DOS

53 8 5
                                    

Mamá me ha estado acechando con su lluvia de preguntas. Ya me tiene agotada, y para rematar me dijo que dormiríamos juntas.

-¡Ya mamá! Deberíamos dormir. Estoy cansada.

-Oh sí cariño, disculpa mi imprudencia. Solo una última pregunta y ya, ¿si? -me ve suplicante.

-Está bien, pero la ÚLTIMA ¿vale?

-¿Tienes novio?

-No -respondo de inmediato - Y es algo que la verdad me da igual. -ciertamente mi vida amorosa me da igual. Por el momento no me interesa tener algo con alguien.

-Pero cariño, con 19 años y no tienes novio. Pero, al menos has tenido ¿no?

-Dijiste que era la última pregunta mamá. Ya quiero dormir -me acomodo en la cama y me volteo del lado opuesto de donde está ella -¡buenas noches! -siento por un momento que ella me observa pero luego se recuesta en la cama y pone su brazo encima de mi cintura

-Buenas noches cariño, que duermas bien.

-Una cosa no roncas ¿cierto? -digo con seriedad, pues no me gustaría que mi sueño fuese interrumpido.

Ella sonríe -La verdad no se, igual hoy lo descubrirás. -yo volteo los ojos hacia arriba, para luego cerrarlos buscando dormir.

...

El despertador de mi mamá irrumpe mi sueño, estiro la mano y oigo un golpe. Creo que se ha caído, me arrimo al borde de la cama para fijarme en el estado del objeto, y sí, efectivamente está hecho añicos, lo he quebrado. En mi defensa, creo que es un artefacto de antaño y que aparte es demasiado frágil.

Me levanto, y veo a mi madre aún dormida. Recojo del suelo el artefacto, o lo que queda de él. Lo pongo con cuidado, cojo mi suéter y decido irme. Antes de salir decido acercarme y darle un beso en la frente a mamá. Lo más taciturno que puedo para no despertarla.

-Tú tan temprano despierta, vaya eso es novedad Rouse. O quizás algo malo hiciste. -me muevo de un respingo por el susto que me dio. !Mi madre! Ella única.

-No, solo no quería toparme con Tom y arruinar mi dia. -en cierta forma eso es cierto, así que teóricamente no estoy mintiendo.

-Aún no entiendo porque Tom no te cae bien, él te tiene aprecio hija. -habla mirándome a los ojos.

-No comiences mamá, ya hemos hablado de esto. Mejor ya me voy. Adiós. -digo emprendiendo mi camino hacia la puerta.

-¿No vas a desayunar? -indaga

-No, quiero desayunar con papá -abro la puerta y salgo.

De camino a casa decido pasar por el super mercado. Ya estando en el local tomo un dinero que traía en la guantera del auto.

-¡Buenos días! -saludo a una señora ya de bastante edad, ella sonríe.
Me dirijo a la sección de verduras y carnes.
Justo al terminar de echar en la canasta lo que tenía que comprar, decido dirigirme a tomar una manzana.
Llevo la vista fija en mis pies tratando de recordar si no falta nada ya que en la casa no tenemos muchas cosas útiles para hacer una buena comida, de repente un impacto en mi cuerpo con algo o alguien hace que algunas de las cosas que traía salgan volando por los aires, mientras yo me tambaleo.

Levanto la vista y frente a mi un tipo de aproximadamente 1.85 de altura, con tez clara, ojos café dorado... No termino de detallarlo cuando su voz me trae a la realidad.
-¿Perdona que has dicho? -indago. Él voltea los ojos algo exasperado.

-Deberías fijarte por donde caminas niña -su manera de actuar me saca de lugar, ya que la gente del pueblo suele ser muy comedida, y no hostil como él.

Perfect ConnectionWhere stories live. Discover now