Eric y Nam • 9 •

2.4K 369 157
                                    

Aún recordaba perfecto el camino que debía seguir para llegar a su habitación en aquella casa de mala muerte, tan solo habían pasado un par de días desde que se interno en el hospital.

- ¡Hey! - Escucho un grito de fondo pero lo ignoró como debía hacer siempre ahí - ¡Tengo droga nueva! ¿No quieres? - Continuó su camino.

- ¿Soo? - Miro a su lado y vio a un señor mayor con un porro entre los labios le hablaba, el señor de las prostitutas - Que bueno verte por aquí otra vez, ¿qué te paso amigo?

- Tuve un pequeño accidente pero no fue nada grave, no te preocupes Ronny - A pesar del trabajo que mantenía, era una buena persona, dentro de lo que cabe.

- Que bien amigo - Paso un brazo sobre los hombros de Joshua mientras este seguía caminando hacía la habitación - ¿Sabes? Tengo unas nuevas, aún nadie las estrena, podría hacerte un precio por las 3.

- Ronny, sabes lo que opino sobre eso - Corto.

- ¿Qué te paso Jisoo? Antes aceptabas sin dudar e inclusive me llamabas preguntando - Sentenció Ronny mientras expulsaba el humo de sus pulmones.

- Me di cuenta de mis errores, eso paso.

Se salio del agarre que le tenía aquél señor, se despidió y siguió caminando por esos pasajes a los cuales ni la policía se atrevía a entrar. Recordaba como había llegado aquí, como había terminado en todo eso, que irónica es la vida a veces.

Busco entre sus bolsillos y como supuso, las llaves ya no estaban. Por suerte justo debajo de la alfombra que cubría la entrada había una llave de repuesto que dejo el dueño de la casa por cualquier inconveniente.

Logro abrir la puerta y como siempre lo veía, encontró a la señora que compartía casa con el, drogada. Se preguntaba donde estaban sus hijos y si algún día dejaría de drogarse para escapar de los problemas.

Así era su vida en esa casa, el sólo pagaba por una habitación con una cama y un armario donde guardaba su ropa.

Compartía la casa con otras 4 personas más, Somin era la señora drogada de la entrada que tenía dos hijos Eric y Nam, luego estaba Seokjin que trabaja en una construcción pero el casi nunca estaba en su habitación, por otro lado estaba Jongin que era un ex convicto acusado de matar a su família y por último se encontraba Jihoon, según algunos decían el trabajaba para la mafia coreana o algo así, pero Joshua nunca les creyó mucho, al fin y al cabo era un bajito para que lo aceptaran.

- ¿Somin? ¿Estas consciente aún? - Pregunto mientras se acercaba hacía ella, sabía lo que causaban las drogas pero también sabía como manejarlas perfectamente.

Solo vio como ella logro girar sus ojos y sonreír un poco.

- Genial - Dijo - Sobredosis de narcóticos inyectado por lo que supondre - Tomo la jeringa que encontró en el suelo con cuidado de no tocar la punta - Esto.

La cargo hasta su habitación para sacar unos guantes que escondía entre sus cosas. No podía llevarla al hospital, si hacía eso los llevarían presos a ambos.

Sabía como lograr que una persona saliera del efecto de las drogas rápidamente, lo había hecho antes.

Luego de hacer todo el procedimiento y asegurarse que la señora haya estado estable y viva, decidió ir a la habitación de ella para saber si sus hijos estaban ahí.

- ¿Chicos? - Pregunto al abrir la puerta.

- ¡Tío Shua! - Gritaron ambos para lanzarse a sus brazos y darle un gran abrazo.

- ¿Por qué no estaba aquí cuando lo comenzamos a llamar? - Pregunto Nam con su tierna voz - ¿Su señal de superhéroe no servía?

- Claro que si sirve cariño, pero justo andaba ayudando a unas abuelitas en sus tareas del hogar y me retrase - Dijo mientras se sentaba en la cama - ¿Me perdonan?

- ¡Claro que si! - Gritaron al unísono mientras lo volvían a abrazar.

- Mami comenzó a hacer sonidos extraños y a moverse raro también - Dijo Eric mientras se sentaba en la cama de la habitación - Así que nos vinimos a esconder en nuestra cueva como nos dijiste tu.

- Muy bien - Los felicito mientras besaba la frente de cada uno - Eso es lo que tienen que hacer siempre que tengan miedo, ¿si?

- ¡Si! - Contestaron los pequeños de apenas 5 años.

- Iré a comprar algo para comer - Dijo mientras se paraba de la cama - Vamos a comer delicioso esta noche.

La cara de los niños le alegro el día.

- Quiero comer pollo frito con papás fritas - Grito Nam con sus ojos brillando de emoción.

- ¡Wow! Yo quiero una pizza - Contestó Eric felíz.

- Tendremos las dos mis niños no se preocupes, voy a ir a comprarlos ahora. Deben esperarme aquí en nuestra cueva, ¿esta bien? - Pregunto Joshua.

- ¡Si! - Eran tan obedientes - ¡Te esperaremos aquí superhéroe! - Escucho antes de salir de la habitación y cerrar la puerta.

Cuando volvió a la suya vio como Somin aún seguía inconciente sobre su cama, reviso sus signos vitales.

A ese paso de recuperación debería recobrar la conciencia en dos horas más, pensó Joshua.

Entre su ropa guardaba 3 varillas que ocupaba cuando a sus pelotas le sucedían algo, lo hacían sangrar cada vez que tocaban muy fuerte sus manos pero debía conseguir el dinero y poder cumplir con lo que le pedían los niños, para ellos el era un superhéroe, los había salvado varias veces de que su madre los maltratara o que su padre los intentara llevar con el, debía hacerlos pasar su infancia lo mejor que se podía en esa asquerosa vida que les toco vivir.

Estuvo mas de 5 horas bajo un semáforo tratando de conseguir todo el dinero posible, sus manos tenían serias heridas, estaban sangrando y le dolía por montones, también tenia quemaduras en sus brazos. Nada de eso importaba ahora, había conseguido todo el dinero y podría consentir a los pequeños.

Con todas sus cosas al hombro y el dinero en su bolsillo, se dirigió a un local de comida para pedir todo lo que querían los niños, incluso pidió unas bebidas para cada uno. Ese día realmente le había ido muy bien.

- ¿Niños? - Preguntó entrando a la habitación con las bolsas de comida en la mano.

Pero ya no había nadie, los niños se habían ido y lo peor de todo es que no tenía ni idea de a donde.

Mientras registraba la habitación se encontró con una pequeña nota sobre la cama.

La tomo y la comenzó a leer.

" Para Super eroe Gisoo:

Mi mami nos dijo que nos iba a llebar a comer delicioso perdon super eroe te quiremos mucho mucho ♡♡ nos vemos manana

Nam te dise que te quiere mucho igual ♡♡

Becitos "

Le llenaba de impotencia no poder hacer nada contra el maltrato infantil. Esos dos niños eran una luz que aún brillaba con intensidad pero que fácilmente se iba a comenzar a extinguir.

No sabía a donde podrían estar, no podía ir a buscarlos tampoco aunque supiera. Llamar a la policía nisiquiera se llegaba a pasar por su mente.

Debía esperar que se mantuvieran con vida y con buenos cuidados porque esta vez cuando presionarán la señal de superhéroe, nadie llegaría.

Malabaristas • Jihan •Where stories live. Discover now