Encuentros con gusto a anhelos

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Paulatinamente unos parpados inflamados, a causa del estrés psicológico provocado por la conspiración metafísica que afecta consecutivamente su vida, indujeron que los iris de tono azul intenso se enfocaran en una luz cegadora que le hacía parecer que definitivamente su espera por el término de su ciclo de la vida, sería en un centro psiquiátrico.

Para confirmar este concepto, el joven violinista decidió elevar su voz y decir a las cuatro paredes que le hacían una omisa compañía.

— ¿Me encerraron?

Fueron las palabras con tono de confusión que pronunciaron sus labios al modular.

Recordaba ciertos episodios de lo que había ocurrido en la sección de autógrafos, pero no el qué pasó cuando cayó al suelo y lo último que vieron sus ojos fue a Katherinne, quién poseía un cuchillo en sus manos y se reía de forma psicótica, mostrando una careta que es totalmente diferente a la dulce Katherinne que había conocido hace tres años atrás.

Mientras el joven meditaba aquello, decidió sentarse en su cama e inmediatamente pudo percibir un dolor quemante en su espalda, el cual hizo aparecer una mueca de malestar en sus labios y fruncir su ceño de forma exagerada.

Al conseguir la proeza de sentarse en la cama de su blanquecina habitación, Ianto con una mirada completamente perdida se enfoca en un florero de rosas azules la cual tenía en su pequeña mesa de noche. Esas rosas azules, no eran para nada de su gusto y de seguro las había traído Melissa para darle una sorpresa al despertarse en la cárcel que lo contenía.

Sí hay flores, no es un manicomio –entrecierra sus ojos y susurra- Nunca pensé que fuera tan estúpida, para creerme esa mierda de que me gustan las rosas azules.

Si, así soy yo.

Arisco y no muestro ninguna pisca de empatía hacia mis familiares que no sea Giorgica.

Con Melissa solo juego a tener el poder absoluto sobre ella, para utilizarla a mi antojo como si fuera una marioneta siendo movida por los hilos del mundo anhelado en el cual la tengo sumergida.

Aunque, como lo dije alguna vez, ambos unimos fuerzas y nos burlamos de Elliot haciendo lo mismo que él hizo con mi madre, incesto.

Sé que Melissa creó vínculos amorosos hacía mi, ya que le complacía la idea de que yo fuera quién la buscará cuando ella comenzó a violarme. Todo lo hice con la intensión de practicar todas las poses posibles del kamasutra que me di el tiempo de leer cuando mi apetito sexual estaba por las nubes, a causa de que en la época donde empezó esta relación bizarra, yo era un puberto que pronto entraría a la etapa de la adolescencia.

En fin, no quiero detallar el juego tabú que tengo con Melissa en este momento...ahora solo quiero cerrar mis ojos y volver a mi pasado.

Al día...donde conocí a Emilia, la mujer más hermosa y sorprendente que ha puesto píe en este mundo.

Posteriormente una mujer con vestimenta blanca entra a la habitación sin golpear, a continuación esta esboza una sonrisa mientras observa al joven.

— ¿Alguien decidió irse de los brazos de Morfeo? Me alegro.

Se acerca a una de las mesas del lugar y observa la ficha de Ianto.

En el momento en que vi entrar a la enfermera como al escuchar su interrogante que intentaba ser un "chiste" hizo que me molestará más de lo que ya me sentía.

¿Por qué tenían que darme tratamiento?

De lo que sea que haya sido, solo quería ir con Emilia a Nunca Jamás. La situación donde Katherinne me corto con la navaja era el momento crucial para poder de una vez traspasar este infierno con tal de ir a esas paradisiacas tierras.

Dulce ConspiraciónWhere stories live. Discover now