°Serendipity°~ 박지민 ~°

Capítulo 12 •¿Amigos?•

"Los buenos corazones son productos defectuosos de éste mundo".

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

° Pov Soo Min

- Soo Min, tú y tus impulsos.- dijo Tae rodando sus ojos.

- Ya sabes cómo soy. Yo no me dejó de cualquiera.- contesté con obviedad.

- Ya cierren su boca.- dijo Nam molesto.

- Déjame ser, Nam.- dije a la defensiva.

- Soo Min, sólo le quitó un peso de encima a Park. Le devolvió el favor que él le había hecho.- dijo Hobi.

Mis pensamientos comenzaron a volar y a buscar respuesta de ese tal favor del que todos mis amigos hablaban.

- Cierto.- todos dijeron al unísono.

- ¿De qué favor hablan?- pregunté viendo a los cuatro como niña pequeña esperando la respuesta.

- Cuando Park te salvó de los tipos que se querían meter a tu casa.- explicó Nam mientras pasaba algunas páginas de su libro.

Sentí como el mundo se detuvo por un instante y comencé a recordar aquél beso que él y yo nos habíamos dado.

Nuevamente sentí esa sensación que me hizo estremecer y querer volver el tiempo para vivirlo una vez más.

- ¿Qué piensas, Soo Min?- preguntó Kookie viéndome fijamente haciéndome despertar de mi ensueño.

- No entendí.- fue lo primero que salió de mi boca.

- Pensamos que le gustas a Park JiMin.- comentó NamJoon.

- JAJAJA.- reí como loca masoquista.

En un instante todos los alumnos me voltearon a ver molestos por mi risa escandalosa.

Contuve mi risa, mi vista se desvió a la mirada de vergüenza que tenían los chicos, vi como los cuatro se tapaban la cara con sus respectivos libros y yo hice lo mismo que ellos.

- Mejor vámonos a otro lugar.- propuso Hobi en voz baja y todos nos pusimos de pie.

Cada quien tomó su mochila y los libros que estábamos leyendo.

Comenzamos a caminar en silencio por los pasillos de la biblioteca y cuando llegamos a la salida, me percaté que él estaba ahí, lo vi diferente pero su estilo no lo dejaba atrás.

Su cabello era color negro, dejaba resaltar más su tono de piel y el color de sus ojos, muchos lo veían como algo común, pero para mí era único.

De un momento a otro me encontré con sus bellos ojos, los pude apreciar por unos segundos, en ellos reflejaban el Universo lleno de galaxias maravillosas que hacían olvidarme de mis problemas. Cada planeta figuraba una nueva conexión entre nosotros y las estrellas nos hacían ver como los únicos seres que habían sido hechos para estar juntos.

Mi mirada y la suya se mantenían firmes ante tal acto, parecía que el mundo se había detenido y sólo éramos él y yo.

- Vámonos.- dijo Tae palmeando mi hombro.

- Sí.- contesté dudando de mí misma.

Después regresé a mí yo exterior, desvíe la mirada y fingi no haberlo visto.

Caminé junto a Tae con la mirada en alto como si nada hubiera pasado.

Luego de unos cuantos pasos llegamos a las afueras de la escuela.

Jungkook, Hobi y RM se dirigieron al mustang de Hobi, dejándome a mí y a Tae solos.

Tae tomó mi brazo y me jaló hacía donde él iba caminando, hice caso a tal acción y lo seguí.

Llegamos a un lugar lejos de todos los salones, relajante y tranquilo, algunos alumnos dormían ahí sin ningún percance, el olor a tierra húmeda recién mojada inundaba mis fosas nasales y el césped se veía tan cómodo como una cama.

Taehyung tomó la iniciativa y se sentó debajo de un árbol, dejó caer su mochila a un lado y se recargó en el tronco.

Me senté junto a él y deje que mi cuerpo se relajara por un instante.

- ¿Sabes por qué te traje aquí?- me preguntó Tae viendo alrededor al igual que yo.

- Para relajarme.- contesté confiada.

- Estás equivocada.- dijo y soltó una risa.

- ¿Qué?- volte a verlo.

- Me gustas Soo Min.- él me volteó a ver y me vio fijamente a los ojos. - Me gustas como mujer.- dijo tranquilo y me dio una sonrisa.

- ¿Estás jugando Kim TaeHyung?- pregunté tratando de procesar lo que me había dicho.

- Yo nunca jugaría con este tipo de temas. Realmente me gustas.- contestó seguro.

Seguía tratando de descifrar lo que me quería decir, aún no creía que alguien como él se fijará en mí, él siendo un niño lindo y yo siendo una maldita perra que nadie merece.

- Desde que te conocí vi algo en ti que ninguna mujer tiene; esa forma de ser tan valiente y solidaria. Olvidas por completo lo delicada que eres y haces lo que un hombre debería de hacer, no te importa que hablen a tus espaldas de ti, que ayudas a tus amigos en cualquier situación, que eres realista y que vez la igualdad para todos, siempre buscas un tema por el cual debatir, que cuando empiezas a hacer algo lo terminas a cómo de lugar, que peleas para levantar en alto el hecho de ser mujer y que aunque nosotros seamos chicos siempre nos haz brindado tu apoyo y confianza.- explicó Tae.

Tomó una de mis manos y entrelazo nuestros dedos.

Yo por otro lado había quedado impactada por sus palabras y no tenía ni la menor idea de que contestar ante este tipo de situaciones, sólo sonreí, bajé la mirada y lo solté su mano lentamente.

Subí mi mirada y lo vi a los ojos, se veía tan lindo, pero no quería lastimarlo.

- Tae... Me siento agradecida porque reconoces eso en mí. Y creo que esto fue difícil para ti, porque me imaginó que no es nada fácil confesarte a la persona que te gusta. Pero lamento decirte que yo desde que te conocí te he llegado a considerar como a un hermano y no tengo sentimientos hacia a ti. Te aprecio mucho, pero sólo como a un hermano mayor. Lo siento.- dije nerviosa.

- Lo sabía y no te preocupes. Me siento bien al haberte dicho esto.- dijo Tae relajado.

- Mereces a alguien mejor que yo. Tú mereces a otra chica y créeme que la encontrará pronto.- dije y palme su hombro.

- Gracias ilegal.

- Me voy.- dije.

Me puse de pie, tomé mi mochila y Tae me tomó de la mano, me tomé su mano con fuerza, se impulsó y se puso de pie, agarró su mochila y me sonrió.

- ¿Seguiremos siendo amigos?- preguntó haciendo un pequeño puchero.

- Sí, seguiremos siendo amigos. Eso nunca lo dudes.- contesté y le sonreí.

Comenzamos a caminar hacía las afueras de la escuela y él pasó su brazo por mis hombros.

Me sentía culpable por haberlo rechazado, pero en poco tiempo me di cuenta que él no lo tomó tan personal, al parecer sólo me quería decir eso para quitarse un peso de encima.

A su lado me sentía protegida y libre.

Era el mejor hermano de otra madre que he podido tener.