Capítulo 7 - ADOLESCENCIA

332 9 1
                                    

Han acabado las vacaciones y volvemos a empezar la rutina de siempre, solo que, con un pequeño cambio, Brian inicia sus estudios en un instituto nuevo y empieza sus estudios secundarios.


Como siempre hace, Brian está superemocionado al saber que va a empezar el instituto y va a conocer a mucha gente, pero esta vez tiene algo de miedo, ya que, ya sabe que esta vez puede pasarle algo similar a lo de la otra vez.


Aun así, Brian va contento al instituto, esta vez su madre tiene que llevarle con coche porque de su casa al colegio hay un trayecto un poco largo. Mientras está en el coche, Brian comienza a imaginarse su clase, sus nuevos amigos hasta sus nuevos profesores. La madre de Brian estaba algo perdida, pero parecía haber encontrado el instituto. Brian ve su nuevo instituto, era blanco y grande.


Parecía superamplio ya que tenía un patio gigante y era bastante largo. Se despide de su madre dándole dos besos y se dirige hacia la entrada del instituto. En él ya se podía ver a tres tipos de adolescentes, los populares, los frikis y los fumadores. Aunque para él fuera el primer día de clase, para otros muchos sería un simple cambio de curso, eso implica a que cada año, muchos de esos niños que veía serán amigos o enemigos. Brian empieza a subir la rampa, la cual llegaba dentro del instituto. En ella se había creado una pelota increíble de jóvenes, tal pelota, que era casi imposible el poder moverse.


Aun así, tras un poco de movimiento, Brian logra entrar y su primera impresión fue completamente diferente a la que él había pensado. Sí que era verdad que él pensaba que era un instituto gigantesco y que en su cabeza sería el perfecto, pero Aun así no lo era. Solo entrar ya vio a un niño al fondo al cual le estaban empujando y eso le recordó a lo que le habían hecho a él en el pasado. Aun así, pensó que eso este año no se lo iban a hacer, ya que era nuevo y que había muchos más niños, que se lo harían antes que a él.


Brian por suerte ya no tenía el parche que siempre solía llevar. Ahora empieza la etapa de gafas, estrenaba unas gafas superbonitas y rojas. Brian se dirige a su clase Aunque se perdió porque su clase era primero A, pero las clases estaban numeradas por 1.01 o 1.03, cada número significaba el curso y la clase, es decir, el primero es el curso que estás haciendo y el segundo número va relacionado con la letra del abecedario.


Aun así, logro encontrar la clase. Para él era difícil hasta el abrir la puerta para entrar en la clase, ya que en su cabeza solo le aparecía una pregunta, dicha pregunta era..."¿Me van a hacer lo mismo?""


Aunque lo pensará mil y una veces, tenía que hacerlo y tenía que entrar a su clase y enfrentarse a uno de sus grandes temores que era el primer contacto. Al abrir la puerta empiezan las miradas, ya que realmente el nuevo era Brian, por qué los demás ya se conocían de primaria.


Aunque las miradas fueron algo frías, el primer contacto fue algo más que bueno. No tardo en llevarse bien con la gran mayoría de niños que había en la clase. Pero, aun así, él seguía con muchas inseguridades, ya que la lección que le dio la vida era de no fiarse de nadie, porque las primeras impresiones engañan.


Entra el profesor a clase e inmediatamente todos los alumnos se sientan en su mesa correspondiente.


—Bienvenidos a todos, mi nombre es Carlos y voy a ser vuestro tutor——Dijo el profesor. —


El profesor pasa lista y se van presentando todos, la situación era algo graciosa porque el profesor conocía a la mayoría de alumnos porque sus hermanos estaban o habían estudiado en el mismo instituto. Aun así, la clase fue genial. Nos conocimos todos y desde un primero momento nos empezamos a caer bien. Como en todos los sitios siempre hay alguien que por algo le caes mal de primeras o alguien muy tímido, pero por lo que sé hasta ahora, muchos de ellos luego se sueltan y empiezan a hablar ¡como loros!.


Ese mismo día, cuando Brian acaba las clases, su madre le espera con el coche aparcado delante de un supermercado. La madre de Brian ya veía que su primer día había sido genial, desde lejos se podía ver como Brian brillaba de la felicidad que tenía encima. Brian se sube al coche y como ya era de saber, le cuenta todo a la madre, la gente que había conocido, como era el profesor, como ha sido su primera impresión al entrar a la clase... La madre estaba supercontenta porque por fin Brian, pese a ese problema en la vista que tenía sus compañeros, no le habían dejado de lado.


Ese día había empezado genial y tenía que acabar igual, El padre de Brian le tenía una sorpresa preparada y dicha sorpresa era que, desde hace un tiempo, Brian quería un hermanito o hermanita, quería tener esa sensación de no venir solo a casa, de compartir cosas con él o ella, de convivir juntos... pero la madre de Brian ya no podía cumplir ese sueño así que le regalaron algo que a Brian le haría muchísimo más feliz, ¡un perrito!


Brian llega a casa y se encuentra que en el salón hay una carta, Brian se dispone a cogerla y leerla, ya que le parecía extraño que estuviese ahí sin más. Brian abre la carta y dice algo tal que así...


"Sé que tu sueño era tener un hermanito/a, pero me temo que no va a ser posible, puesto que mamá no puede tener más bebés... Pero te quiero dar algo que te encantara aún más, está en tu cuarto". Cuando Brian lee que está en su cuarto, sin pensarlo, sale corriendo y va hacia la habitación, abre la puerta y ahí estaba. Encima de la cama, era blanca y era hembra. A Brian le encantaban los perritos y por fin tenía el suyo, mientras abrazaba a su perrita, Brian le susurraba...—Bienvenida a casa, Hermanita. —

GOLPEADO PERO NO DERROTADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora