Una chica serás #1

126. Mariposa Monarca

Camino y me siento en el sillón, al lado de Ace. Él apoya su copa sobre la mesita que hay en frente y adelante se puede ver el jardín, a través de la ventana. Es una hermosa vista.

—Un lugar tan grande, para una sola persona, se oye solitario —opino.

—Hay personas que les gusta estar solas y otras, que las obligaron a estarlo —gira su vista a mirarme —¿Tú de qué lado crees que estás?

—Ya que mi madre —la biológica —me abandono, supongo que el segundo.

—¿Y piensas que no puedes salir?

Frunzo el ceño.

—¿Por qué estamos hablando de esto?

—Es el mejor momento para hablarlo, te sientes perdido y necesitas respuestas.

—¿Te aprovechas porque ahora tengo el autoestima baja? Eso es bastante ruin.

Se ríe.

—Lo admito, estás vulnerable, pero no fue mi idea.

—La mariposa —afirmo.

Veo que se levanta y luego regresa a sentarse con un botiquín en sus manos.

—Curemos eso —señala el golpe de mi boca y luego el de mis nudillos —y eso también.

Saca un algodón y le pone desinfectante.

—Auch —me quejo cuando lo apoya en mi mano.

—Cuantos golpes —opina —necesitaré más algodón —expresa como siempre, sonriente y calmado —quedate quieto —roza el desinfectante en mi rostro.

—Estoy quieto —me quejo —¡Ay!

—No protestes, se una buena florecita.

—Cállate estúpido, y termina de una vez, cuéntame de lo que te habló la mariposa.

Se ríe.

—Ya termine.

—¡Entonces aleja tu cara de mí! —vuelvo a quejarme.

Continua alegra, se gira y guarda las cosas del botiquín, apoyándolo sobre la mesa.

—Dime, ¿Cómo te sientes?

Suspiro.

—Cansado.

—"Has recorrido un largo camino y te convertiste en una mejor persona. A pesar de que te han lastimado, sigues de pie. Necesitas dejar de estar perdido, aun faltan resolver dos asuntos, pero la decisión, solo la tienes tú mismo y quiero que sepas, que no estás sólo, yo te acompañaré" —apoya una carta con un dibujo de una mariposa sobre la mesa —. Eso me dijo.

—¿Qué significa?

—Lo que oyes, en resumen, está de tu lado, pero antes de que encuentres lo que buscas, al parecer tienes que resolver dos asuntos —explica.

—¿Qué asuntos?

Tira dos cartas, visualizo a una deidad y a un caballero.

—Ella es Eliza, aquí está Seyn —señala al caballero, luego saca otra carta, un Rey —y esta es tu desición.

—¿Y qué significa eso?

—Por lo que ven mis ojos, el monarca representa el hogar y la autoridad, aunque no tiene nada que ver con ninguno de los dos anteriores.

Me lo pienso.

—Quiere decir que en realidad, hay tres cosas que debo hacer.

Sonríe.

—Así es.