127. Resolver dudas

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¡Oiga todo el mundo mi sarcasmo, súper genial, un sueño raro otra vez!

Camino en mi forma masculina, mientras a lo lejos, visualizo a mi novia sentada en el suelo, abrazándose a sí misma, tiene golpes en el cuerpo y llora.

—Eliza —la llamo y me observa.

—¿Quién eres?

De repente soy Darlene.

—Es un fenómeno —oigo detrás de mí —una abominación para la naturaleza.

Dolido por sus palabras, me giro a mirarlo, frunciendo el ceño, observándolo con una mala sensación.

—Cállate Seyn, ¿Quién te crees que eres?

—Tú ¿quién te crees que eres? —levanta el atrapasueños —aun no has arreglado nada ¿Así pretendes ayudarme?

—¡No te debo nada, tú me abandonaste, así que cállate!

—Tienes razón, yo soy el monstruo —se agacha y se pone a llorar.

¿Qué mierda está pasando aquí?

—Prometiste que me protegerías —llora Eliza —Joel va a encontrarme, va a matarme, tengo miedo.

—Estás a salvo, no te preocupes —intento consolarla pero me mira de manera sombría —¿Eliza?

—Nuestra relación es tan tóxica, arréglala o moriré.

—Descifra mi sueño —expresa Seyn y habla de la misma forma —arréglalo o no me quedara nada.

—Dos asuntos —miro las cartas enormes que aparecen en frente de mí —Un tercero —giro la vista y allá está el Rey.

Persigo la carta pero no la alcanzo, un agujero se abre y estoy por cae, pero visualizo a la mariposa que de repente es mi madre.

—No te preocupes Darren —sostiene mi mano —yo te ayudaré.

Veo detrás de ella una nube negra.

—¡Mamá! —grito alarmado.

Ella la mira y se convierte en mariposa, mientras es rodeada por esa oscuridad yo sigo cayendo por aquel agujero.

—¡¡No!! —grito y me siento abruptamente.

Respiro agitado y levanto la vista cuando Ace abre la puerta del cuarto.

—¿Está todo bien? —sonríe.

—¿Hay noticias? —me levanto de la cama y miro para todos lados confundido —¿Cómo es qué llegue hasta aquí?

—Te quedaste dormido, florecita. Se notaba tu cansancio, así que no te desperté y te traje hasta el cuarto.

—No más mimos, hora de irme —avanzo para salir de la habitación y pone su brazo en medio de mi camino —¿Quieres que te golpeé?

—No lo harás, tienes que terminar de resolver tus dudas.

Me lo pienso.

—La carta del monarca.

—Exacto.

Una chica serás #1Where stories live. Discover now