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Yoongi dormía entre las tibias mantas de su cama, Hoseok le observaba desde lejos, sentado en una silla justo a un costado. No era la primera vez que le observaba al descansar, las cortinas estaban abiertas a la par, dejando entrar unos cuantos rayos de sol que iluminaban el pálido rostro de Yoongi , delineando sus facciones y dándole un aspecto casi angelical. Hoseok sonrió al notar que, incluso si Min no seguí teniendo una perfecta alimentación, estaba mucho menos delgado que hace un par de semanas cuándo lo encontró dentro del baño. Eso lo alegró, el cuerpo de Yoongi estaba recuperando su fuerza, dándo avance a la primera fase del tratamiento qué él mismo había creado.

Yoongi comenzó a removerse entre las mantas, frunciendo el entrecejo al ser conciente de la iluminación que había por todo el lugar. Hoseok salió de su ensoñación cuando la mirada adormecida del azabache cayó sobre él. Se incorporó rápidamente, regalándole una sonrisa el doble de grande y radiante que la anterior;— ¡Buenos días!

—Buenas... —Yoongi se incorporó, tomando asiento en la cama para así tallar sus ojos y lograr tener una mejor visión,— ¿Que hora es?

—Las nueve de la mañana —musitó haciéndose un poco hacia adelante.

—¿Cuánto llevas allí sentado?

—Una hora.

—Joder Hoseok, ¿sabes lo raro que se escucha eso? —el pelirrojo apretó los labios, sin dejar de sonreír.

—¿Qué te parece si sales hoy de aquí? —preguntó, su mirada adquiriendo un brillo especial en ellos.

—¿Salir? 

—No será mucho tiempo si no quieres, pero creí que sería lindo desayunar en el jardín. Hay unas flores hermosas —Yoongi le observó unos segundos antes de soltar un cansado suspiro, tratándo de recordar la última vez que salió de su cuarto tan temprano por la mañana,—¿Qué dices? 

—¿De verdad crees que saldré de aquí tan temprano? Hace frío afuera —cuestionó, recostándose una vez más en la cama con las frazadas cubriendo totalmente su cuerpo. Hoseok hizo un puchero, haciendo una especie de triángulo con los labios y Yoongi ocultó su sonrisa bajo las mantas de su cama. Aquel gesto se le hacía totalmente tierno y no podía evitar molestar al pelirrojo cada vez que tenía oportunidad.

—¡Yoongi!

—Ese es mi nombre, sí.

—Ya preparé todo allá afuera, no puedes decirme que no —masculló, tirando las mantas hacía abajo para destapar de una vez por todas a Yoongi.

—Está bien..., Vamos.

—¡Si! —terminó exclamando Hoseok con júbilo, alzando ambas manos hacia arriba en un gesto de victoria. Sonriendo tan radiante cómo siempre cuándo Yoongi se levantó y abrió uno de los cajones,— Debemos hacer algo con tu ropa.

—¿Qué tiene mi ropa?

—¡Toda es de color negro! Es depresivo incluso para mí.

—No molestes —sentenció, tomando una camiseta de manga larga para reemplazarla por su pijama. Hizo movimientos rápidos, no quería que Hoseok viera su cuerpo; aún seguía delgado, las costillas eran notorias en su piel llegando a ser algo poco sano. Se sentía avergonzado de su condición incluso si hace un par de semanas estaba peor que eso.

—Ya está, definitivamente tenemos que comprar más ropa para ti — le dio una fugaz mirada a Hoseok quién estiraba las mantas de la cama para no tener tanto trabajo más tarde.

Yoongi cambió sus pantalones en el baño de la habitación, incluso si podía echar a Hoseok de su cuarto optó por no hacerlo, era simple respeto. No quería hacerlo sentir mal, mucho menos cuándo éste hacía muchas cosas por su bienestar.

❝ Let me help you. ❞ 💛 [Español] 💛 Hopega.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora