XVII

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- ¡Calla a ese gato!

-Aleja a tu pulgoso, idiota -dije, alejando a Kurama de una suave patada, mientras el gato en mis brazos, aterrado, enterraba sus uñas en mi camisa.

-Ya vámonos, maldición, se hace tarde.

Dejé al pequeño gato sobre mi cama y salí de la habitación con Kurama correteando entre mis piernas, el pequeño gato desnutrido que era hace un mes se había convertido rápidamente en una molestosa bola de pelo, pero lograba ganarse el cariño de todos, el maldito animal.

- ¡Tengan un buen día! -gritó Temari sin quitar la vista de su teléfono.

-Estoy seguro que está saliendo con alguien -dijo Naruto en mi oído.

-No me importa -respondí sacando mi nuevo celular, el ultimo lo perdí en todo el alboroto que hubo con Akatsuki, resoplé negando con la cabeza, no quería recordarlo.

No se sentía real, todo había acabado y ahora me dirigía al instituto en mi bicicleta como en un principio, pensé en detenerme a comprar una cajetilla de cigarrillos, pero Naruto se detuvo abruptamente junto al sonido de un auto derrapando.

- ¡Deja Vu! -exclamo Naruto con una gran sonrisa, el auto de Sasuke se encontraba muy cerca de nosotros, lo miré fijamente esperando el insulto que usualmente usaba en Naruto, pero solo desvió la mirada y siguió su camino.

-Extraño -murmure.

-Algo le pasa, ¿no crees? Algo pasó con él.

Si, lo sabía, pero no era algo que estuviera pasando con él, era algo que le pasaba con nosotros. Éramos la causa de su actitud.

- ¿Tenías que traerlo? -cambie el tema, mirando a Kurama.

-Es un perro libre -dijo, con una expresión en su cara como si hubiera escuchado algo estúpido.

El pulgoso de Kurama nos siguió hasta la entrada del instituto, con las miradas poco disimuladas de los engreídos y los autos caros propios de adolescentes que consiguen todo de los bolsillos de sus padres.

-Llegas tarde, pelirrojo.

-Llegué justo a tiempo -corregí.

Ino sonrió, pasando su brazo entre el de Shikamaru para dar media vuelta y entrar al instituto.

- ¿Nos saltamos la primera hora? -animó Naruto dejando la bicicleta junto a las otras.

-Tentador, pero hay examen la próxima semana -respondí, dándole la última calada al cigarrillo antes de entrar.

-No sé cuáles eran las reglas en su antiguo instituto... Pero aquí no se permite a los alumnos fumar -volteé desinteresado, un hombre de mediana edad y traje nos miraba con desdén.

-Estamos afuera -replicó Naruto, levantando los hombros.

-Sigue siendo parte del instituto -el hombre sonrió triunfante- y debo agregar que ese no es el uniforme asignado.

- ¿Que? ¡Claro que lo es!

-Las zapatillas deportivas no son parte del uniforme -replicó irritado.

-Llegaremos tarde -tire el cigarro e ignoramos al tipo, pero aun sentía su mirada en mi espalda.

- ¿Que les ha dicho? -susurró Ino que aún nos esperaba junto a Shikamaru en la entrada.

- ¿Conoces a ese anciano? -exclamó Naruto subiendo la correa de su mochila.

-Es el nuevo inspector -Shikamaru suspiro mirando al tipo- es muy problemático.

Mala InfluenciaOnde as histórias ganham vida. Descobre agora