°Serendipity°~ 박지민 ~°

Capítulo 5 •Déjame conocerte•

"Mi corazón se acelera, todavía te estoy mirando; porque me sigo quedando sin aliento".

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- ¿Y usted quién es?- preguntó mi profesor con el ceño fruncido volteando a ver aquél joven.

- Park JiMin, señor.- contestó - Acabó de llegar a esta escuela.- concluyó con un tono tranquilo.

- Él no está metido en este lío, ese polvito mágico es mío.- dije con desesperación y volte a ver a Park.

- Conclusión, los dos están castigados. Mañana me van a traer un informe de como van planeando su nuevo auto.- dijo él profesor con voz irritante - ¿Entendido?

- Ya estoy acostumbrada.- contesté y le arrebate de las manos mi marihuana.

Caminé hasta mi lugar, tomé asiento, puse mis manos encima de la butaca y recoste mi cabeza de lado; dejando mi vista hacia las afueras del salón, y de la nada sentí como mis ojos poco a poco se iban cerrando.

- Despierta pequeña.- escuché entre suelos una voz masculina.

Sentí como él acarició mi cabello y beso mi frente, a lo que inmediatamente desperté de golpe.

Talle mis ojos y los abrí. Mi cabeza seguía recargada en la butaca pero aún así alcancé a ver quién era el que se atrevió a despertarme.

Me paré de mi silla lentamente, comencé a voltear a todos lados y me percaté que no se encontraba nadie más en el salón de clases, nadamás él y yo.

- ¿A quién buscas?- preguntó a lo que me hizo sobresaltar.

- ¿Dónde están mis amigos?- pregunté viéndolo confundida.

- Ellos ya se fueron.- respondió viendo el suelo - Más bien, toda la escuela ya se fue. Te quedaste dormida todo el día y a nosotros nos falta cumplir con el castigo, sabes yo soy nuevo y no tengo ni la menor idea de lo que tengo que escribir en el informe.

- ¡Maldita sea!- grité - Yo me largó de aquí y ese estúpido informe no me importa.- volví a mi lugar y tomé con brusquedad mi mochila.

Caminé hacía la puerta, pero Park fue más rápido que yo y se paró frente de mí, impidiendo mi salida.

- SooMin,- pronunció mi nombre con delicadeza, me miró y se fue acercando poco a poco a mí. - Déjame conocerte. Sé que no soy igual que tú, pero quiero entrelazar una relación de amistad contigo.- suplicó Park aún cortando la distancia entre los dos.

- ¿Conocerme?- di un paso atrás - No pierdas tu tiempo. Nunca sería amiga de alguien como tú. - dije fría.

No espere a que me respondiera, pasé junto a él y salí del salón, cerré la puerta con fuerza, comencé a correr por los pasillos y cuando salí de la escuela me di cuenta que estaba comenzando a oscurecer.

Seguí mi camino de una manera tranquila y pacífica, escuchaba el silbido del viento y ver a las hojas de los árboles caer.

Los callejos por dónde pasaba se hacían más tenebrosos a altas horas de la noche, pero el miedo no me invadía, tenía en claro que me sabía defender.

Escuché que alguien me venía siguiendo, sus pisadas mostraban mucha prisa, miré a mi alrededor planeando como lo iba a golpear y comencé a acelerar mis pisadas.

Sentí su presencia cerca, estaba lista darle un puñetazo en la cara o una patada en el estómago, pero él fue más rápido y me avento contra una pared de ladrillos, me acorralo con ambos brazos, inclinó su cuerpo quedando a mi altura y se acercó a mí oído.

- Tranquila.- susurró.

Abrí mis ojos como platos cuando reconocí su voz.

- ¿Por qué me sigues? ¿Tan importante soy? - pregunté ahora con los ojos cerrados.

- Lo eres. No sabes cuánto tiempo te he estado buscado. - respondió tranquilo.

Escuchaba su respiración mezclándose con la mía, abrí mis ojos y ahí lo vi; tan inocente y tranquilo, sus ojos brillaban y me mostraba una cálida sonrisa.

Park JiMin bajó ambos brazos a sus costados, se fue del lugar y me dejó sola con muchas preguntas por resolver.