez no pudo manejarlos... Gracias a la decisión de Sakura y de Chi, al sacrificio de Chi.

— ¿Quién es Chii? No entiendo nada.

— ¡¡¡NOOOOOOO!!!! — Fye se despertó abruptamente  gritando desgarradoramente. Su gritó era desesperante. Comenzó a golpearse y tuve que sostenerlo. — La mate... ¡KUROGANE YO LA MATÉ! — Tenía una mirada desquiciada, rozando la locura. No sabía que decirle, estaba tan exaltado, lloraba, negaba con la cabeza, trataba de hacerse daño pero se lo impedí.

— Fye cálmate — No lo hizo — Fye... — seguía sacudiendose. Lo tomé del rostro y lo besé, se detuvo casi al instante, sorprendido como siempre.

— Fye, no mataste a Sakura — la voz de Yuko sonó poderosa. Fye le prestó atención al instante.

— Yo... Lo ví...

— No. Sólo lo sentiste. Chii tomó el lugar de Sakura.

— ¿Qué...?