63. La invitación

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Ace se presenta como es debido y luego del bolsillo de su traje saca una tarjeta de invitación, la cual me entrega.

—Con ella puedes entrar a mi club —expresa con tranquilidad.

Demasiada.

—¿Por qué me das esto a mí? —exclamo confundido.

—Eres la chica que le vuela la cabeza a Seyn, sus amigos son mis amigos. Si un día estás estresada, llámame. Haré lo posible para alegrarte el día.

No sé por qué, pero su forma de hablar es tan extraña, que da una rara sensación.

—¿Dónde está Seyn? —pregunta Jovan —Dicen por ahí, que siempre está contigo —sonríe.

—Solo cuando necesita un consejo o un masaje, le quita el estrés. Suelo sacarle las malas energías a la gente, estoy para eso, nací para eso.

—Eh... vale, ¿O sea qué no está contigo? —repito la pregunta.

—Puede que sí o puede que no, quizás ya se fue, quizás no.

—¿Una respuesta más concreta? —ruedo los ojos.

—¿Quieres saber si los vió? ¿Por qué crees que estoy aquí, querida? Lo que haces no está bien, por eso, quiero aliviar tus energías, ven —señala la tarjeta —no te vas a arrepentir.

—No, gracias —digo sintiendo un escalofrío.

—Estaré esperando —continua alegre y tranquilo —y Tarik, ya puedes salir de tu escondite, ya te vi —observa el arbusto.

—¡Tú, maldito raro, aléjate de Seyn! —le grita saliendo de la planta —¡Lo arruinas!

—Tus celos tienen mucha tensión, tú también necesitas un masajes, pero para ti no es gratis, lo siento.

—¡¿Quién quiere estar en tu mundo de raros?! —continua aumentando la voz —¡Estás loco, maldita seas!

—No, solo tengo gustos exquisitos —se gira a mirarme —. Estaré esperando tu visita.

Veo como se retira y Tarik lo observa con odio, hasta que lo sigue, mientras Jovan y yo nos levantamos de aquel banco en el que nos sentamos antes.

—¡Ah gane! —grita Aradia a un costado en el suelo entre otros arbustos con un juego de mesa y los matones de Tarik que le aplauden —¡¡Sí, wii!!

—¡¡Ay que linda!! —gritan varios y la abrazan.

—¡¡Ah auxilio!! —chilla asustada.

—¡Monstruos, aléjense de Aradia! —Jovan la agarra de la cintura apartándola de ellos —¡Locos! —la brujita se sonroja al quedar suspendida en el aire. Mi amigo la baja y se forma un silencio —lo siento —se disculpa avergonzado

—No... no hay problema —ella mira hacia al suelo —. Hueles bien —dice tímida.

—¡Adorable Aradia! —la llaman todos —¡¿Y nosotros que?!

—¡¿Eh?! —se sobresalta —yo... ay, me están asustando —expresa nerviosa.

—¡Lárguense, monstruos! —Jovan se pone a discutir con la pandilla.

Esta gente rara, todos distraídos, no sirven para nada, yo me voy. Me sobresalto cuando de repente una mano me cubre la boca y me tira hacia atrás. Me agarran de un brazo y me empujan contra un árbol, ocultándome de los demás.

Frunzo el ceño y le quito la mano con bastante furia.

—¿Y tú qué? Seyn —digo su nombre con desprecio.

Sonríe y alza su mano.

—Dame la invitación que te dió Ace, tú no irás a ese club, eso te lo juro.

¡¿Qué?! ¡¿Estaba vigilando?! ¡Eso es acoso! ¡¿Y quién es él para prohibirme nada?! ¡Ni hablar! Imbécil.

Una chica serás #1Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz