Capítulo 3 - LA DESPEDIDA

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Ya han pasado 5 Años desde que Brian entró en ese colegio y como suele hacer cada día Brian ya está en el recreo con Laura, pero creo que no es el mejor día para ninguno de los dos.

Brian como hace desde que llegó al colegio, se reúne siempre con Laura en el recreo en el muro que hay junto a la valla que separa el colegio y el patio.

Laura le pregunta a Brian que como ha ido hoy su día, a lo que Brian le responde que hoy ha sido un día genial, que no ha notado esas miradas y que ha podido hacer todo en clase.

Laura le dice que tiene algo muy importante que contarle.

—Mira Brian, has sido una gran persona y un gran amigo, pero esto no soy yo quien lo decide, tengo que marchar, mis padres se van a mudar a Sevilla y tengo que ir con ellos—

Brian se queda sin palabras, prácticamente mudo y congelado, para él ella fue una de las únicas personas que de verdad le había ayudado en esos momentos tan difíciles para él.

Laura le explicó que no podía hacer nada y que ojalá pudiera estar todos los años ahí, pero no iba a ser posible.

Brian, Le pregunto por los días, estaría en el curso, a lo que Laura, le contesto:

—Mañana será mi último día en este curso. —

Pese a ese golpe que se llevó Brian, decidió no llorar ni sentir mucha pena, lo que él realmente quería era disfrutar el poco rato que le quedaba junto a ella.

Ese mismo día dejaron las mochilas en casa, se cambiaron de ropa y juntos fueron a dar una vuelta por las calles de Barcelona y realmente los dos querían vestirse para la ocasión, pero no salió como tenían pensado.

Brian, llevaba una sudadera roja en la que se podía apreciar una frase que decía:

'' Recuerda que nadie puede soñar por ti.''

Unos pantalones tejanos y unas bambas deportivas.

Laura, llevaba una camiseta de manga larga junto a una chaqueta marrón, unos tejanos y unas bambas.

Brian sabía dónde ir en todo momento, ya que, a él, le encantaba ese sitio, le encanta la paz y la profundidad, le encanta ver como amanece sentado en una de esas piedras junto a la arena.


La playa es un sitio mágico para muchos y no será menos para Brian. Así que, de camino a la playa, Laura y Brian explicaron todas esas historias que le ocurrieron en el colegio, las veces que han estado juntos en el recreo y las veces que los han castigado juntos.

Llegaron a la playa y se sentaron en una de las rocas con las que rompen las olas día tras día.

Llega el momento más difícil para Brian, mientras está atardeciendo, Brian le dice lo genial que ha sido estar con ella, esos últimos años, lo bien que se lo ha pasado, que espera verla pronto y se acordara siempre de ella.

Laura le contestó con un rotundo sí a todo, los dos lloran mientras el sol se va escondiendo por el horizonte.

Se podía escuchar el canto de los pájaros, mientras pasan frente el sol, el sonido de las olas de fondo y ese olor a océano profundo que te inunda en una nube llena de tristeza.

Se abrazan durante un buen rato, pero los dos saben que eso tiene que terminar. Que ha llegado la hora de la despedida y la hora de volver a casa tristes sabiendo que no la volverá a ver más hasta de aquí mucho tiempo...

Antes de separarse, Brian le pregunta a Laura sobre la hora que sale su avión. Laura le responde que sale sobre las 6 de la mañana y que no se le ocurra venir. Brian ejerce un movimiento con la cabeza expresando un simple, por supuesto, que no.

Se abrazan por última vez, se podía notar su fuerza y su cariño hacia ella con un simple abrazo, pero ha llegado su momento el momento de separar caminos para regresar a casa.

A Laura se le podía notar, triste, cansada, y con una de esas ojeras que tanto expresan después de haber estado llorando un largo tiempo.

Brian, siempre quería ser el hombre bueno, no quería que nadie le viese llorar y aunque lloró junto a Laura, ahora es cuando realmente se ha derrumbado y no se atreve a llegar a su casa, ya que piensa realmente que ese es su verdadero fin y que nunca va a encontrar a alguien tan fantásticamente como Laura.

A la mañana siguiente...

Brian se ha levantado mucho más pronto de lo normal, para ser exactos a las 5 de la mañana. Era un sábado, por lo que no tenía mucho sentido él levantase tan pronto. Aunque para Brian creo que sí...

Laura vivía a 10 minutos de casa de Brian.


De repente se escuchó una puerta abriéndose y Brian quería esconderse para que no le pillase su madre despierto a esas horas.


La madre le dice a Brian...


—Brian, sé que te quieres despedir de Laura, ayer te escuché llorar y quiero que te despidas de ella como se merece—


Brian lloraba de emoción y como no, se vistió superrápido y pusieron rumbo al Aeropuerto del Prat de Barcelona. Apenas había amanecido, se podía ver la carretera vacía, las luces del coche iluminaban todo el camino.


Hacía mucho frío y apenas eran las cinco y media de la mañana.

En la radio se podía escuchar la voz de un hombre deseando los buenos días a todos, colocaba música relajante para concentrarnos en el camino.

Para Brian su música era clara, en su cabeza tenía una melodía que expresaba miles y miles de sentimientos, pero entre todos ellos... Se podía percibir la tristeza.



El tiempo pasaba y Brian perdía las esperanzas, cada vez más y más.

Son las seis y Brian y su madre han llegado al aeropuerto.

La madre de Brian le miró fijamente a los ojos. En ellos percibías claramente uno lo he intentado. Aun así, Brian no perdió la esperanza y rápidamente entraron al aeropuerto. Buscaron el cartel en el que señalaba la dirección del vuelo a Sevilla.

Brian y su madre no podían creerlo, ¡El avión se había retrasado una hora!

Corrieron hacia los asientos y ahí estaba, al fondo podía verse una joven levantada junto a sus padres, mirando fijamente al cristal junto a su maleta.

Brian no dudó ni un segundo y delante de todo el mundo que se encontraba en ese instante grito...

—¡Laura! —

Laura y sus padres se giran y Laura ve a Brian y María.

Laura tenía una expresión en la cara que no sabría cómo describirla, era algo así cómo, emocionada, triste y feliz.

Laura y Brian corren hacia la misma dirección, y esa dirección se llama abrazo.

Un abrazo profundo y sincero que expresaba muchas cosas, pero ninguna de ellas al alcance de cualquiera. Ha pasado una hora desde que se han vuelto a encontrar en el aeropuerto Brian y Laura. Se percibe una voz en la que decía que tenían que embarcar ya los que se dirigían a Sevilla.

Laura quería abrazar a Brian, pero antes de irse le dice...

—Esto es para que tengas un recuerdo mío. —

—Le da un beso en la mejilla. —

Se va corriendo junto a sus padres cogiendo la mano a uno de ellos.

Brian se queda paralizado prácticamente sin aliento mientras Laura, esa chica que le había ayudado durante esos 2 años, se estaba yendo. Brian se hizo un sin fin de preguntas como, por ejemplo: cuándo se volverían a cruzar sus caminos...

Tras pasar unos minutos, se podía ver como el avión de Laura despegaba.

Mientras alzaba el vuelo, Brian pensaba un, Hasta siempre Laura.

GOLPEADO PERO NO DERROTADOWhere stories live. Discover now