Epílogo

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―Hey, I just met you,
And this is crazy,
But here's my number,
So call me, maybe
It's hard to look right,
At you baby,
But here's my number,
So call me, maybe ―cantaba muy animadamente frente al espejo. Porque anormal siempre señores. Tocaron el timbre y me aclare la voz, me peine un poco pasándome la mano por mi cabello y abrí la puerta.
Había un hombre con gran bigote y un poco de sobrepeso vestido de repartidor, me entregó un paquete MUY pesado y me hizo firmar un papel.
Oh vamos, esto es lo mejor que ví en toda mi fucking vida.
¡ERA UNA CAJA LLENA DE LIBROS Y CHOCOLATES!
¡¿USTEDES PUEDEN CREER ESO?!
¡LES JURO QUE SÍ ENCUENTRO EN DONDE SE HACEN ESTE TIPO DE CHICOS LES PASO EL NÚMERO DEL LUGAR! ¡SE LOS PROMETO POR LA GARRITA!
¡Y ESTOY GRITANDO DEMASIADO, ESO ES VERDAD!
Bueno, en este momento me encuentro gritando como loca, hiperventilando, por el regalo que me mando Ruggero desde Perú. Él se fue a hacer una práctica en profesorado (tipo excursión, no sé) y hace tres semanas no lo veo... me mando una caja con 6 libros y muchos chocolates. ¿No es hermoso?
Ambos nos venimos a estudiar juntos, pero distintas carreras. Y pasaron dos meses de la repentina aparición del hermano o lo que sea de Emily, a la cual no encontramos por ningún lado y Bryan está que tira las paredes. Se recorrió todo Europa pero no la encuentra, hasta Carlos fue. Es una larga historia que no contaré ahora porque quiero concentrarme en los deliciosos chocolates.

"Con amor, Ruggero" decía la nota. LO AMO. LO AMO. LO AMO.

Tocaron el timbre y juro que no me importa quien sea, de la felicidad que tengo podría besar hasta a un vagabundo.
Abrí la puerta y me encontré con un no-vagabundo. Y sí, ¿Quién va a ser? Obviamente Ruggero. Cliché. Ñeh.
Me abalancé sobre él y casi lo hago caer hacia atrás. Lo besé como nunca y... Deosh, lo extrañé mucho.
Ambos vivíamos juntos ahora aquí en esta ciudad, New York. Era un lindo departamento, muy hermoso. Tenía mucha iluminación natural y grandes ventanales, y realmente amo que haya luz y corra aire. Lo amo.

―¿Te gustó? ―preguntó él al separarnos, me tomó entre brazos y me adentró al departamento cerrando la puerta tras nosotros. Me depositó suavemente sobre el sofá. Más bien él se sentó en el sofá y me llevó arriba de él a mí.

―Me encanto. Dios mío, ni Santa me había traído algo tan perfecto―espeté emocionada, reí.

―¿Me estás comparando con Santa? ―preguntó incrédulo, con una sonrisa divertida.

―¡No! ―carcajeé. ―Me encanta tu barba, hace mucho no te la dejabas―

―Menos mal que te gusta, creí que te pincharías o algo y te enojarías... es que no tuve tiempo para afeitarme―se pasó una mano por su cara. ¿Sabían que ya le sacaron el yeso completamente?

―Me encanta, realmente. Te hace ver aun más sexy―ronroneé besándole los labios.

―Hmmm... ―gimió―entonces la dejaré para siempre―me guiñó el ojo entre besos.

―Tanto no eh, ahí si que parecerás Santa ―le sonreí acomodándole el cuello de su camisa.

―¿Pero ahora soy sexy... no? ―levantó una ceja, yo asentí. Él me beso atrayéndome más a él y bajé mis manos metiéndola por su playera, bajándola más hasta su zona (ya saben a que me refiero) por sobre la tela del pantalón. ¿Creían que era santa? Que equivocados que están, por Dios. ¡AGUANTE 50 SOMBRAS DE GREY! Bueno, no.
Él soltó su agarré y metió sus manos por debajo de mi camiseta y yo le saqué la suya, luego lo miré sonriente y salí corriendo.

―Tengo que leer y comer chocolate―dije riendo.

―¡OYE! ―gritó y me comenzó a correr.
Y así estábamos por todo el departamento corriendo, hasta que me alcanzó, me tomó y terminamos los dos en la ducha riendo con ropa y besándonos.
Y esta es mi vida. No sé si esperaban que el final del relato de esta etapa en mi vida fuera cursi, pero no lo es... y amo lo cursi pero también lo no cursi. Además... tengo a Ruggero Pasquarelli sin camisa en la ducha. Cualquiera quisiera este "final".
Lo que si sé es que no me arrepentiré nunca el haber aceptado ser novia de Ruggero, o de aceptar ser la niñera de los Brinley. Desde que entré en aquella casa a cuidar a esa familia de locos, no paré de vivir nuevas aventuras, reírme y la pase muy bien más allá de fuera de los libros y mi habitación. Me divertí y mucho. Así que aprovechen cada momento y vívanlo como nunca.
Aprovechen a sus mejores amigos, a sus amigos, a su familia, a la vecina realmente insoportable que siempre las molesta, etc. Porque tiene esto, en cambio... hay personas que no tienen nada de esto y pagarían por tenerlo. Vivan la vida, sonrían y diviértanse.
Vivan la vida, porque está para vivirla y si no se la vive uno se muere. Bueno, en esto último me quise hacer la poeta y no me salió. Mejor sigo como lectora y no escribo porque sino iré mal.

Fin.

Y bueno, hasta aquí llego esta hermosa familia Brinley, espero que hayan disfrutado muchísimo la historia tanto como yo al compartirla. Me despedido con este hermoso final y volveré con nuevas historias, así de lindas y divertidas cómo está. ❤️
Gracias por todo su apoyo y paciencia.

Nos leeremos pronto. <3

Cuidando a los Brinley  TERMINADA. Where stories live. Discover now