¿Chica Youtuber? •Mario Bautista•

Capítulo 79

P R E V I A M E N T E . . .

Mis manos tocan el suelo e intento levantarme pero el agarre en mi cabello me lo impide.
Su mano toma una gran cantidad de mechones de cabello y me hace girar a su dirección.

—No sabes cuánto estoy disfrutando de esto porqu...—Algo lo calla y dejo de sentir el dolor de los jalones en mi cabeza.

La luz del cuarto es encendida.
Alguien me sostiene pero ya no soy consiente de mi, las imágenes son borrosas, quizás por las lágrimas.

—¡Mario detente!—Una voz masculina se escucha a lo lejos.

—¡Michel llama a una ambulancia, rápido!—La voz de Luna esta cerca pero escucho un cierto eco en mi cabeza.

Hasta que, todo se vuelve completamente obscuro y no escucho ni veo nada más.

[...]

____ Smith

Siento un dolor punzante en mi cabeza, uno muy constante y doloroso.

Soy completamente consciente de que tengo los ojos cerrados y que debo abrirlos, pero cierto temor me invade.

Y sin más, lo abro, una luz cegadora me hace parpadear varias veces antes de poder ver algo.

Una pared blanca.
Sé dónde estoy.

Comienzo a inspeccionar todo en la habitación, hay bandejas de medicamentos, vendas e inyecciones.
La puerta de la habitación está cerrada, es de un color blanco opaco.

Volteo hacia los costados y encuentro a Mario y Michell durmiendo sobre una silla.
Mario tiene su cabeza recostada sobre el hombro de Michell y la cabeza de ella está sobre la de él. Se ven incómodos durmiendo ahí. Tienen la sudadera de Mario cubriéndolos, bueno, Michell tiene una cuarta parte de su cuerpo cubierta con esa sudadera.
Ninguno suelta su teléfono celular.

—Michell—Susurro y con la mera acción hace que me de cuenta de que mi voz ahora es ronca.—¡Mich!.

Una somnolienta Michell se despierta en alerta. Me mira y abre su boca en sorpresa.
Empieza a mover de un lado a otro a Mario, a picotearlo y molestarlo.

—¡Bautista!—Grita en su oído.

Él chico despierta, talla sus ojos y hasta ese momento no me ha mirado.

—Déjame dormir—Suena como un niño pequeño.

—Hola bello durmiente—Susurro pero sé que podrá escucharlo.

Vuelve a abrir sus ojos y repite la misma acción que Michell.
Se levanta de su cama improvisada, supongo.

—¿Cómo te sientes?, ¿te duele algo?, ¿estás bien?, ¿quieres comer algo?, ¿tienes sed?—Pregunta tras pregunta brota de sus labios.

—Estoy bien—Le sonrío por una fracción de Segundo.

Mi rostro duele demasiado.

—No digas que estás bien, no lo estás, necesitamos que nos digas que te duele—Hay preocupación en su tono de voz.

—El café está horrible, esa cafetería apesta, estaba más bueno el café de polvito de oxx...—Luna se detiene cuando habla en cuanto se percata de que estoy despierta.—, Llamaré a un doctor, no se separen de ella—Sonríe de oreja a oreja.

Y como lo había pensado, estoy en un hospital.
Por un momento deseé que todo fuera mentira, que nada hubiese pasado, que todo fuera un sueño.
Las imágenes de aquella noche vuelven a mi, las ganas de llorar me invaden y hacen que sienta un nudo en la garganta.