Una nueva aventura (Zak Storm)(2P) [Pausada]

Capítulo 24

-¡¿Calico?!- exclamaron sorprendidos ambos jóvenes para luego volver a verse.

Ese grito, provocó que la espada se despertara un poco sobresaltado. Los miro con el ceño fruncido y entre-dormido a la vez. Al rato llego el alienígenas mientras llevaba entre sus metálicas manos, un botiquín de primeros auxilios. Lo abrió y comenzó a atenderlos.

-¿Conoces a Calico?- preguntó Zak al viento.

La chica bajo la mirada -Yo lo conozco...- informó.

-Igual yo- dijo mirando a la nada. Eso hizo que los adolescentes y el alienígena se quedaran viendolo sorprendido.

-Y a todo esto, ¿Quién es Calico?- preguntó haciendo un signo de interrogación en su pantalla.

(TN) y Zak comenzaron a hablar tratando de saber quién le explicaba a su amigo, pero cierto niño fantasma se entrometió en la conversación para informar él.

-Calico es el único esqueleto que está en contra de Skullivard. Él se reveló pero fue encerrado por su forma de pensar distinta. Fue un esqueleto que logró convencer a más de ellos pero por eso, lo bajaron de su puesto y amenazaron a muchos de los huesudos si lo seguían...-

La castaña clara se quedó sorprendida al igual que el alienígena. ¿Cómo él conocía eso? Se preguntaban. Mientras que Zak recordaba la vez en que él se volvió humano gracias a un invento de Caramba y fue atrapado. Luego, Clovis pregunto por qué habían comenzado a hablar de su amigo.

-Es que Calabrass estaba hablando dormido y lo nombró. ¿Cómo lo conociste Cal?- preguntó el castaño mientras sacaba de su espalda a la espada y la dejaba en frente de ellos.

Caramba terminó de atar la última venda en la pierna de (TN) y se paró para también estar atento a lo que iba a decir su amigo. Clovis se sentó en el aire mientras descendía un poco para escuchar mejor. En cambio, ambos adolescentes esperaban a que comenzará con su relato.

Los segundos pasaban y la espada tenía la mirada perdida. Cerró los ojos y soltó aire por su mandíbula. Pensaron que comenzaría a hablar pero no lo hizo.

Narra Calabrass

No podía hablar. Sentía un nudo en mi "garganta" por así decirlo. Pero lo recuerdo como si hubiera sido ayer cuando todos fuimos embrujados. Mi tripulación y la de Skullivard. Si, él era un pirata, un capitán. Pero él quería que todo girará en torno a él.

Ese día, estaba hablando con mi primer oficial, Calico, de nuestro paradero. Estábamos discutiendo hasta que sentimos como nuestro barco se sacudía. Casi todos los tripulantes comenzaron a llamar a la puerta diciendo que había problemas, que estábamos siendo atacados.

Entre ambos nos miramos, asentimos a la misma vez y sacamos nuestras espada para ver quiénes eran los rufianes que nos estaban atacando. Al hacerlo, nos encontramos con Skullivard. Recuerdo que lo llamaban así porque su cráneo había recibido tantas golpizas y daños graves, y no le afectaba mucho que digamos.

-¡Vayanse de esta parte del mar!, ¡Me pertenece!- les grité mientras les apuntaba con la espada desde lo lejos.

-¿Crees que me importa viejo?- todos sus tripulantes comenzaron a reír como locos. Sólo les dedicaba una mirada que de seguro los iba a matar.

-Ni que fueras joven- ahora mi tripulante reía.

Estábamos discutiendo, en medio de esto, Calico se interpuso haciendo que viéramos hacia el frente. Una tormenta se avecinaba hacia nuestro lugar. Le ordené que navegara el barco para alejarnos de aquí.

El tiempo pasaba y una batalla ya había iniciado entre ambas embarcación. Peleaba espada contra espada contra Skullivard. Hasta que las olas comenzaron a ser asesinas llegaban hasta la proa de ambos barco, incluso se entraba a las habitaciones.

Y finalmente, una ola gigantesca tapó ambos barcos...