Capítulo 3 - Energías

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-Mogami-san... no quiero que te vayas...- Ren lleno de pena le susurró suavemente en su oído, esas dulces palabras llenas de sentimiento lograron penetrar una gran coraza construida provisionalmente por sus pequeños demonios y ángeles de un posible ataque del emperador de la noche.

TUM

TUM

TUM

TUUUUUUUUUUUUUUUUUUU...

"¡La estamos perdiendo! ¡¡Necesitamos electroshock!!"

"Un... dos... tres... ¡TUMB! Un... dos... tres... ¡TUMB!"

TUUUUUUUUUUUUUUUUUUU...

"¡No hay respuesta! ¡Continúen con las descargas!!"

Después del gran impacto algunas continuaban con vida gracias a su traje especial, se reagruparon velozmente para poder salir de la crisis. Su corazón estaba congelado, a punto de colapsar y su cerebro, ya no respondía.

"¡Ama! ¡Déjate llevar, sólo así podrás volver en sí!"- suplicó un pequeño ángel, mientras ayudaba con los electrochoques.

TUM

TUM

TUM

Los minis demonios y ángeles celebraban con alegría, su corazón se envolvió por el calor y pudo volver a la mortalidad.

Kyoko abrió los ojos y aún se encontraba entre los brazos de aquel hombre. Entre su pecho y hombro podía sentir su sutil fragancia, una colonia desconocida para ella, pero cómo la adoraba, de seguro impregnada en su cuello desnudo, que se mezclaba con su ropa y se divertía entre sus cabellos. Aún su propio cuerpo no le respondía, sólo sentía ese calor, ese pequeño gemido de tristeza que trasmitía su senpai. De repente se quedó sin fuerzas y se deshizo como la mantequilla al tocar la tostada.

- ¿Mogami-san? - Ren se da cuenta de la forma vertiginosa de su amada. Era como un cascarón confundido y vacío, tal como la otra vez cuando le robó un beso en la mejilla. -Lo siento... no era mi intensión...- estaba extrañado tratando de contener a la pequeña chica que apenas podía mantenerse en pie por la impresión.

-T-Tsu... Tsu... T-tostada...- Kyoko trató de reordenarse en su mente, tratando de sincronizar su cerebro con sus labios- ¿eh...?

Ren soltó una pequeña risa al ver a Kyoko tan avergonzada y confundida. Ella al darse cuenta se volteó a verlo un tanto enfadada.

"No es justo Tsuruga-san... ¿por qué vienes con una artillería tan pesada?"

Luego después de serenarse, agradeció de forma educada, inclinándose, a su senpai.

-Haré lo que esté en mis manos para seguir siendo tu kohai- entonces ambos siguieron su rumbo un tanto incómodos. Sus almas estaban como atadas por fuertes lazos y el querer alejarse hacía que se tensaran aún más, Ren apenas fue a sus papeleos mientras Kyoko miraba su espalda alejarse. Se sentía inmensamente feliz, pudo recibir un abrazo de él y, sobre todo, ver que se preocupaba por ella.

<<no quiero que te vayas...>>

Ella repetía incesantemente esa frase en su mente, con su tierna voz.

"Yo tampoco quiero irme, no quiero alejarme de ti..."

Al otro día.

La mansión de Lory estaba siendo visitada por dos personas muy especiales para él. Lory estaba en su cama, en un pijama lleno de lentejuelas, sobre una cómoda cama de leopardo sintético. Hace poco su enfermera personal le había cambiado los paños que posaban sobre su ardiente frente. Se encontraba descansando plácidamente cuando una pequeña voz penetraba sus oídos.

Estás despedida! [Skip Beat]Where stories live. Discover now