Capítulo 73

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P R E V I A M E N T E . . .

—¡Joder, te odio! ¡quedate en el maldito departamento, me largo!—Grita y ahora me doy cuenta de que lo que lanzó fueron las llaves del departamento, más pesadas y vistosas gracias a diversos llaveros y un gran pompon

—Eso no era necesario y si solo es para hacer un berrinche, felicidades puedes nombrarte la reina del drama—Esta vez salí sin ser interrumpido por algún grito u objeto, sin embargo un grito de frustración proviniente del departamento se escuchó por lo que decidí caminar hacía la salida del edificio... Todo esto ya me lo esperaba.

[...]

________ Smith


—Van a atropellarte, apresurate—Me burlo de Mau.

—¡Lo haría, pero me dejaron todo a mí!—Se queja mientras termina de cruzar la calle.

—Te quejas mucho, eres un mentiroso, sólo llevas una canasta—Michell sonríe y después achica los ojos en dirección a Mauricio.

—Pues esta canasta pesa lo mismo que tú y creéme, no es poco—Se acerca a Michell y con su dedo índice hace que su cabeza vaya hacía atrás con un movimiento suave cuando lo choca contra su frente.

—Idiota...—Susurra con enojo y se voltea para caminar hacía la lavandería donde Luna se encuentra.

—Te gusta, le gustas, se gustan, deberían ser novios, ¿qué esperas?—Suelto de manera rápida las palabras tanto que doy un suspiro lento.

—Aguarda, ¿qué dices?, ¿gustarme a mí?, ajá sí, claro—Me observa con una ceja levantada mientras habla con tono sarcástico.

—Es más que obvio, se pelean, los que pelean se gustan, dicen que del odio al amor hay sólo un paso—Lo codeo y corro literalmente después de hacerle dicha broma para alcanzar a las dos locas desesperadas que se encuentran esperándome en la entrada de la lavandería.

[...]

—Iré por más jabón—Dice Luna antes de retirarse hacía la pequeña estancia donde venden fichas y detergentes.

—Esta botella de agua de dos litros no ayudó, voy al baño, ahora vuelvo—Michell se levanta sin esperar respuesta alguna.

—Iré por más fichas—Mau dice y cuando lo veo ya está junto a Luna en la dicha estancia.

—Primero era interrumpirme, ahora dejarme sola, estupendo, genial, grandio...—Soy interrumpida por una voz desconocida.

—¿______?—Volteo hacía la voz, una voz suave, algo aguda aunque no lo suficiente como para reventarte los oídos.

—Eh... Sí, hola—Le sonrío a la chica que se encuentra en frente mío, quizás tenga unos quince o dieciseis años.

—oh dios...—Susurra—Eres tú, ¿dónde estabas?, ¿qué te sucedió?, ¿estas bien?, ¿por qué dejaste de subir videos?, ¿y la relación con Mario?—La chica parlotea excesivamente haciendo que mi cerebro trate de formular todo.

—Wow... muchas preguntas—Hago una pausa y río—Trataré de hacer un vídeo respecto a eso, espero todo siga igual. No quisiera enterarme que dejamos de ser una familia tan grande y únida—Hago una mueca.

—¿Bromeas?, tú canal ya tiene diez millones de suscriptores—La chica desconocida que al parecer es una seguidora revisa su teléfono celular deprisa—Mira—Me extiende su teléfono, la observo y hace un movimiento de cabeza dandome permiso de tomarlo entre mis manos.

—No es cierto... ¿Pero, cómo? ¿cuándo?—Lo que tenía frente a mis ojos era irreal.

En la pantalla estaba la página de YouTube, específicamente en mi canal el cual contaba con un poco más de diez millones de suscriptores.
Los vídeos seguían ahí, al igual que el banner y foto característicos de mi canal.

—No lo sé... pero has crecido mucho—Me sonríe al momento de colocarse a mi costado.

—Hemos—Le corrijo—Hemos crecido tú, yo y todos, juntos, por que sin ustedes no hubiese logrado esto de verdad, lamento tanto haberme alejado de las redes sociales...—Le entrego el teléfono a la chica.

—Eres increíble, en serio—Me da un abrazo el cual correspondo al instante.

—Ustedes lo son...—Respondo.

[...]

—¡Voy a morir!—Grita Michell en medio del pasillo al entrar al edificio del departamento en el que vivo ganandose varias miradas extrañadas y enojadas por parte de las personas, amargadas.

—Ya vamos a llegar exagerada—La miro mientras sigo caminando.

—Falta subir hasta tu departamento, ______—Se queja, cuando no.

—Vamos a subir en elevador, niña—Luna hace un ademán de obviedad.

Mau está a mi costado, callado.
Más de lo normal.

—¿Qué pasa mauco?—Le susurro mientras dejo que Luna y Michell discutan.

—Nada—Levanta la vista que se encontraba en algun punto del suelo.

—oh, vamos. Sabes que te conosco así que esa excusa no va conmigo—Le sonrío de lado.

—Me iré a vivir a Argentina por dos años...—Suelta la verdad.

—¿Qué?...—Paro en seco y mi voz desaparece.

—Hoy recibí una llamada, confirmando que me iría, fecha, aerolínea y esas cosas, yo tenía que irme hace cinco meses, no me fui, no quería dejarte y menos por la situación en la que estabas—Me explica

—¿Y ahora me lo dices?, ¿ahora te vas?, Mauricio no puedes irte—Siento un nudo en mi garganta, que no me permite hablar, corta mi voz.

—No puedo quedarme—Me mira.

—Eres mi mejor amigo Mau... te necesito, los necesito a los tres, si te vas o si se van cualquiera de ustedes voy a caer, estoy tan sencible, tan sentimental que temo caer en depresión, suena tan egoísta, pero... no puedo sola—Los miro a los tres. Las lágrimas ya se encuentran nublando mi vista y quemando en la parte superior de mi garganta.

—Esto es más difícil para mí, de verdad, no quiero dejarte, pero es un proyecto extenso e importante para mí, vendré cada que pueda, las visitaré, estaré para ti—Deja la canasta que llevaba en las manos, la deja en el piso y me abraza, inclinandose un poco para poder hacerlo.

—¿Cuándo te vas?—Mi voz se vuelve un susurro.

—El viernes...—Susurra igual.

—Hoy es miércoles, Mau—Sigo susurrando—Te vas en menos de dos días—Digo.

—Estaremos en contacto, para eso están las redes sociales, skype, facebook, twitter y veré todos tus vídeos, será como... estar contigo—Habla un poco más fuerte.

—Pero nada como tenerte conmigo, aquí—Menciono separandome de él y secando algunas lágrimas que salieron sin previo aviso.

—¿Qué te parece si mañana salimos todo el día?, hacemos lo que quieras, nos vamos los cuatro, como una despedida—Menciona sonriente mientras seca con su pulgar otras cuantas lágrimas.

—Me encantaría—Digo sonriente mientras lo abrazo y Luna y Michell se nos unen.

—¿A qué se debe este abrazo?—Menciona una quinta voz a pocos metros de nosotros.

¿Chica Youtuber? •Mario Bautista•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora