Malabaristas • Jihan •

Aquel chico • 10 •

- ¿Sabes? - Escucho a Mingyu hablar desde el baño - Vino hace un rato un chico preguntando por mi.

- ¿Y que quería? - Contestó mientras seguía comiendo su pastel.

- No sé, dijo algo así como que quería hablar con Mingyu y yo le dije que ese era yo y - Cortó su relato con una gran carcajada - y hubieses visto su cara de impacto.

- ¿Por qué?

- Porque yo no era el Mingyu que estaba buscando - Atisbos de duda se sentían en tu voz - Al parecer existen muchos Mingyus por estos lugares.

- Que extraño - Contesto Jeonghan un tanto distraído ya terminando su pastel.

- Era guapo pero tenía unas cicatrices en su cara.

Esto último llamo la atención de Jeonghan haciendo que levantara la cabeza y mirara en dirección al baño.

- ¿Cómo era físicamente?

- Era más bajo que yo, tenía el pelo castaño y un par de pircings - Corto un momento como si estuviera pensando - De hecho creo que lo había visto antes.

Si, definitivamente el chico descrito era Jisoo, eso quería decir que lo había ido a buscar a su departamento, pero... ¿Cómo había conseguido su dirección? Y ¿Por qué pensó que su nombre era Mingyu?

- ¿Cómo me veo? - Pregunto su compañero de departamento entrando al salón con unos vaqueros rasgados en las rodillas y una camisa color negro.

- Wow ¿Vas a algún lugar importante? - Mingyu nunca se vestía con camisa a menos que fuera muy necesario.

- Mi padre organizo una cena con su nueva novia, me la quiere presentar - Le contó mientras se veía en el espejo.

- Te ves increíble pero quizás puedas terminar enamorando a tu nueva madrastra.

- No necesito ese tipo de problemas otra vez.

- Bien que lo disfrutaste.

- Hey esa chica estaba ardiente pero siempre voy a preferir una buena polla.

- Eres tan grosero - Le reprocho Jeonghan.

- Siempre voy a preferir un buen aparato reproductor masculino y una buena parte trasera para introducir el mío entre sus paredes anales - Soltó una carcajada que resono por toda el departamento al ver la cara de Jeonghan - ¿Mejor?

- Vete de una vez.

Lo empujo fuera del departamento mientras Mingyu a tientas agarraba las llaves de su coche y se ponía sus zapatos.

Una vez se quedo solo, comenzó a pensar en aquel misterioso chico. Tenía un trabajo pero era tan malo que ni para comer le alcanzaba, al parecer tampoco tenía su propia casa o departamento aunque aún así debía pagar cuentas. Tenía una mirada que expresaba de todo pero nada a la vez y una sonrisa que no le molestaría ver todos los días.

Definitivamente la curiosidad creció en Jeonghan y haría lo imposible para averiguar todo sobre Jisoo.