Capítulo 15: Una buena amiga.

3.5K 327 64
                                    

Habían pasado tres días desde aquello, (t/n) estaba encerrada en su habitación, con un vendaje en su torso, estaba bajo llave y vigilancia, sólo llevándole comida, el dolor físico ya había pasado, pero ella seguía sintiéndose mal, estaba triste y desilusionada.

Todo había sido en vano...

Desde ese día no había vuelto a ver a nadie de la familia, sólo veía a la servidumbre y un doctor que veía el progreso de su herida.

Pasaron tres semanas sin ver a nadie, siendo completamente ignorada, su herida estaba casi sana, cicatrizando con satisfacción, había sido marcada como esclava, ahora sería propiedad de Doflamingo hasta el día de su muerte.

Otras dos semanas, todo era eterno, sin comunicación o contacto alguno, sólo veía amanecer y anochecer en su ventana, ya no usaba ningún tipo de vendaje, su marca estaba lista, tal vez no la veía fácilmente, pero podía sentir el peso de esa humillación.

Al paso de esos días, al fin Doflamingo entraba, tenía un rostro más serio de lo normal, la joven estaba sentada en su cama, ni siquiera se levantó, sólo lo miraba esperando cualquier cosa.

Lo que hizo fue abalanzarse sobre ella, acostándola en la cama, ahí adquirió su macabra sonrisa.

-Siempre aprendes por las malas pequeña... podría matarte, pero eso sería terminar con tu castigo...- ella frunció el ceño.

-¡Lo que vaya a hacer, hágalo!- exclamó, para ella era evidente que Doflamingo sólo había entrado para ultrajarla.

-Yo siempre quiero ser amable contigo... fufufu, pero eso es lo que me gusta de ti...- acerco sus labios al cuello de la joven, ella cerró los ojos, esperando lo peor, pero el contacto nunca llegó, él comenzó a carcajear, ella abrió los ojos y observó cómo se levantaba.

-Pero prometí no volverte a tocar...- ella se desconcertó y un tuvo un mal presentimiento.

-¿De qué habla?- se desconcertó, la risa de Doflamingo aumentó.

-¿Acaso te interesa?- cuestionó con ironía.

-¡Dime!- se levanto y le exigió saber tomándolo de la camisa, eso estaba lejos de intimidarlo, él la tomo de los brazos con brusquedad.

-No estás en posición de exigir, no después de tu descaro...- dijo en tono serio. –Pero si te digo, sufrirás un poco más... fufufu- eso no tranquilizó a la joven. –Tú siempre me has dicho que te da igual que nos pase, ¿verdad?-

-S... si...- titubeo, lo cual no pasó desapercibido por el mayor.

-Me preguntó si eso es verdad...- dijo con una sonrisa arrogante. –Pues a alguien si le interesas y me ofreció un atractivo trato que nos beneficia a todos, a ella y ti...- la joven abrió los ojos atónita.

-Imposible...- Doflamingo carcajeo. –Violet... neesan...- él la soltó.

-¡Así es... ahora ella ocupará tu lugar!- exclamó, eso molestó a la joven.

-¡¡Déjala tranquila!!- gritó con furia, pero unas lágrimas bajaron por sus mejillas, él la tomo del mentón.

-En eso debiste pensar pequeña... ¿crees que podrías engañarme?- la burla no desaparecía de las expresiones del mayor, es justo lo que esperaba.

-¡Déjala tranquila!- repitió, pero ahora entre lágrimas.

-Es demasiado tarde... si en verdad querías vengarte, debiste guarda distancia con las personas que te caían bien... fufufu...- la soltó. –Aún estarás bajo llave, si la última vez te deje seis meses, ahora será un año...- le dio la espalda.

-¡¡Espere!!- se acercó a él, su tono era de desesperación, Doflamingo sólo se detuvo pero no regreso a verla. –Enciérrame los años que quieras... pero... pero déjala tranquila... haré lo que me pidas... no intentaré nada... se lo ruego joven amo...- no le importaba a nada, pero no quería que Violet cargará con ello, sin embrago él no contesto y salió de ahí, ella se dejó caer de rodillas, llorando, nunca imaginó que algo así pasaría. –Perdóname... perdóname Violet-neesan...- susurró.

Esa noche (t/n) lloró amargamente en una esquina de su cuarto, todo le estaba saliendo mal, sabía que sólo era su culpa, ahora lo único que podía hacer era arrepentirse por haber sido tan ingenua, por haberse hecho ilusiones, no podía odiar a Law porque en realidad no era su responsabilidad.

Deseaba hablar con Viola y disculparse, por orillarla a protegerla, en realidad seguía siendo una niña ingenua, sin duda su encierro sería largo, mucho más largo y doloroso que el anterior.

Mientras tanto en la habitación de Doflamingo, él y Violet sostenía otro encuentro apasionado, ella se encontraba boca abajo, con las caderas levantadas, él la besaba cada centímetro de su espalda, mientras la embestía profundamente y con cierta brusquedad, ambos gemían y se dejaban llevar por la pasión.

Para él era satisfactorio, lo contrarío para ella, quien estaba resignada aquel destino, ya llevaba tres encuentros con Doflamingo, y no podía acostumbrarse, quería volverse loca, no entendía cómo (t/n) había soportado durante tanto tiempo tal tortura, pero decidió aceptar aquella locura por la joven, quien ya había sufrido lo suficiente, el haber sido marcada era la prueba de ello.

Flash Back...

A la mañana siguiente de que (t/n) había sido marcada, Violet fue a ver a Doflamingo, quien se encontraba en su habitación de mal humor, pues no sabía qué hacer con la joven, estaba dolido y matarla no era una opción, ni siquiera la había sacado del calabozo, se encontraba sentando en un sofá de su habitación.

-¡No quiero ver a nadie!- le grito a la mujer, al verla entrar, quien suspiro, tomando valor.

-Por favor... saque a (t/n) del calabozo... debe ser tratada por un médico, podría morir...- declaró.

-Es una traidora, eso y más merece...- la mujer se acercó.

-Lo qué pasa es que ella aún es una niña...- dijo con timidez, Doflamingo volteo a verla.

-¿De qué hablas?- ella con todo el valor del mundo se acercó a él y lo abrazo por la espalda de manera seductora.

-Se que usted puede ser muy generoso, y vengo a ofrecerte un trato...- dijo susurrándole en el oído.

-¿Un trató?- cuestionó intrigado, aquello le estaba gustando. –Aparte de cargar con tu familia, deseas ayudar a (t/n)...-

-Da igual, ¿no?- dijo sorprendiendo al mayor. –Pero debo de admitir que me cae bien, y me preocupa...- dijo en tono de cierta preocupación. –Yo a cambio de (t/n)... seré tuya las veces que desees, sólo déjala tranquila...- se colocó delante de él, para ese día justamente se puso un vestido entallado , de falda amplia y un escote muy sugerente.

Doflamingo no pudo evitar sonreír lascivamente, tomando a la mujer de la cintura, acercándola a su cuerpo.

-De acuerdo... es un trato...-

Fin del flash back.

Sabía que en cuanto ella se enterará, se sentiría mal, pero al menos Doflamingo ya no la tocaría, tendría cierta paz, deseaba verla, pero aún no gozaba de aquel privilegio, sin duda no descansaría hasta que (t/n) consiguiera lo que ella no tenía... libertad.

One Piece. Más que una venganza (Law y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora