La constelación Vulpécula

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El tiempo es veloz con aquellos que desean esperar. Es algo así como una maldición con la que todos cargamos; la prueba más injusta de la vida es enfrentarse a algo tan invencible como la cuenta regresiva.

Hay momentos y personas que nos gustaría congelar en el tiempo, permanecer atrapados en ese espacio porque creemos que es ahí donde debería terminar toda nuestra aventura.

Estando sentando en la hierba fría del jardín junto a HyukJae pegado al telescopio Donghae imaginaba poder repetir este día por la eternidad. A decir verdad estaba siendo algo cobarde.

Su mano se estiró para alcanzar el pantalón de HyukJae y tirar un par de veces hasta lograr llamar su atención. En silencio sus orbes se encontraron y los colores de ambos parecieron combinarse hasta revelar la angustia debajo de su cortina de neutralidad. Donghae fue el primero en apartar la ferviente mirada y suspiró profundamente.

—Así que al fin llegamos aquí. ¿Emocionado?

—Me apasionan las estrellas, y tenemos la fortuna de contar con un cielo despejado. Creo que lo estoy.

—No me refería a eso— su sonrisa fue forzada.

HyukJae sabía lo que era por lo que habló sin emoción: —No lo sé. Y no creo que importe. Seguro después de esto continuarás fastidiando ¿me equivoco?

—Sí, es muy probable. Has aprendido a conocerme, hombre. Sin embargo...— se levantó de un salto y dejó descansar su brazo en los hombros del zorro blanco—Tengo la corazonada de que tienes otros planes.

Hyukjae aclaró su garganta y rápidamente cambió el tema. Donghae no había fallado en su deducción, había tomado una decisión que estaba obligándose a no analizar.

Cuando había anochecido totalmente ambos se turnaron para mirar por el telescopio. Vulpécula estaba completamente a la vista.

—¡Es esa!— señaló –Esa de ahí, ¿Puedes verla?

Donghae frunció el ceño y volvió a mirar el cuaderno donde HyukJae le había hecho un trazo de la constelación, unió los puntos con su ayuda pero aun así estaba confundido.

—No luce en nada como una zorra.

—Eso es porque usted, joven Lee, no tiene una pizca de imaginación— se mofó ganándose un golpe de su parte. Luego de reír un poco Hyuk volvió a hablar con el corazón sin ser consciente de ello: —Puede que Vulpécula no sea la constelación más brillante, no es igual de famosa que la Osa mayor o Hércules, pero al menos para mí tiene un significado. Recuerdo que la primera vez me hizo sentir como si formara parte del universo y la historia. La zorra siempre será de mis favoritas, es admirable que continúe con vida entre las grandes constelaciones.

Sintió una mezcla de ternura y amor que muy pronto lo obligó a acercarse más. Donghae temía estar convirtiéndose en un chico blando y meloso, pero con semejante tipo poeta de amante era difícil no caer. Hyuk lo abrazó con fuerza y descansó la cabeza en su hombro, el zorro rojo sintió a sus nervios disparándose en todas direcciones. Llegó a pensar que tal vez Vulpécula realizaba milagros.

/////★★★

Unas semanas después de aquella noche HyukJae al fin estaba organizando su vida para el siguiente paso de su plan. Estaba en casa dentro de su diminuta habitación aun cuando el día era perfecto para hacer cientos de actividades divertidas, rechazó la oferta de Donghae para ir de pesca y declinó a la invitación de Yunho para una carrera. Realmente esperaba tener la tarde libre para terminar sus tareas, sin embargo sintió la presencia del zorro rojo cuando iba a la mitad de una de ellas.

VulpeculaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora