Capítulo 19

4.7K 358 86
                                    

Narra Ruggero.

Karol no llegaba y yo estaba más que nervioso, no paraba de moverme de un lado a otro y varias personas que no conocía pero que al parecer sí me conocían a mí me preguntaban sobre mi anillo y porque me casé de tan joven.
Yo simplemente no sabía que responder y respondía "Es que estábamos muy enamorados, fue espontaneo". La ceremonia había pasado bastante bien, la novia había querido arrancarle los pocos pelos que le quedaban al sacerdote pero ambos dieron el "Sí" y eso es lo importante.
Ahora nos encontrábamos en la fiesta, la cual recién comenzaba y la gente que estaba en la iglesia y la que no lo estaba también recién comenzaba a llegar. Mientras tanto los novios aun no llegaban, deben estar asegurándose de que todos se vayan de la iglesia, por precaución.
Lo que me contaba mi tío es que la fiesta en verdad será grande, más de 500 personas. Wow. Bueno, son empresarios.
El lugar también lo era, muy grande diría yo. Estaba todo adornado con telas blancas y de color celeste y pastel, luces haciendo juego, una bola de espejo sobre el techo y varias cosas más que no podría describir porque no sé como se llaman. Soy hombre, no se quejen.

―¿Karol ha llegado? ―preguntó nerviosamente mi tío llegando a mí.

―No―contesté―iré afuera a esperarla―murmuré y camine saliendo del gran salón. Llegué a la recepción del edificio donde se estaba haciendo la fiesta y choqué con alguien, pero lo tomé por la cintura evitando que callera. No la o lo tome por la cintura como en las películas que la chica está a dos centímetros del suelo, pero sí lo tomé por la cintura.
Miré a la enana que tenía enfrente, a la bella enana.
Era Karol.

―Hola―sonrió. ―¿Llego tarde? ―preguntó preocupada y yo negué. No podía decir nada.

No estaba tan producida, pero eso creo que la hacia aun más linda. Tenía el pelo con hondas, los labios pintados de un rosa y los ojos delineados, con una sombra también algo rosita. Pero casi nada. Su vestido también era rosa, le llegaba un poco más arriba de la rodilla. Por el frente era normal, por atrás tenía unas aberturas como si fueran en forma de corazón en la espalda. Y unos tacones negros. Muchachos, este vestido le queda mucho mejor a Karol que a mi tía. Eso ténganlo por seguro.

―Estás... ―hice una pausa―hermosa―concluí.

―Gracias―ella se sonrojó. Que linda que es sonrojada.

―Oh, toma esto―saqué de mi bolsillo la bolsita con el anillo―¿me abres la bolsita pero sin sacar lo que hay dentro? ―pregunté, y ella asintió.
Hizo lo que le dije y yo metí mi mano en la bolsita, saque el anillo y lentamente se lo coloqué en su mano. Entraba a la perfección ―me lo dieron los locos de mi familia para que sea más creíble―aclaré. Ella levantó la vista y sus profundos ojos me penetraron, formó una sonrisa divertida.

―Okay―asintió. La tomé de la mano y acerqué mi boca a su oído.

―Por cierto, eres médica―le murmuré. Ella me miró confundida y sorprendida y yo reí.

Estaba agarrado de la mano de Karol y no estaba nervioso. ¿Qué sucede con el viejo Ruggero Pasquarelli? wow.

Narrador Omnisciente:

Ruggero y Karol entraron al salón tomados de la mano, fingiendo ser una pareja normal, mejor dicho una pareja. Ya había bastante más gente que hace un rato y todos los miraban confundidos y asombrados. Decían que simplemente de estética eran perfectos juntos. Otros criticaban al vestido, otros preguntaban quienes eran, la mayoría murmuraba sobre la supuesta pareja.
Marga al verlos sonrió y aplaudió, dando pequeños saltitos de felicidad.
Ruggero rodó los ojos al ver a su tía.

―¡Te-ves-genial! ―pronunció Lea separando las palabras, en lo cual Karol se sonrojó.

―Gracias―murmuró ella.

Cuidando a los Brinley  TERMINADA. Where stories live. Discover now