Epílogo

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Yoongi no podía recordar ninguna persona qué se acercara a él con razones netamente puras. Sus amistades no eran más qué personas hipócritas que querían aprovecharse de él, de su dinero, y cuándo Min daba media vuelta ellos no dudaban en reírse de él a sus espaldas recalcando lo iluso que era.

Incluyendo a aquella pareja que le había causado demasiado daño. A aquella chica de rostro de ángel a la qué le había confiado ciegamente su corazón. Aquella a la qué se había aferrado con tanta fuerza esperando recibir el mismo cariño de vuelta, siendo reemplazado rápidamente con la excusa de ser alguien demasiado frívolo sin importar lo mucho que se había esforzado por entregarle todo el amor necesario.

Sus padres de cierta manera también esperaban de él; su madre no quería más qué un hijo perfecto, un hijo de etiqueta para presumir frente a sus amigas. Su padre quería que siguiera el legado familiar y qué su único hijo hombre heredara la empresa que había mantenido a la familia por muchos años a flote, siendo algo qué él no deseaba en lo más mínimo.

¿Músico? Ni hablar. No quiero que mi hijo sea un muerto de hambre.”

Esas habían sido las palabras de su padre que habían logrado hundirle. Lo único que había deseado por largos años era un reconocimiento por su esfuerzo, pero jamás llegaba. Su padre jamás lo felicitó por una buena calificación obtenida en la escuela. Poco le importaba también a su madre, a ella sólo le importaba mantener las apariencias de familia perfecta, una familia envidiable.

Hundido de aquel modo, el único que lo había sacado de aquel agujero era Hoseok. Aquel chico de sonrisa brillante había sido su salvación luego de largos años. El chico de cabellos de manzana, -como lo llamaba en un principio- había sido el único quién le había devuelto el mismo amor que le había entregado.

Insertando la llave en la cerradura y soltando un cansado suspiro abrió la puerta para pasar por ella, teniendo tiempo apenas de cerrar la misma antes de qué un pesado pelirrojo se le tirase encima, tirando las bolsas que traía en las manos en un acto de reflejo para sostener al muchacho que cariñoso se aferraba a su cuello.

— Rayos Hobi, ¿Qué manera de saludar es esa?

— Una muy cariñosa —fue lo que recibió en respuesta. El pelirrojo dió un salto y enredó las piernas en la cintura del más bajo, causando que ambos cayeran al suelo porque uno; Yoongi no tenía la fuerza suficiente para sostener a Hoseok y dos, éste último no lo había soltado para nada.

El tiempo había pasado y a pesar de todo Hoseok y Yoongi seguían estando juntos. Las cosas habían cambiado; ahora ambos convivían en una casa en el centro de la ciudad, eso luego de qué Jiwoo haya luchado con garras y dientes para ser la dueña final de la vivienda donde largos años había pasado.

Yoongi trabajaba de compositor, algo que se le daba muy bien. Increíblemente tenía talento para ello. Sus canciones eran unas de las mejores qué Hoseok hubiese escuchado, le sorprendía que Min siempre tuviera algo sobre qué hablar en sus letras, le sorprendía la dedicación que éste ponía en cada una de ellas.

Hoseok también había revivido un viejo sueño; su pasión por el baile era algo que, si bien hace muchos años no practicaba, seguía siendo una de sus más grandes pasiones. Sus pasos eran agraciados y sus movimientos precisos. Era increíble la capacidad que este tenía para memorizar coreografías y expresarlas con su cuerpo. Él no era tan conocido cómo Min, pero sí pertenecía a un grupo de baile al que tenía demasiado cariño; los compañeros con los que convivía día a día eran buenas personas, optimistas y siempre dispuestos a dar lo mejor de sí.

— ¿Estás bien? —preguntó un preocupado Yoongi, incorporándose levemente para mirar de mejor manera el rostro de Hoseok.

Las manos del menor sostuvieron sus mejillas e impidiéndole alejarse plantó un necesitado beso en sus labios, siendo correspondido rápidamente.

— Mi esposo es un debilucho~ —canturreó antes de dejar otro pequeño beso en sobre los labios de Yoongi—. Bienvenido a casa.

— Ya estoy aquí.

Yoongi amaba su trabajo, pero sin duda la parte más emocionante del día era cuando tenía la oportunidad de regresar a casa y ser recibido de manera tan afectuosa por su, ahora, esposo.

💛💚💛💚💛

No sé, no me gustó cómo quedó (?
Ah, ya no queda más. ¡Gracias por leer esta historia! Fueron pocos los que leyeron desde un comienzo. Amor infinito a ellos y a los que se unieron en el camino <3

Supongo que ahora seguiré con “Cycle” si tienen curiosidad sobre ella pueden ir y buscarla en mi perfil (?) Ahr.

Supongo que ahora seguiré con “Cycle” si tienen curiosidad sobre ella pueden ir y buscarla en mi perfil (?) Ahr

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(Aguante fondo negro xd)

Gracias por leer ❤

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