Memories ➵ MYG

Trettiofyra

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La fiesta estaba en su auge. Creía que la pobre casa de Chan se vendría abajo y que nadie saldría vivo de ahí.

La cabeza me empezaba a doler, mis pies estaban ya llenos de callos por bailar durante horas y mi cuerpo estaba lleno de alcohol.

Kyungho se había ido de la fiesta hace un rato y le pidió a Jin que por favor me llevara a casa porque él a la mañana siguiente tenía que atender unos problemas familiares. Hacía mucho rato había perdido de vista a Jin. Supuse que quizá se había ido con ese chico, Namjoon.

Namjoon era un chico excelente. Hacía casi un año que se conocían con Jin y yo aún no sabía hacia dónde iba la relación de ellos dos. Parecían novios pero ninguno lo confirmaba, y aquello los hacía ser demasiado adorables para mi. El menor era todo un mundo lleno de diferentes cosas. Totalmente todo lo que nosotros no éramos y aquello me hacía sentir una pequeña conexión con él. Me encantaba escuchar sus historias sobre las aventuras que tenían con sus amigos los cuales llamaba el abuelo y el conejo. Todas sus relatos parecían fábulas y aquello me hacía sumergir más en su mundo. Creía que yo encajaría perfectamente con el abuelo, sentía que él perfectamente se acoplara a lo que yo era, pero Namjoon siempre decía que en algún momento lo conocería.

Iba subiendo las escaleras de la casa de Chan. Minhoo se encontraba mal y quería relajarse un rato mientras Hoseok llegaba de otra fiesta en la que estaba con Jimin y Taehyung.

No sé a qué habitación entramos, simplemente ella bloqueó la puerta para que nadie nos molestara y nos estiramos en la cama.

Me quedé en silencio escuchando el ritmo de la música retumbar en la habitación, esperando a que Minhoo empezara lo que siempre hacía cuando ambas estábamos solas pero me di cuenta de que no sería así cuando sentí su primer ronquido.

Me reí mientras la veía dormir, dándome cuenta de que estaba igual de exhausta que yo y al final, me quede dormida al lado de la ella en la cama de a saber quién.

No sabría decir con certeza cuánto rato dormimos, pero desperté cuando la música seguía sonando, cuando los rayos del sol empezaban a recién iluminar la habitación y sobretodo cuando los besos de Minhoo chocaron en mi cuello.

─ Young... ─ susurró en mi oído. ─ ¿sigues cansada?

─ ¿Mmm? ─ le respondió cuando mordió levemente mi cuello.

─ ¡Disfruta!

Sus labios chocaron con los míos sin previo aviso. No tuve tiempo a reaccionar sobre lo que estaba pasando cuando mi mejor amiga se sentó a horcajadas mías y profundizó el beso.

Su lengua chocó con la mía, haciendo que ruidos obscenos se esperan de nuestras bocas y que la saliva de ambas empezara a escurrir por mis mejillas por culpa de la gravedad.

Se arrancó su camiseta y su sujetador de un movimiento, mientras me demostraba otra vez la gran experiencia que tenía haciendo eso. Llevé mis manos a sus pechos, masajeandolos y estrujandolos mientras ella seguía besándome.

El alcohol seguía por mi cuerpo y aquella situación cada vez se me hacía más y más excitante.

Empezó a moverse con sus caderas sobre mi parte intima, provocando que quisiera arrancarme las ropa y hacer que ella con su propia lengua aliviara mis hormonas.